lunes, 1 de marzo de 2010

HISTORIAS DE SOBREVIVIENTES 1‏


Oldrich Stransky crecio en una familia judia checa. Los nazis mataron a sus padres y hermano y lo deportaron a Auschwitz. Spiegel hablo con el acerca de sobrevivir en el infierno.

SPIEGEL: Estaba usted conciente de su entorno judio mientras crecia?

Oldrich: Bueno, yo creci en una familia judia en Brüx, luego en Cesky Brod. Era lo suficientemente claro. Pero mi padre ni siquiera nos registro a mi o a mi hermano en la comunidad.

SPIEGEL: el era miembro?

Oldrich: No, mi padre ya habia abandonado la comunidad. El no tenia confesion religiosa. Mi padre siempre decia: no puedes buscar una religion hasta que no seas lo suficientemente listo. Continuo sin serlo hoy.

SPIEGEL: Entonces fue el regimen nazi quien forzo en usted su identidad judia en primer lugar?

Oldrich: Si, usted puede decir eso. En el verano de 1941, los nazis ordenaron al Consejo Judio de Praga presentar jovenes judios capaces de trabajar. El presidente de la comunidad judia de Cesky Brod se dirigio a mi padre y dijo: Tu tienes alguien para nosotros, no? Asi fue como termine en Lipa, en un llamado campo de reeducacion. Pero era realmente una granja donde se producian productos alimenticios para los nazis. Se suponia que estaria tres meses, pero el dia que dije adios a mis padres y hermanos fue la ultima vez que los vi.

SPIEGEL: Sabe cuando y donde fueron muertos sus padres y hermano?

Oldrich: Fueron llevados de Theresienstadt a Majdanek en julio de 1942. Mi madre fue directo a las camaras de gas. Mi padre y hermano trabajaron hasta morir haciendo trabajos de caminos.

SPIEGEL: Entonces usted permanecio en Lipa por mas de tres meses.

Oldrich: Si, uno casi podria decir afortunadamente. Porque yo lo estaba pasando relativamente bien alli, habia suficiente para comer. Fui enviado a Theresienstadt solo dos años mas tarde, en septiembre de 1943.

SPIEGEL: las condiciones alli fueron mucho peores.

Oldrich: Si. Desafortunadamente, eso no fue dejado lo suficientemente en claro en la exhibicion de estos dias. Es colocado demasiado enfasis en recordar a la gente de las atracciones culturales en oferta aqui-- teatro, musica, etc. Pero lo que sucedia a la gente grande en Theresienstadt-- y a chicos y gente discapacitada tambien--es apenas mostrado. Miles murieron frente a nuestros ojos. La comida era mala, las condiciones higienicas eran pobres. Realmente todo eso era terrible.

SPIEGEL: Sabia que se pondria peor cuando le dijeron que seria llevado a Auschwitz?

Oldrich: No. Usted sabe, yo tenia 22 años. Cuando alguien es joven, se dice: No importa donde me lleven, no hay necesidad de temer. Yo puedo trabajar. Soy saludable, despues de todo.

SPIEGEL: Cuando se dio cuenta que eso no era cierto para Auschwitz?

Oldrich: Cuando llegue a la estacion de tren alli-- directamente. La gente de los SS nos golpeo metiendonos en camiones y nos llevo a Birkenau. Para entonces, en diciembre de 1943, la rampa en Birkenau no existia. Yo pinte la escena. (El señala su pintura).

SPIEGEL: Cuando pinto el cuadro?

Oldrich: Solo en 1989. Yo siempre he dibujado, desde que regrese del campo de concentracion. Yo solo dibujaba para mi propio placer, con un lapiz. Pero entonces, tome parte en un curso de pintura. Queria registrar las escenas decisivas en Auschwitz-- la puerta mostrando las palabras "Arbeit macht frei", los detenidos trabajando por alli, y los SS por alla.

SPIEGEL: Cuando se dio cuenta que los SS estaban gaseando gente en Auschwitz?

Oldrich: Mire, cuando nos llevaron al campo en el camion, vimos cercos de alambre de puas a ambos lados, torres con guardias SS y luces de busqueda que iluminaban completamente el campo-- todo eso dificilmente era normal. Y cuando llegamos a las barracas y reencontramos a la gente que conociamos de Theresienstadt, vimos la diferencia: cuan miserablemente se veian, como se habia deteriorado su condicion. Al final encontre a mi viejo amigo Franta Piritz. El habia estado en Auschwitz tres meses mas que yo. Y el sabia acerca de las camaras de gas, por supuesto.

SPIEGEL: Que hacia usted en Auschwitz?

Oldrich: Trabajo de caminos. Era terrible. Habia lodo en todas partes. Transportabamos las piedras en una carreta. Usted puede verlo en la pintura, en la esquina izquierda. Nosotros trabajabamos 10, 12 horas por dia, sin importar como estaba el tiempo. Y estabamos muy mal vestidos. Pero yo fui afortunado alli tambien. El dia despues de nuestra llegada, tuvimos que entregar todas nuestras ropas y nos eran entregadas nuevas. Y cuando meti la mano en el bolsillo de mi chaqueta, encontre dos billetes: $120!

SPIEGEL: El propietario anterior los habia olvidado?

Oldrich: El fue probablemente enviado a las camaras de gas. El saco tambien contenia una etiqueta de Amsterdam. Probablemente pertenecio a un judio holandes. De todas formas tu podias obtener muchos cigarrillos por ese dinero. Ellos eran la moneda secreta en el campo. Tu podias comerciar cinco cigarrillos por sopa o una rodaja de pan.

SPIEGEL: Cuando fue el numero del campo tatuado en su brazo?

Oldrich: Cuando tuvimos que desnudarnos completamente. Habia algunos detenidos polacos que nos afeitaron- nuestras cabezas, nuestros cuerpos completos, todo. Entonces llego el numero. Muchos intentaron sacarlo de alguna forma. Pero yo pense: Si sobrevivo, no tengo que estar avergonzado, y si no lo hago, de todas formas no importa. Pero hubo veces-- mas tarde, en los años 1950s, en que los comunistas aqui establecieron juicios de espectaculo antisemita. En esa epoca yo vestia solo mangas largas, solo para estar seguro.

Fuente: Der Spiegel

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