martes, 1 de septiembre de 2009

CALLE MCDONALD EN NETANYA‏


La calle McDonald en Netanya es hogar de la sinagoga ortodoxa conocida por todos como "McDonald's," una comunidad predominantemente inglesa llena de ancianos britanicos y americanos que se han retirado a la ciudad balnearia en sus años dorados.
Uno se pregunta cuando de los que llegan para sus oraciones semanales tienen la mas remota idea de quien fue McDonald. De hecho, James Grover McDonald fue el primer embajador americano para Israel. Pero el fue mucho mas que eso. El mantuvo un diario con sus reuniones registradas con algunas de las personalidades que hicieron historia en los años 30, y sus actividades en nombre de los judios en los años 30 cuando nadie escucharia.
Su diario, que nunca quiso publicar, fue dictado a su secrataria al final de cada dia, ya que el se consideraba mejor orador que escritor. En una cantidad de puestos diplomaticos clave el tuvo acceso a los mas altos niveles del gobierno en Europa y los EEUU. Los diarios, que comenzaron en 1922, registran acontecimientos hasta 1936. En su calidad de Alto Comisionado para los refugiados de la Liga de Naciones desde 1933 a 1935, el vio de primera mano lo que los nazis estaban planeando y creia, mucho antes que los judios alemanes hubiesen internalizado la amenaza, que Hitler destruiria a la juderia europea.
El nacio en Coldwater, Ohio en 1886 y como su madre era alemana, hablaba el idioma fluidamente. El estucio en Harvard y se volvio amigable con los estudiantes alemanes visitantes que mas tarde se volvieron importantes nazis y en su trabajo como presidente de la Asociacion de Politica Exterior, un trabajo que tuvo desde 1919 a 1933, el continuamente visitaba Alemania. Los funcionarios nazis, encantados por su aleman fluido, le hablaban abiertamente de sus planes para los judios. El 4 de abril de 1933 el registro su reunion con dos oficiales nazis.
"Yo observe adelante a un analisis informando del programa economico nazi. En cambio, luego que discutimos eso por 10 o 15 minutos, tanto Daitz como Ludecke volvieron al tema de los judios, lo que parece ser una obsesion con tantos de los nazis... Las expresiones corrientes utilizadas por ambos hombres hablando de los judios eran tales como para avergonzarse, porque uno no hablaria asi siquiera la gente mas degenerada.
"Cuando yo indique mi descreencia en sus teorias raciales, ellos dijeron lo que otros nazis habian dicho: 'Pero seguramente usted, un perfecto tipo ario, no podria dejar de simpatizar con nuestros puntos de vista'... Yo tuve la impresion que ellos realmente establecerian increible cuidado para tales caracteristicas fisicas como largas cabezas y pelo claro."
Tan convencido estaba que los judios fueron marcados para su destruccion en Alemania que el pidio a la comunidad internacional que ayudara a establecerlos fuera del Reich pero tuvo muy poco exito. Como Deborah Lipstadt escribio en su revision de los diarios, ahora publicada como un libro, Abogado para los Condenados, "McDonald, a diferencia de muchos de sus contemporaneos, intento hacer una diferencia en lo que se volveria una historia unica de condena y destruccion." En diciembre de 1935 el renuncio como protesta ante la falta de apoyo para su trabajo.
Mas tarde el jugo un rol en la creacion de Israel actuando como intermediario entre la administracion Truman y los padres fundadores.
Hoy todos sus diarios privados estan en el Museo americano del Holocausto, y como ellos terminaron alli es una historia aparte.
En mayo de 2003 la directora de la biblioteca del museo recibio una carta de la hija del hombre que iba a escribir la biografia de Mc Donalds, diciendo que su padre habia muerto prematuramente y ella poseia unas 500 paginas de los diarios. Ella entrego los escritos al museo y los archivistas se dieron cuenta inmediatamente que no solo era la coleccion de enorme importancia historica sino que ellos representaban solo una fraccion de sus trabajos totales.
Llevando a cabo meticulosas investigaciones, el descubrio que el resto del material estaba en manos de la hija de McDonald, Barbara McDonald Stewart, tambien historiadora. Ella acordo donar las 10000 paginas tipeadas del diario al museo y acordo coeditarlas para la publicacion. El primer volumen, cubriendo los años 1932-1935, aparecio en 2007.

Luego que se retiro como embajador para Israel, McDonald - quien habia estado en terminos de conversacion con Hitler, Roosevelt, el Cardenal Pacelli (Pio XII) y Chaim Weizmann - continuo como un apasionado sionista y ayudo a vender Bonos de Israel hasta su muerte en 1964.

Seguro que el merece una calle, una sinagoga y otros adecuados monumentos como gran amigo de Israel y los judios.

Fuente: The Jerusalem Post

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