lunes, 8 de marzo de 2010
DE SKINHEAD A JUDIO ORTODOXO
VARSOVIA — Cuando Pawel se mira al espejo, el aun puede ver a veces a un skin-head neonazi mirando hacia atras, el hombre que el una vez fue antes de cubrir su cabeza afeitada con una kipa, tirar su ideologia fascista por la Torah y renunciar a la violencia y odio en favor de Di-s. "Yo aun lucho todos los dias por desechar mis ideas anteriores", dijo Pawel, un judio ultra-ortodoxo de 33 años y ex conductor de camion, destacando con un poco de ironia que el tuvo que dejar de odiar a los judios para volverse uno de ellos.
“Cuando miro una vieja foto mia como skinhead, me siento avergonzado. Todos los dias intento y hago teshuva", dijo, utilizando la palabra hebrea por arrepentimiento. "Cada minuto de cada dia. Hay mucho por hacer."
Pawel, quien tambien usa su nombre hebreo Pinjas, pidio no usar su apellido por miedo que sus viejos amigos neonazis puedan atacarlo a el o su familia.
Pawel es quizas el ejemplo mas improbable de un renacer judio en curso en Polonia en el cual cientos de polacos, una mayoria de ellos criados como catolicos, estan o convirtiendose al Judaismo o descubriendo raices judias sumergidas por decadas luego de la IIª Guerra Mundial.
Antes de 1939, Polonia era hogar para mas de tres millones de judios; mas del 90% de ellos fueron asesinados por los nazis durante el Holocausto. Una mayoria de aquellos que sobrevivieron emigraron. De los menos de 50000 que permanecieron en Polonia, muchos o abandonaron o escondieron su Judaismo durante decadas de opresion comunista en la cual los pogroms politicos contra los judios persistian.
Pero Rabbi Michael Schudrich, el Rabino Jefe de Polonia, destaco que 20 años despues de la caida del Comunismo, estaba teniendo lugar un ajuste de cuentas historico estaba teniendo lugar. El dijo que la metamorfosis de Pawel ilustraba precisamente cuan lejos habia llegado el pais.
“Antes de 1989 habia un sentimiento que no era seguro decir ‘Soy judio,”’ dijo. “Pero hoy, hay un sentimiento cada vez mayor que los judios son un miembro perdido en Polonia.”
Cinco años atras, el rabino destaco, habia unas 250 familias en la comunidad judia en Varsovia; hoy hay 600. Durante ese periodo, la cantidad de rabinos en el pais ha crecido de uno a ocho. Los cafes y bares del viejo barrio judio en Cracovia estan llenos de jovenes judios conversos escuchando musica israeli hip hop. Incluso muchos sacerdotes han decidido volverse judios.
La transformacion de Pawel de skinhead catolico bautizado a judio comenzo en un barrio desapacible de bloques de torres de concreto en Varsovia en los años 1980s. Pawel dijo que el y sus amigos reaccionaban a la carcomiente uniformidad del socialismo adoptando el antisemitismo y una ideologia de extrema derecha. Ellos afeitaron sus cabezas, llevaban cuchillos, y se saludaban unos a otros con el brazo derecho levantado como el saludo nazi.
“Oi Vey, yo odio admitirlo, pero nosotros golpeabamos a los chicos judios y arabes locales y a gente sin techo,” dijo Pawel en la Sinagoga Nozyk aqui.. “Nosotros cantabamos acerca de cosas estupidas como Satan y matar gente. Creiamos que Polonia debia ser solo para los polacos.”
Un dia, el recordo, el y sus amigos se ratearon de la escuela y tomaron un tren a Auschwitz, el campo de muerte Nazi, cerca de Cracovia. "Nosotros hicimos bromas que deseabamos que la exhibicion hubiese sido mayor y que los nazis hubiesen matado incluso mas judios", dijo.
El dice que sus padres energicamente catolicos, un maestro y un empresario, sospechaban que el era skinhead, pero esperaban que fuese solo una fase.
“Yo nunca fui atrapado o arrestado por lo que hice, entonces mis padres no se daban cuenta que las cosas iban tan mal", dijo. "Pero ellos se preocupaban cuando yo llegaba a casa en la mañana herido y cubierto en sangre."
Aun cuando Pawel adopto la vida de un neo-Nazi, dijo, el tenia palpitos que su identidad estaba construida sobre una mentira. Su padre que iba a la iglesia parecia demasiado aficionado a citar el Viejo Testamento. Su abuelo escondia secretos familiares del pasado.
“Una vez cuando yo dije a mi abuelo que los judios eran malos, el exploto y me grito, ‘Si alguna vez te escucho decir tal cosa nuevamente bajo mi techo, nunca regresaras!”’Pawel se unio al ejercito y se caso con una compañera skinhead a los 18 años. Pero su sentido de si mismo cambio irrevocablemente a los 22 años, cuando su esposa, Paulina, sospechando que ella tenia raices judias, fue a un instituto genealogico y descubrio a los abuelos maternos de Pawel en un registro de judios de Varsovia, junto con sus propios abuelos.
Cuando Pawel confronto a sus padres, el dijo, ellos se quebraron y le dijeron la verdad: que su abuela materna era judia y habia sobrevivido a la guerra siendo escondida en un monasterio por un grupo de monjas. Su abuelo paterno, tambien judio, tuvo siete hermanos y hermanas, la mayoria de los que habian perecido en el Holocausto.
“Yo fui a lo de mis padres y dije, ‘Que car...?’ Imagine, yo era un neo-Nazi y escuche estas noticias. Yo no pude mirarme al espejo por semanas. Fue una conmocion y aun es una conmocion para mi", dijo. "Mis padres eran los retoños tipicos de sobrevivientes judios de la guerra, que decidieron ocultar su identidad judia para intentar proteger a su familia."
Sacudido por el conocimiento de sus raices judias, Pawel dijo que el decidio ir a ver a Rabbi Schudrich, quien le dio una copia de la Biblia Hebrea.
“Yo pase semanas encerrado como una tortuga, cuestionando todo aquello en lo que habia creido. Yo tenia un sentimiento profundo dentro mio que eso era tan malo, que tenia que hacerlo, tenia que volverme judio. Cuando pregunte a un rabino 'Por que me siento de esta manera?', el contesto, 'Las almas dormidas de tus ancestros estan llamandote.'"
Pawel dijo que su transformacion fue ardua, dispuesto a ser renacido. El dijo que se forzo a releer “Mein Kampf” pero no pudo llegar al final porque se sintio fisicamente con repulsion.
A los 24 años, el fue circuncidado. Dos años mas tarde, el decidio volverse judio ortodoxo. Su esposa comenzo a llevar un
sheitel, la peluca que las mujeres ortodoxas visten para mostrar modestia.
Hoy, ellos tienen dos hijos, a quienes estan criando en un hogar judio. Pawel esta tambien estudiando para volverse un
shojet, una persona encargada de matar animales de acuerdo a las leyes dietarias judias. "Soy bueno con los cuchillos", explico.
Pawel dijo que el saboreaba el significado y disciplina que el Judaismo ultra-ortodoxo trajo a su vida. El reconocio que fue atraido a extremos. “Cuando hago algo, no voy a mitad de camino,” dijo. “Yo continuo luchando para despertarme para rezar todas las mañanas. Yo tengo que recordarme que si como carne, no puedo tomar leche con mi cafe debido a que no es kosher. Yo tengo que pensar antes de hacer cualquier cosa."
Sus padres no adoptaron su Judaismo, pero el dijo que su madre a veces visitaba su hogar los viernes y encendia las velas de Shabbat. Cuando su padre murio el año pasado, Pawel fue al cementerio catolico y dijo kaddish, la plegaria de duelo judia, sobre su tumba.
Aunque Polonia ha pensado superar una historia de antisemitismo, cultivando fuertes vinculos con Israel, adoptando la musica klezmer y escritores idish como tesoros nacionales, y disculpandose por las transgresiones del pasado, Pawel destaco que el continuaba siendo tomado por blanco por los mismos antisemitas que una vez lo contaron entre sus filas.
El elogio una nueva receptividad general hacia el Judaismo por parte de la generacion joven de polacos, pero dijo que algunos tenian no obstante internalizado el odio de sus padres.
“Cuando la gente joven me ve en la calle con mi sombrero alto y peot a veces se rien de mi. Pero son las viejas damas quienes son las mas malvadas", dijo. "A veces, ellos utilizan el lenguaje que yo usaba cuando era skinhead y dicen, 'Vete y regresa a tu pais' o 'judio vete tu casa!' Otros sienten el vacio dejado en Polonia por todos los judios que fueron asesinados y lo vienen y dicen, ‘shalom.”’
Sin importar cuales sean los desafios, Rabbi Schudrich dijo que la transformacion de Pawel ofrecia una historia de moralidad decididamente judia acerca de la posibilidad de cambio. “La leccion de la historia de Pawel es que uno no debe perder nunca la esperanza,” dijo. “Lo imposible solo lleva un poco mas de tiempo.”
FUente: The New York Times
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