domingo, 9 de enero de 2011

LA PRISION DE ODIO DE EGIPTO

Bret Stephens

3/1/11

Luego de la masacre de vísperas de Año Nuevo de una veintena de fieles cristianos coptos fuera de una iglesia en Alejandría, los egipcios no están perdiendo el tiempo en apuntar al probable culpable.
"Con una cuidadosa consideración", señala el comentarista Ammar Ali Hassan en el diario independiente Al-Masry Al-Youm, "el incidente podría dar lugar a otras interpretaciones, especialmente a la aplicación de la conspiración sionista contra la unidad nacional en Egipto."
Haciéndolo mejor todavía, Essam El-Irian, un alto miembro de la Hermandad Musulmana, dice que aunque él cree que "el Mossad israelí estuvo detrás del incidente", el no descarta la posibilidad que Al Qaeda ahora mismo pueda encontrarse bajo control operativo israelí.
Y en un intento de unidad entre cristianos y musulmanes, Gamal Assad, un miembro cristiano del parlamento de Egipto, acusa a los perpetradores de "llevar a cabo un plan sionista destinado a fragmentar la región árabe en su conjunto."
Todo lo cual lleva a la deprimente conclusión que Egipto, el país que forjó un brillante camino a la paz con Israel hace 31 años, se está convirtiendo en algo peor que una letrina antisemita. Se está convirtiendo en una nación de imbéciles políticos.
En una conferencia en 1962, el filósofo Leo Strauss destacó que "El hecho que el antisemitismo es el socialismo de los tontos es un argumento no en contra, sino a favor del anti-semitismo, habida cuenta que no hay tal abundancia de tontos, por qué debe uno no robar ese muy lucrativo trueno?" El punto de Strauss era que el antisemitismo es un instrumento útil en la caja de herramientas del tirano, en especial para desviar el odio primitivo que de otro modo podría ser dirigido de lleno hacia él.
Pero Strauss también fue rápido en señalar que el éxito de la lucha contra el antisemitismo como una estrategia política dependía de que el liderazgo no se convirtiera, como los nazis lo hicieron, en verdaderos creyentes en el odio que tan libremente sembraron. Imaginen cómo podría haber resultado la historia si Hitler no hubiera enviado a la flor y nata de la ciencia europea-Jüdische Physik- empacados para los laboratorios en Los Alamos.
Los actuales dirigentes de Egipto no participan en las obsesiones de sus súbditos: Son demasiado inteligentes, e Israel es un socio muy valioso contra los enemigos comunes en Gaza, Teherán y el valle de Bekaa. Y siguen estando estratégica y económicamente vinculados a un EEUU cuya única demanda es una paz nominal con Israel.
Pero aun cuando los líderes de Egipto no creen en las irracionales teorías conspirativas anti-Israel y antisemitas que circulan en sus calles y periódicos, ellos estan volviendose crecientemente prisioneros de aquellas teorías. Es una trampa con dos lados: Por un lado, el régimen entiende que el odio hacia Israel sigue siendo la cadena que une cada vez mas a un país infeliz y rebelde, y ha estado perfectamente feliz de permitir a unos medios de comunicación que de otro modo estarían censurados, rienda libre en este caso. Por otro lado, el régimen tiene que pagar el precio político cada vez más empinado de aliarse con Israel, como en esencia lo hizo en la guerra de 2006 en el Líbano y la guerra de 2009 en Gaza.
Para los gobernantes de Egipto, esto significa que deben hacer frente a acusaciones de hipocresía, a las que sólo se puede responder con un doble lenguaje, la negación y, siempre y cuando tengan los medios y la voluntad de hacerlo, la represión. Para Occidente, significa un Egipto que recuerda tanto a Irán en los últimos días del sha, en los que un régimen relativamente moderado encabezado por un déspota enfermo se enfrenta a un público inquieto y radical.
En cuanto a los mismos egipcios, significa que el mundo que habitan, intelectualmente hablando, se ha convertido en casi medieval en su perspectiva y por lo tanto en sus posibilidades. Por qué los estados árabes quedan a tal distancia del resto del mundo, incluídos estados musulmanes, como Indonesia, en lo que respecta a la mayoría de las medidas de desarrollo social, económico y político? Varios estudios extensivos, incluido el Informe de Desarrollo Humano Arabe de Naciones Unidas, han ofrecido una variedad de explicaciones, que van desde la presión demográfica a la ausencia de un gobierno representativo.
Pero la fuente última del atraso árabe, no mencionada por la mayoría de estos estudios, radica en la degradación de la mente árabe. Cuando el único diagnóstico que los egipcios pueden ofrecer para sus diversos predicamentos - que van desde el terrorismo sectario a una reciente ola de monstruosos ataques de tiburones en una centro de playa vacacional de Sinai - es que todo es un complot sionista*, tu sabes que el país está en serios problemas.
Hay una salida? George W. Bush pensó que el tenía una respuesta con la agenda de la libertad, y Barack Obama cree que tiene una en lo que podría ser llamado la agenda de respeto. Pero libertad y respeto para qué? Los egipcios no podrán disfrutar ninguno hasta que elaboren y adopten un conjunto de ideas políticas que se apoyen en algo más que oscurantismo, conspiración y una lucha de suma cero para el poder.
En una palabra, los egipcios necesitan liberalismo (de la clase pasada de moda), el que no comienza con un voto, sino con una educación. Distribuir una traducción Arabe de las obras completas de John Locke, comenzando con su "Carta sobre la Tolerancia", sería un buen lugar para comenzar deshaciendo el daño tan cruelmente hecho en Alejandría.

Fuente: The Wall Street Journal- Este artículo fue traducido por Marcela Lubczanski especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba.
*Recientemente este blog publico una nota sobre el tema.

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