lnterpol no consiguió romper la inflexibilidad de los iraníes para encontrar una solución a los pedidos de captura de ex funcionarios de su régimen, en la causa judicial del atentado en la AMIA. No hubo un compromiso establecido para que respondieran a las reiteradas rogatorias de la justicia argentina, con la mediación del organismo basado en Lyon.
La reunión de ayer, entre el secretario general norteamericano de Interpol, Roland Noble y la delegación iraní, encabezada por el embajador y ex encargado de negocios en Buenos Aires, Mohsen Baharvand, terminó con la misma frustración que la del día anterior, cuando el fiscal argentino Alberto Nisman y su equipo se sentaron infructuosamente a negociar con Irán.
Los protegidos
En Argentina, algunos pensaron que el régimen iraní ofrecería en esta mesa de negociaciones algunas cabezas de figuras políticas iraníes, antes defendidas y hoy apostrofadas por el mismo gobierno del presidente Ahmadineyad. Pero se equivocaron.
Salvo Ranfansani, que tiene solo captura, el ex canciller Ali Velayati, el ex ministro de inteligencia Ali Fallahijan, el jefe de las guardias de la revolución Mohsen Rezai, el actual ministro de defensa Ahmad Vahidi, el sheih y ex agregado cultural en Argentina, Mohsen Rabbani, el ex tercer secretario de la embajada iraní en Argentina Ahmad Ashgari, el ex embajador Wadi Soleimanpour y Imad Mougnieyh, que murió volado en Siria; todos están mencionados como "alertas rojas" de Interpol.
Se les impide, a riesgo de ser detenidos, trasladarse. Salvo que sea en misión oficial y con pasaporte diplomático.
Fuente: The Jerusalem Post
Esta vez , el encuentro entre el jefe de Interpol y los iraníes fue a solas, sin los argentinos. Noble estaba molesto por la negativa de la delegación iraní a encontrar "un compromiso" para encontrar un camino en la resolución del caso AMIA, cuando Argentina ha pedido la captura de ocho iraníes que forman o formaron parte del régimen de los mullahs.
El embajador Mohsen Baharvand, jurista de formación, lideró una vez más la negociación en Lyon. Se sentaron también el jefe de Interpol en Teherán Mohamad Reza Kamiri y el juez iraní Yadolaah Alizadeh, que abrió una causa en Teherán a los argentinos --incluidos jueces y fiscales del caso AMIA-- cuando solicitaron la captura de los funcionarios en Irán. No hubo el más mínimo avance. Vagamente, el embajador iraní dijo que Interpol enviara las rogatorias, sin poder comprometerse a una respuesta.
La embajada iraní en París exigió a Clarín el envio de un fax con los requerimientos para comentar el encuentro con los argentinos. Hasta ayer no había respondido.
Según una fuente cercana a esa negociación, el jefe de Interpol le expresó su molestia y planteó en duros términos que se había acordado "otra actitud "de los iranies, tras "el compromiso" conseguido tras su viaje a Teherán. Expresó que no había sido respetada y que se sentía "decepcionado". El embajadar Baharvand se excusó y dijo que carecía de "instrucciones" de su gobierno para avanzar más en el tema. Argentina había propuesto un juicio a los imputados en un país neutral, con un tribunal con al menos tres jueces argentinos.
"Nosotros nos encontramos con una pared iraní", dijo el fiscal Nisman a este diario en Lyon. "Desde el primer momento intentamos acomodar nuestra posición para desbloquear el caso, tratamos de ser creativos. Ellos fueron desactivando una a una las propuestas de Argentina. Lo que más me sorprendió es que rechazaron también las propuestas de la secretaria general de Interpol".
Fuente: Diario Clarin
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