By Jackson Diehl
Lunes, marzo 22, 2010
Diplomaticos americanos han trabajado por meses para persuadir a israelies y palestinos a reanudar negociaciones de paz. Precisamente cuando parecia que habian tenido exito, llego una provocacion: Israel tomo un paso hacia expandir un asentamiento judio en Jerusalem. Los titulares aparecieron alrededor del globo; la Union Europea protesto; los palestinos gritaron falta. Algunos amenazaron con boicotear las nuevas conversaciones a menos que la decision fuese revertida. No, Joe Biden no estaba en Jerusalem esa semana de diciembre de 2007-- el estaba ocupado postulandose para la presidencia. En cambio fue Condoleezza Rice, secretaria de estado de la administracion Bush, quien manejo esa mini-crisis. Como lo hizo, y lo que siguio, ofrecen algunas lecciones para sus sucesores en la administracion Obama-- quienes estan probando ser destacablemente aprendices lentos en lo que respecta a hacer la paz en Medio Oriente.
Rice y su viejo jefe han sido muy malignizados por fracasar en buscar las negociaciones israelies-palestinas durante la mayoria de su tiempo en el cargo. Pero durante sus ultimos dos años como secretaria de estado, Rice presiono tenazmente por un acuerdo final-- y, al final, discutiblemente, llego tan cerca como cualquier mediador antes que ella. Ella fue afortunada de tener en el Primer Ministro israeli Ehud Olmert, un socio que estaba mas interesado en lograr un acuerdo que lo que esta Binyamin Netanyahu. Pero ella tambien estudio de cerca la historia de los procesos de paz previos, lo cual quizas explique por que ella evito algunos de los errores flagrantes del Presidente Obama.
Como Rice podria haber dicho a la actual Casa Blanca, leccion No. 1 de la historia es que siempre habra una provocacion que amenaza con hacer descarrilar las conversaciones de paz-- antes que comiencen, cuando comiencen y regulamente a partir de alli. Los anuncios de asentamientos israelies estan entre las mas comunes, junto con la orquestacion por parte de los palestinos de Cisjordania de manifestaciones violentas y ataques desde Gaza por parte de Hamas. La administracion Obama vio las tres provocaciones en los ultimos 10 dias: Fue balistica sobre una y apenas registro las otras dos.
El truco es no dejar que la provocacion se vuelva el centro de atencion sino en cambio insistir en continuar con las negociaciones. Eso es lo que Rice hizo cuando las noticias del asentamiento judio de Har Homa en Jerusalem se conocieron. En publico, ella dio una clara pero relativamente suave declaracion diciendo que los EEUU se habian opuesto al asentamiento "desde el mismo comienzo." En privado, ella dijo a Olmert: No deje que suceda nuevamente. Para el presidente palestino Mahmoud Abbas, el mensaje fue igualmente terminante: Usted puede venir a la mesa y negociar una frontera para un estado palestino, hacer irrelevantes los asentamiento. O usted puede boicotear y dejar que la construccion continue.
Nada sorprendentemente, Abbas-- quien ha tomado el ataque publico de Obama a Israel como una señal para boicotear-- se mostro para las negociaciones de Rice. La administracion Bush ofrecio privadamente una garantia: Cualquier construccion de asentamientos que tuvo lugar durante las conversaciones no seria aceptada por los EEUU cuando llegara el tiempo de trazar una frontera israeli final. Sobre los asentamientos, Rice adopto una directriz pragmatica que ella llamo la "prueba "Google Earth": Un asentamiento que estaba visiblemente expandido era un problema; uno que continuaba dentro de su frontera territorial existente no lo era.
La virtud de todo esto es que Rice tuvo a los israelies y palestinos hablando no de asentamientos sino de lo que ellos realmente necesitaban estar discutiendo-- la futura palestina. Olmert y Abbas continuaron sobre todo: la frontera, el futuro de Jerusalem y sus lugares santos, acuerdos de seguridad, como manejar a los millones de refugiados palestinos aun viviendo en campamentos. Privadamente, ellos concordaron en mucho. Finalmente, Olmert presento a Abbas un plan detallado para un acuerdo final-- uno que, en sus concesiones a las demandas palestinas, fue mas alla de lo que ni Israel ni los EEUU habian jamas llegado. Entre otras cosas obligaba un estado palestino con una capital en Jerusalem y permitiria a 10000 refugiados retornar a Israel.
Aqui es cuando Rice aprendio otra leccion que la nueva administracion parece no haber recogido: el liderazgo palestino tiene problemas en decir "si". Confrontado con un borrador de un acuerdo que hubiese sido vitoreado por la mayoria del mundo, Abbas se planto. El rechazo firmar; el rechazo presentar una contraoferta. Rice y Bush le imploraron que se uniera a Olmert en la Casa Blanca para una cumbre. Olmert presentaria su plan a Bush y Abbas diria solo lo que el encontraba digno de discutir. El presidente palestino se rehuso.
Detras de la deliberada lucha de Obama con Netanyahu la semana pasada parecio residir un calculo que un acuerdo de paz requerira que los EEUU hagan inclinar o quiebren al actual gobierno de Israel. Eso podria ser cierto; es casi seguro el caso que Netanyahu no aceptaria los terminos que Olmert oferecio. Pero detras de ese obstaculo hay otro-- la recalcitrancia de Abbas-- que la nueva administracion ha sido lenta para reconocer. Esta todo alli en los anales de la diplomacia de Rice-- pero eso fue cuando estaba la administracion Bush.
Fuente: The Washington Post
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