viernes, 5 de marzo de 2010

: Historias de sobrevivientes 4‏

La profesora de estudios alemanes Ruth Klüger discute su autobiografia "Continuar viviendo" y estaciones en la vida que la llevaron desde Viena a Theresienstadt, Auschwitz y California.

SPIEGEL: En este momento usted tiene un puesto de investigadora en la Universidad de California en Irvine, y antes de eso fue profesora invitada en la Universidad de Gottingen. Regresa alguna vez a su hogar natal en Viena?

Ruth: Si

SPIEGEL: Pero las emociones que usted experimenta en Viena deben ser muy diferentes de como se siente en Gottingen.

Ruth: Si, lo que es extraño es... como decirlo? Nuestras personalidades son tales que nosotros instintivamente confiamos en nuestras experiencias mas que utilizar nuestros cerebros. Para mi Gottingen no es una ciudad nazi, aun cuando yo se que Braunschweig esta muy cerca...

SPIEGEL: Braunschweig es por supuesto donde Hitler fue hecho ciudadano aleman en 1932.

Ruth: Exactamente. Pero Viena apesta de antisemitismo. Para mi cada guijarro en Viena es antisemita. Si yo no hubiese huido a tiempo con mi madre y su amiga para el fin de la Guerra, podria haber terminado en Bergen Belsen. Pero yo nunca he estado alli y no voy a estos sitios recordatorios en campos de concentracion.

SPIEGEL: Estos sitios recordatorios no son construidos seguramente con usted en mente.

Ruth: Simplemente no es mi campo.

SPIEGEL; Pero usted viaja ocasionalmente a Viena?

Ruth: Yo obtuve un profesorado invitado alli. Fue muy desagradable. La gente con quien tenia que trabajar era detestable.

SPIEGEL: Entonces usted cree que el antisemitismo esta aun profundamente arraigado en la ciudad? Que siempre estara alli?

Ruth: Viena nunca se librara del antisemitismo. Yo tengo el sentimiento que la ciudad ni siquiera quiere ser. Cuando tuve la invitacion para ir alli, no pude evitar pensar: "esta es la universidad donde tu padre estudio." Y a las primeras pocas semanas que estuve alli, no podia evitar el pensamiento que mi padre estaba detras de mi. Me preguntaba lo que el hubiese dicho si hubiese estado alli. Y a las pocas semanas supe lo que el hubiese dicho: "Tu eres bastante estupida por haber venido aqui."

SPIEGEL: Los lectores de "Continuar viviendo" probablemente tendran la impresion que la relacion con su madre era tanto simbiotica como tensa. Fue ese el resultado de su aislamiento en Viena?

Ruth: Quizas. No se olvide que yo no tenia ni siete años cuando Hitler marcho sobre Austria. Yo recien habia comenzado la escuela. La llegada de los alemanes es cuando mis recuerdos de infancia comienzan, debido a que todo sucedio tan rapido. Todos los dias acontecia algo nuevo. A los chicos judios no se nos permitia asistir a las escuelas comunes. Fuimos sacados de una escuela judia a otra. Yo pienso que asisti a siete escuelas diferentes en cuatro años. Y por supuesto, no aprendi nada.

SPIEGEL: Eso debe haber hecho el vinculo con sus padres mas intenso.

Ruth: No, para nosotros los chicos, los adultos no eran particularmente accesibles. Claramente ellos estaban todos muy nerviosos; ellos no sabian lo que pasaria despues. Entonces nosotros intentabamos mantenernos alejados de ellos lo mas posible. La unica cosa que me quedaba era leer.

SPIEGEL: La politica tuvo un impacto en su vida en 1938 luego de la anexion de Austria por la Alemania de Hitler?

Ruth: Mi familia era social democrata. Por supuesto a mi padre se le habia quitado su licencia de practica, y solo se le permitia tratar a mujeres judias.

SPIEGEL: Su padre era ginecologo.

Ruth: Si, y entonces fue enviado a prision. Yo escuche del resto de la familia que fue debido a que habia practicado un aborto ilegalmente.

SPIEGEL: Hay parte de su libro que me intrigo un poco: su padre huyo solo a Francia en 1938...

Ruth: ... y no llevo a mi familia con el.

SPIEGEL: Exactamente por que?

Ruth: Yo hable con un primo en Inglaterra debido a que eso me intrigaba tambien. "Por que no pudo llevarnos con el?" Le pregunte. Y el me contesto: "Eres tan ignorante que tienes que preguntar eso? Quien hubiese pensado entonces que las mujeres y niños estaban en peligro?" Mi padre estaba en peligro, entonces tuvo que huir.

SPIEGEL: El asumia que podria regresar?

Ruth: No tengo idea. Desearia saberlo. Quiero decir, yo tenia ocho años la ultima vez que vi al hombre.

SPIEGEL: Que sucedio con su padre?

Ruth: Por un largo tiempo asumi que habia terminado en Auschwitz. Pero resulto no ser el caso. Cuando mi libro fue publicado en frances, alguien se puso en contacto conmigo, y me conto acerca de un grupo de 900 hombres que fueron transportados a los estados balticos. Alli habia una lista y el nombre de mi padre estaba en ella. Pero usted sabe, yo tambien descubri cuando regrese a Viena que muy pocos chicos judios permanecieron realmente en Viena. Si mi madre lo hubiese permitido, los nazis me hubiesen permitido abandonar. Yo podria haber ido a Inglaterra.

SPIEGEL: Con un transporte de chicos?

Ruth: Si. Habia tambien transportes ilegales a Palestina. Pero tu no puedes condenar a ninguna madre por querer quedarse con su hijo.

SPIEGEL: Cuanto tiempo permanecieron usted y su madre en Viena?

Ruth: Hasta 1942. Ellos nos enviaron a Theresienstadt; lo que en cierta forma era una mejoria: yo estaba con gente nuevamente. En Viena estaba forzada a sentarme en un cuarto oscuro todo el dia y leer. En mi angustia yo leia resmas de poesia. Yo puedo aun recitar las baladas de Schiller. Por favor, no comencemos porque no terminare.

SPIEGEL: No se preocupe. Cuales son sus recuerdos mas importantes de Theresienstadt?

Ruth: Estabamos completamente famelicas. Pero es duro compartir experiencias como esa. Tu no puedes realmente describir el hambre. Tu puedes decir dos o tres frases acerca de el, pero en realidad para el final de la guerra, todo estaba infundido y apuntalado por el hambre. Aunque Theresienstadt era mejor que Viena, yo no quiero dar la impresion que de alguna manera era un lugar placentero. Sino que solo quiero decir que tener la compañia de otros jovenes equilibraba todos los problemas fisicos.

SPIEGEL: Cuando se dio cuenta que las condiciones en Auschwitz serian tanto peores?

Ruth: Mientras estabamos aun en Theresienstadt. Por eso no queriamos dejarlo. Al principio todos trataban la conversacion sobre otros campos como un rumor. Pero un dia, un grupo de chicos que habian sido mantenidos apartados de otros prisioneros, vinieron de Byalistok. Nosotros escuchamos que ellos estaban realmente muy temerosos de ducharse. Entonces ellos sabian claramente que este era el metodo utilizado por los nazis.

SPIEGEL: Usted ha contado la historia de como su madre dijo luego de llegar a Auschwitz "No sobreviviremos esto. Nos mataremos." En esa epoca usted no entendio lo que ella queria decir. Simpatiza con ella ahora?

Ruth: Si, pero solo despues. En ese momento pense que mi madre habia enloquecido completamente. Solo imagine, usted tiene 12 años y su madre dice: "Ahora vamos a morir."

SPIEGEL: Era inimaginable para usted.

Ruth: Por supuesto. A los 12 años tu quieres vivir. Habia buenas razones por las cuales mi madre enloquecio. Ella se habia dado cuenta rapidamente que habiamos aterrizado en un lugar terrible. Que estaba sucediendo algo que nunca antes habia sido hecho. Otra gente, que usted podria decir que era mas normal, decia: "Que puede suceder? Despues de todo estamos en Europa Central". Una mujer que habia llegado con nosotros de hecho dijo eso.

SPIEGEL: Lo cual, incluso en esa epoca usted sintio como un argumento extraño.

Ruth: Si. Debido a la extraña paranoia, la que probablemente ella siempre tuvo, mi madre rechazaba eso y estaba convencida que estabamos listas. Ella fue paranoica hasta el final de su vida. Una vez manejando pasamos por un accidente de transito y ella dijo: "Viste aquellos oficiales de policia? Ellos quieren deportarme."

SPIEGEL: Quizas una consecuencia de estas terribles consecuencias.

Ruth: Podria ser. Pero mas interesante aun es la pregunta de si la gente que es paranoica reacciona mejor cuando estan siendo realmente perseguidos que aquellos que no son paranoicos. Eso entonces contradiria la teoria de Bruno Bettelheim y otros que una persona completamente racional, alguien que ha sido llevado correctamente, sabria como reaccionar ante emergencias y crisis. Que, por ejemplo, tu te unirias a los partisanos y te defenderias. Pero ese aparentemente no es el caso. Son los locos quienes reaccionan correctamente ante situaciones locas.

SPIEGEL: Una buena teoria que quizas sea comprobada con el caso de su madre.

Ruth: Si, no lo cree usted?

SPIEGEL: No lo se. Pero regresando a esta mujer que dijo despues de llegar a Auschwitz: "Despues de todo estamos en Europa Central." Quizas estaba ella pensando que los rumores tales como los gaseamientos de los prisioneros eran dificiles de creer. Se sorprendio por la reaccion de esta mujer?

Ruth: Un poco, si. Yo lentamente comence a darme cuenta que los adultos sabian menos que yo. Que yo estaba adelantada a los adultos debido a que habia nacido en este periodo y no tenia que adaptarme a el.

SPIEGEL: Usted ya estaba conciente de esto de niña?

Ruth: Seguro. Los adultos estaban todo el tiempo hablando acerca de cosas que no significaban nada para mi. Todas las cosas que eran parte de una existencia libre, de clase media. Yo no habia conocido nada de eso. En cambio, aprendi a ser precavida. Desde el mismo comienzo.

SPIEGEL: Yo encuentro el escepticismo de esta mujer bastante sensible. Despues de todo ella simplemente creia que una cultura tan avanzada, como esa de los alemanes, seguramente debio haber llevado a una sociedad mas sensible.

Ruth: Y que? Este genocidio fue llevado a cabo en Europa central por un pais donde practicamente todos podian leer.

SPIEGEL: Nosotros sabemos eso ahora. Pero dejando eso a un lado, no cree usted que la cultura de Europa central provee algun tipo de defensa contra el barbarismo, aunque una imperfecta?

Ruth: En este tema, yo estoy bastante lejos de ser sensata. No creo que nos protegio de ninguna manera o forma. Mas bien lo contrario. Las culturas a las que solemos referirnos como primitivas, al menos se apegan a las leyes. Asi, por ejemplo, nosotros sabemos que podrian haber quitado el cuero cabelludo de sus enemigos, pero no de su propio pueblo. Esto podria no haber sido creido en la Europa cultivada. Despues de todo, todos nosotros eramos su "propio pueblo". Nosotros eramos ciudadanos alemanes o austriacos. Y el hecho que no ibamos a la iglesia no molestaba en realidad a tanta gente. Especialmente dado que la asistencia a la iglesia estaba en baja entre el resto de la poblacion.

SPIEGEL: Usted fue sometida a extremas dificultades fisicas y por supuesto psicologicas en Auschwitz. Alguna vez se encontro en situaciones que la hacen recordar esa epoca?

Ruth: Oh, usted sabe, por años yo pense que era el tipo de persona capaz de sobrevivir a un campo de concentracion. Pero cuando mas grande me pongo, mas claro se me hace que no lo soy. Y ahora que soy grande, se que no sobreviviria dos semanas

SPIEGEL: Entonces usted era por supuesto mas fuerte fisicamente.

Ruth: Bueno, si, pero la respuesta a su pregunta de haber recordado esa epoca: me sucedio una vez. Yo habia quedado fuera de mi casa y debi esperar en la escalera toda la noche. Estaba condenadamente frio. No fue hasta las cinco de la mañana que los periodicos eran entregados que pude ingresar. Estaba tan congelada que me llevo horas, con una ducha caliente y asi, volver a calentarme. Pero en cierta forma me hizo recordar todo. Incluso me trajo de regreso un sentimiento de solidaridad con la gente de mi niñez, una cierta reafirmacion y cierto tipo de contento.

SPIEGEL: Recuerda situaciones concretas en Auschwitz?

Ruth: Raramente. Por un lado toda esta experiencia en el campo de concentracion parece tan lejana para mi ahora, que es casi imposible imaginarla apropiadamente. Y yo apenas puedo recordar el hecho que estuve alli. Por otra parte, lo opuesto tambien es cierto...

SPIEGEL: Que la experiencia esta tambien muy presente?

Ruth: No. Que tu te preguntas: Como salimos? Como fue posible salir? Ese pensamiento a veces se me cruza una y otra vez.

SPIEGEL: Y como salio al final?

Ruth: Hubo una seleccion de prisioneros aptos para trabajar en junio de 1944. En el momento parecia tan facil: en el primer intento fui descartada, pero entonces intente nuevamente y fui seleccionada para trabajar. Viendolo ahora, parece loco. Yo soy realmente una de las personas mas jovenes que tu encontraras que estuvo en Birkenau en esa epoca y se las arreglo para salir. Tenia solo 12 años.

SPIEGEL: No fue sino hasta octubre de 1944 que cumplio 13 años.

Ruth: Si. Mi madre y yo no pasamos a traves del proceso de seleccion en las rampas cuando llegamos, sino que fuimos directamente al campo familiar. Por supuesto el campo familiar no era un living amistoso. Solo queria decir que hombres y mujeres de Theresienstadt estaban en el mismo campo. Ellos entonces decidieron seleccionar a mujeres de entre 15 y 45 años para trabajar. Mi madre decia: "Debemos hacerlo. Es nuestra unica opcion." Y yo dije: "Pero tengo 12 años y no me veo mas grande." Y ella contesto: "Entonces di que tienes 15". Y yo pense si digo tales mentiras no tendre mas que problemas y solo Di-s sabe lo que me sucedera. Entonces me puse en la fila y cuando llego mi turno dije que tenia 13 y fui rechazada.

SPIEGEL: Fue separada de su madre?

Ruth: No. Estuvimos paradas un rato y mi madre dijo: "Ahora ve e intenta nuevamente." Y debido a que me presiono tanto, lo hice. Yo estaba totalmente en contra, y no crei que funcionara. Aun entonces yo estaba muy esceptica acerca de lo que mi madre pensaba. Esta vez me pare en otra fila. Creo que la linea en que estaba era controlada por el Dr. Mengele...

SPIEGEL: ... que era el doctor que tomaba la decision acerca de quien debia morir y quien debia vivir.

Ruth: Creo que si. No quiero asegurarlo, pero creo que lo reconoci en fotos que vi mas tarde. Una de las mujeres que estaba escribiendo la informacion vino y me dijo: "Cuantos años tienes?". Y dije: "13". Y ella dijo: "Di, que tienes 15." Uno o dos minutos mas tarde, llego mi turno y dije al doctor: "Tengo 15." Y el dijo: "Pero ella no parece, se ve debil." Y la mujer tomando notas dijo: "No, no, se ve fuerte. Mire, tiene piernas fuertes, puede trabajar. Lo dijo muy amablemente.

SPIEGEL: La mujer no habia dudas que era tambien prisionera.

Ruth: Si, ella era prisionera. Nunca olvidare eso. Solo puede haber una explicacion de por que ella hizo eso: ella queria hacer algo bueno y quiso ayudarme. Ella no tenia otra razon para hacerlo. Para mi esta escena es, para decirlo, el epitome de la bondad desinteresada. Yo por supuesto he pensado mucho en ella desde entonces.

SPIEGEL: Las guardias femeninas actuaban realmente tan diferente de los SS?

Ruth: En Auschwitz yo me di cuenta muy rapidamente que tu debias llamar la atencion lo menos posible. Entonces tuve muy poco que ver con los SS. Ellos solo hacian un horrible griterio por el lugar. Tambien los encargados de los bloques, que eran tambien prisioneros, hacian eso. A nosotros se nos gritaba y regañaba constantemente. Y yo me hice lo mas pequeña posible. Lo que no era muy dificil, ya que era pequeña.

SPIEGEL: Y que paso despues en el campo de trabajo?

Ruth: Las primeras guardias femeninas con las que estuve realmente en contacto fue en Christianstadt, eran traidas de Auschwitz. Este era un subcampo perteneciente a Gross Rosen en Silesia. Algunas de estas mujeres eran desagradables, otras no. En general las mujeres son menos violentas que los hombres.

SPIEGEL: Que tenia usted que hacer alli?

Ruth: Los prisioneros mas grandes trabajaban en fabricas de municiones. Yo siempre trabaje fuera en el bosque o la cantera.

SPIEGEL: Y trabajo por el lado de su madre?

Ruth: No, ella trabajaba en otro lado. Pero, si, era en el mismo campo. Nosotras siempre estuvimos juntas.

SPIEGEL: A pesar de todas las tensiones entre ustedes dos, estar con su madre debe haber sido una bendicion.

Ruth: Definitivamente. Yo no lo negare. Pero lo mejor de todo fue que mi madre habia encontrado a esta maravillosa amiga Susi, a quien yo realmente queria. Ella recien murio tres años atras en Los Angeles.

SPIEGEL: Que paso cuando los nazis cerraron el campo?

Ruth: Tuvimos que marchar y marchar, mas y mas, con todos los otros prisioneros. Yo estaba realmente debil y completamente famelica. Entonces en la segunda noche, seis de nosotros nos escapamos. Tres eran checos: nosotros estabamos bastante cerca de la frontera entonces ellos obviamente pensaron que podrian lograrlo. Los otros tres eramos mi madre, Susi y yo, queriamos llegar con los rusos. Nunca lo logramos. Era imposible pasar el frente. Al final pasamos como refugiadas alemanas y nos las arreglamos para ser llevadas en tren a Baviera.

SPIEGEL: NO era ese un gran riesgo? Alguien se veia tan miserable como ustedes?

Ruth: Yo pienso que en esa epoca, cuando todos estaban viviendo en la calle, nadie estaba observando demasiado. Pero por supuesto fuimos afortunadas. Una vez fuimos señaladas y hasta arrestadas. Pero el policia no sabia bien que hacer con nosotras. Su jefe no estaba alli y los rusos estaban disparando detras de el. Entonces nos dejo ir libres. Le dire: pura suerte.

SPIEGEL: Recuerda el dia que la guerra termino?

Ruth: Si. Para mi la guerra llego a un final en abril. Nosotras habiamos alcanzado Straubing y los americanos ya estaban alli. De pronto vimos a un policia militar en la esquina dirigiendo el transito. Entonces mi madre llego hasta el y le dijo que veniamos de un campo de concentracion. Y el miro alrededor, cubrio sus oidos con sus manos y dijo algo asi como: "Mas de ellos nuevamente. Ya he tenido suficiente de todo eso."

Fuente: Der Spiegel

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