jueves, 17 de septiembre de 2009

MENSAJE DEL PRESIDENTE PEREZ


Con esperanza, el próximo año nuevo será celebrado con la concreción de nuestros deseos: alcanzar la paz, aumentar la seguridad, promover el crecimiento económico, salvaguardar el futuro del Pueblo Judío y reforzar los vínculos entre Israel y nuestros hermanos judíos de la Diáspora.
La oportunidad de alcanzar la paz nos llama, y debemos responder, aún asumiendo el costo de dolorosas concesiones. La obstinada postura del mundo árabe al decir “no” a las negociaciones, “no” al reconocimiento de Israel y “no” a la paz, hoy en día ha sido triplicada por el “si” a la Iniciativa de Arabia Saudita.
La comunidad internacional está a favor de apoyar las decisiones para avanzar en el proceso de paz, y tengo la confianza de que, coordinando esfuerzos, la visión de una paz generalizada puede alcanzarse. Esto generará estabilidad, tranquilidad, seguridad y prosperidad para nuestros niños y para las generaciones futuras.
Las armas nucleares en manos de fundamentalistas extremistas presentan un peligro para toda la humanidad, no sólo para Israel. Una amplia y consolidada postura de la comunidad internacional contra Irán es lo que pedimos. Rezo para que se elimine esta terrible ajn amenaza para toda la humanidad y para que el mundo pueda disfrutar de una nueva era de paz y seguridad.
La economía israelí está mostrando las primeras señales de recuperación de la crisis económica global. Las señales de la macro economía son alentadoras y estos indicios se reflejan en un creciente rango de inversiones, la industria de la alta tecnología está resucitando y las empresas vuelven a surgir. Este es el tiempo de aprovechar las oportunidades. Este es el tiempo para invertir en Israel en campos como la energía alternativa, la producción de agua, las infraestructuras de seguridad para el Estado, las herramientas de educación y relacionadas al aprendizaje, y la industria de células madre. Esto constituye el futuro, y lo tenemos en nuestras manos.
Con nuestros hermanos de la Diáspora, es vital la construcción de vínculos basados en fundamentos sólidos de sociedad y educación. Lo que es más, el rol de la educación judía en la Diáspora no debe ser subestimado. Sirve como cimiento de puentes que conectan a las comunidades judías del exterior con Israel. Sirve como compromiso entre la joven generación de judíos y nuestra nación y como base de una mayor conciencia sobre el significado de la relación entre Israel y la Diáspora. Servirá para preservar nuestro rico legado y tradiciones.
El espíritu de la sociedad debe mejorarse en todas las aéreas de las relaciones Israel-Diáspora. Estamos enfrentando dramáticos desafíos que resaltan la necesidad de permanecer unidos en momentos de juicio, siendo responsables el uno del otro, tal como lo dictan nuestros profetas. Lo que es más, una amenaza contra las comunidades judías del mundo es similar a una amenaza contra el Estado de Israel en sí mismo, y el destino de los judíos de la Diáspora tiene su lugar en el centro del corazón israelí.
Estimados amigos, mientras comenzamos este nuevo año, quiero desear, desde el corazón, mis buenos deseos para el Pueblo Judío de la Diáspora, con la esperanza de que sea un año de alegría y buenos momentos para todos.
Y recemos para el regreso a salvo de todos los rehenes y soldados desaparecidos.
Deseo un año bueno y dulce
Shana Tova U’Metukah,
Shimon Peres

Traducción por Gabriela Laham
Fuente Iton Gadol

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