miércoles, 3 de marzo de 2010

ELLOS REALMENTE OLIAN A SANGRE- Parte 2 de 3‏




Parte 2: Oh, que enorme matadero es el mundo:

SPIEGEL: El 5 de noviembre de 1941, usted escribio a sus padres: "Lo que papa dice es cierto: La gente sin inhibiciones morales exuda un olor extraño. Yo puedo ahora ver a esta gente, y muchos de ellos realmente huelen a sangre. Oh, que enorme matadero es el mundo." Penso usted que podia detectar a los asesinos?

Annette: Si, al menos yo pensaba eso en esa epoca. Si tu eres el amo sobre la vida y la muerte, te comportas y mueves en forma diferente que otra gente. Tu das la impresion que eres el que toma todas las decisiones.

SPIEGEL: Evitaba usted a estos hombres?

Annette: Bueno, tu podias elegir al menos la gente con la que querias hablar.

SPIEGEL: Sus cartas contienen muchos pasajes como "Pero los judios, que manejaban casi todos los negocios, estan todos muertos". O, "no hay mas judios aqui en Zwiahel". Usted no escribio nada acerca de matar o asesinar. Tenia miedo de ser censurada?

Annette: Por supuesto. Usted sabe, yo era una chica ansiosa. Yo escribi a mi madre-- quien era completamente diferente a mi--que ella no hubiese durado alli ni un dia. Y yo estoy segura que ella hubiese encontrado la forma de salir de alli. Quedandote alli tu estabas basicamente apoyando el sistema. Pero yo no sabia que razon daria para querer partir, y necesitaba un permiso para regresar a Alemania.

SPIEGEL: Piensa usted que su familia entendia sus pistas?

Annette: Por supuesto

SPIEGEL: Podia usted discutir estos temas con las otras enfermeras?

Annette: No, no discutiamos tales cosas.

SPIEGEL: Pero alguien sabia lo que estaba sucediendo?

Annette: Yo no puedo decir con seguridad si los soldados en el frente sabian. Pero todos detras de las lineas-- y especialmente aquellos que habian estado alli por un tiempo-- sabian de ello.

SPIEGEL: Por que esta tan segura?

Annette: Porque, conversando, siempre se asumia que todos sabian. Yo no le he contado aun, pero un dia yo estaba en un coche con un sargento llamado Frank. El dijo que el era de Münster y que iba a ser parte de una importante campaña en los dias siguientes en la cual gente iba a ser iba a ser ejecutada por un escuadron de ejecucion. El dijo que estaba haciendolo debido a que queria una promocion. Le dije de no hacerlo, que el no podria dormir despues de eso.

SPIEGEL: Y?

Annette: Lo hizo, de todas formas, y luego se me quejo de no poder dormir y cuan mal se sentia. "Te lo dije", conteste.

SPIEGEL: Por que cree que el confio en usted?

Annette: A menudo, las conversaciones con los soldados tenian un motivo personal. Ellos eran todos hombres que no habian visto una mujer por mucho tiempo. Estaban las mujeres ucranianas, por supuesto, pero ellos no podian hablar con ellas--y todos ellos tenian una intensa necesidad de hablar. En otra ocasion, estaba subida a un camion, cuando el conductor comenzo repentinamente a contarme que en Kasatin, un pueblo al oeste de Kiev, habian permitido que varios cientos de judios pasaran hambre por dos dias antes de dispararles debido a que los escuadrones de fusilamiento habian estado ocupados en otro lado.

SPIEGEL: Y eso fue algo que el le conto en privado?

Annette: Si. Pero habia otra historia de la que todos sabian. Los granjeros alemanes controlaban el area de Zwiahel, uno de los cuales era un Señor Nägel de Hesse. Habia una historia de como una vez, cuando un grupo de judios siendo llevado frente a la casa, su ama de llaves-- que era tambien judia-- rio. Se dice que entonces el la empujo junto al grupo de los otros judios. No me llevo mucho darme cuenta que estaba tratando con criminales.

SPIEGEL: Usted escribio a su madre: "Pronto, llegare al punto que pasare todo el enojo justificado, y entonces me sera mas facil procesar las cosas. Aun la gente mas decente aqui ya ha llegado a ese punto. Una vez que no tienes que ver todo-- y en general, las cosas ya pasaron aqui--tu puedes olvidar. Pero yo continuo terriblemente molesta cuando veo un chico y se que estara muerto en 2 o 3 dias." Es como si usted estuviera buscando alguna forma de tratar con las cosas horribles que estaban pasando.

Annette: No recuerdo exactamente. Yo pude haber escrito eso tambien para engañar a los censores.

SPIEGEL: Por supuesto, sus cartas tambien contienen pasajes que llevan a uno a creer que usted se dejaria infectar por lo que la rodeaba.

Annette: No. Mi padre habia sido abogado, pero a el se le habia prohibido la practica desde 1933, entonces yo estaba muy temerosa de la censura. Yo nunca fui antisemita. Al contrario, en muchas ocasiones mas tarde en la guerra, ayudamos a judios perseguidos.

Fuente: Der Spiegel

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