domingo, 19 de febrero de 2012

La criminal República Árabe Siria, utiliza gas nervioso contra los manifestantes La criminal República Árabe Siria, utiliza gas nervioso contra los m

La criminal República Árabe Siria, utiliza gas nervioso contra los manifestantes


El sanguinario e indiscriminado bombardeo a sus propios ciudadanos, hombres, mujeres y niños por parte de uno de los más feroces dictadores de Medio Oriente, el presidente de Siria Bashar al-Assad -a quien la UNESCO le renovó a fines de 2011 la integración a dos comisiones relacionadas con los derechos humanos- cobra mayor dramatismo y suscita escalofrío, al conocerse la declaración de un ex oficial desertor del ejército sirio, el capitán Abd al-Salam Ahmed Abdul Razek, quien dijo a la red de televisión Al-Arabiya que transmite las 24 horas desde Dubai, Emiratos Árabes, que las fuerzas de seguridad están utilizando armas químicas contra los manifestantes, bajo la supervisión de Rusia y China, precisamente dos de los países que bloquearon en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución que buscaba una salida a la crisis de Siria mediante el apoyo al plan de transición de la Liga Árabe y que condenaba la brutal violencia del régimen de Bashar Assad contra la población civil.
Perteneciente a la unidad del ejército sirio de armas químicas, Razek manifestó que los militares de su país utilizan gas nervioso para facilitar la entrada de las tropas a la ciudad de Homs, el bastión de los rebeldes. El deletéreo compuesto orgánico químico, clasificado como arma de destrucción masiva por las Naciones Unidas, que por resolución 687 prohibió en la Convención sobre Armas Químicas de 1993 su producción y almacenamiento. Su normativa fue definitivamente oficializada en abril de 1997.
El capitán Razek denunció que el ejército también posee otras sustancias tóxicas que se fabrican en Rusia, -que declaró un arsenal de 28.000 toneladas de armas químicas en 2008- y dijo que una pequeña cantidad de estos materiales podría conducir a la destrucción generalizada de toda una población. Agregó que el uso de las armas químicas se llevó a cabo bajo la supervisión de expertos rusos e iraníes, que instruyeron al ejército sobre cuándo y dónde usarlo. La difusión de estos datos acrecienta la preocupación y el temor de Israel y Occidente que fundadamente piensan que esas armas mortíferas pueden fácilmente ser transferidas por Irán y Siria a los grupos terroristas Hezbollah y Hamas. En 2010, el Organismo Internacional de Energía Atómica registró 1.562 incidentes en los que se había perdido o robado material nuclear entre 1993 y 2008, principalmente en la antigua Unión Soviética, y el 65 por ciento de las pérdidas, nunca fueron recuperadas. El desmembramiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, (URSS) posibilitó que ex miembros de la mítica y temida KGB, y grupos mafiosos vinculados al ex gobierno soviético, comenzaran a traficar armas en los mercados negros, para solaz de los terroristas. En consonancia, un informe del gobierno británico relacionado con la estrategia de Gran Bretaña para la lucha contra las armas químicas, radiológicas y nucleares biológica, (CBRN en su sigla en inglés) describió a los fundamentalistas islámicos de Al-Qaeda como la “primera organización transnacional en apoyar el uso las armas CBRN, contra objetivos civiles y en tratar de adquirirlas”. El reporte dijo que la seguridad alrededor de las existencias de material dado de baja fue “variable y en ocasiones insuficiente, dejando los materiales susceptibles al robo, tanto a ladrones internos, como a organizaciones delictivas y terroristas”. Los usos legítimos de estos materiales también “aumentan significativamente el riesgo que puedan ser desviados y explotados por organizaciones terroristas”. Añadió que los miembros de al-Qaeda habían construido instalaciones para llevar a cabo la investigación de armas CBRN cuando Afganistán estaba bajo el control de los talibanes antes de 2002. Desde entonces, el grupo terrorista Al- Qaeda, que se había acercado a los científicos nucleares de Pakistán, ha desarrollado un dispositivo para producir cianuro de hidrógeno, un líquido incoloro muy venenoso y altamente volátil que puede ser utilizado como arma química, y explosivos utilizados en Irak junto con cilindros de gas cloro, tóxico empleado en la Primera Guerra Mundial.
Siria, junto con la República Islámica de Irán, son dos de los países que más abastecen y financian el terrorismo y ambos compiten en el premio al cinismo al decir que son víctimas de él. El gobierno sirio suele culpar a las fuerzas extranjeras de incitar las protestas y atribuye a terroristas armados la movilización de sus fuerzas armadas. La televisión estatal ha mostrado incluso imágenes de “terroristas”, confesando la construcción de bombas con el fin de atacar a los civiles y las fuerzas sirias. Irán que, en nuevo y peligroso acto de provocación, ha ordenado recientes atentados terroristas contra representantes diplomáticos de Israel en India y Georgia y otros frustrados el mes pasado en Tailandia y Azerbaijan, atribuyó al Estado judío provocar autoatentados para minar la relación del país persa con aquéllos. El día martes 14 de febrero dos explosiones cerca de una escuela, en la que estaban involucrados varios iraníes sacudieron Bangkok la capital de Tailandia. Los medios de comunicación tailandeses informaron que una tarjeta de identificación de un hombre herido que fue visto con explosivos reveló que se trataba del iraní Saeib Morab quien lanzó una bomba a un taxi después de que su conductor se negó a dejarle viajar y la policía intentara detenerlo.
La salvaje represión contra los opositores en Siria, que no desencadenó multitudinarias marchas de protestas de los partidos de izquierda ni de ONG defensoras de los derechos humanos, en ninguna parte, ha causado más de 5.400 muertos. La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, indicó en un informe a la Asamblea General que aunque no podría dar cifras actualizadas sobre víctimas fatales de la violencia en Siria, “estamos seguros de que el número de muertos y heridos continúa en aumento cada día”. Asimismo, aseguró que “decenas de miles, incluidos niños, han sido arrestados” y que más de 18 mil individuos se encontraban en detención arbitraria, en tanto que “miles más han sido reportados como desaparecidos”. La ONU estima que 25 mil personas han buscado refugio en países vecinos, en tanto que más de 70 mil personas se calcula que han sido desplazadas internamente. “Estoy muy preocupada de que la tenaz represión mantenida y la deliberada provocación de tensiones sectarias podrían pronto hundir a Siria en una guerra civil”. Pillay aseveró que el gobierno sirio ha usado la política de ‘tirar a matar’ para controlar protestas pacíficas, además de que francotiradores apostados en edificios han disparado a manifestantes, ambulancias y gente que ha querido asistir heridos o levantar cadáveres.
Señaló también que hospitales han sido usados como centros de detención y de tortura, una práctica “extendida y sistemática” entre cuyos métodos se incluye la violación de hombres y de niños.
“La naturaleza y escala de los abusos cometidos por las fuerzas sirias indican que crímenes contra la humanidad fueron probablemente cometidos desde marzo de 2011”, concluyó Pillay, quien recomendó por ello referir la situación de Siria a la Corte Penal Internacional.
Por todo lo expuesto, no debe asombrar el uso de armas químicas contra civiles por parte del ejército sirio, puesto que forma parte de la esencia criminal del régimen islámico de Bashar al-Assad.
Rubén Kaplan
http://www.rkpress.com.ar/

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