El presidente israelí visitó inesperadamente Rusia a las 24 horas de la desaparición del buque en el Atlántico
El misterio dura ya más de un mes: ¿dónde y por qué desapareció el barco ruso Arctic Sea, secuestrado a finales de julio y encontrado por la marina rusa a mediados de agosto?. El semanario estadounidense 'Time', tras una amplia investigación, afirma que encontró las huellas de los servicios secretos israelíes, Mosad, ya que aparentemente el buque transportaba secretamente misiles rusos hacia Siria o Irán.
El diario israelí de mayor difusión, 'Yediot Ajronot', señalaba ayer en portada que "piratas enviados por el Mosad se apoderaron en alta mar del Arctic Sea", que abandonó Finlandia el 22 de julio en dirección a Argelia. Supuestamente, transportaba madera por un valor de menos de dos millones de dólares. Dos días después, ocho presuntos piratas abordaron la embarcación y la secuestraron. Una semana más tarde cortaron las comunicaciones, y sólo tres semanas después de la partida, en Cabo Verde, en el Atlántico, fueron detenidos por una fuerza militar rusa compuesta por varios barcos de guerra y submarinos. Los piratas arrestados eran ciudadanos rusos y estonios, que fueron llevados en aviones militares de transporte hacia Moscú para ser interrogados.
Existen numerosos interrogantes sobre la desaparición del buque. El relator de la Unión Europea sobre piratería, el almirante estonio Tarmo Kouts, declaró a Time que "la actitud de Rusia en este incidente se debe a que el barco transportaba misiles y fue interceptado por agentes al servicio de Israel".
Moscú desmiente esta versión. Sin embargo, el periódico Komsomolskaya Pravda cita a un alto mando de la armada rusa, relacionado con la investigación, que cree que el Arctic Sea llevaba misiles hacia Irán. "Se trata, según parece, de misiles antiaéreos S-300 o de misiles de crucero X-55 –con un alcance de 3.000 kilómetros–. La mafia que normalmente transporta armas podría ser responsable de un envío en el que estarían involucrados altos funcionarios rusos". Según el oficial ruso citado por el rotativo, la detención del barco evitó una situación complicada para Moscú.
Se cree que la fugaz visita a Rusia del presidente de Israel, Shimon Peres, podría estar relacionada con el incidente. Peres se encontró de forma inesperada con su homólogo ruso, Dimitri Medvedev, el 18 de agosto, 24 horas después de la detención del barco. El Ministerio de Exteriores israelí explicó que la cumbre de cuatro horas de duración (a solas y a puerta cerrada) estuvo dedicada a las ventas de armas y equipos militares a países hostiles a Israel. Según los portavoces oficiales de Jerusalén, Peres subrayó que "Israel tiene pruebas concretas de que armamento ruso es entregado por Irán y por Siria a organizaciones terroristas tales como Hamas e Hizbulah".
El Kremlin ignoró la venta de armas, pero un portavoz destacó que "ahora Rusia e Israel entienden mejor las posiciones de las dos partes". La presidencia del Gobierno israelí, el Mosad y los servicios de seguridad interna, Shin Bet, reaccionaron con un lacónico "sin comentarios".
Expertos consultados por La Vanguardia señalan que la explicación más lógica es que Israel haya detectado armas estratégicas destinadas a Irán o Siria y decidido actuar en la sombra para no poner a Moscú en un aprieto públicamente. Sin embargo, lo ocurrido podría ser usado por Israel para presionar a Rusia en todo lo que concierne a la venta de armas en Oriente Medio.
Fuente: La Vanguardia- España
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