martes, 16 de marzo de 2010

Shlomo Venezia: superviviente de Auschwitz: Di-s quiso salvarme para que contara lo que paso‏




Shlomo Venezia, escritor italiano superviviente de Auschwitz, ha ofrecido su sobrecogedor testimonio en El Café de las 7 de La Mañana de la COPE cuando se cumplen 65 años de la liberación del campo de concentración nazi de Auschwitz (Polonia), el mayor símbolo del Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial.
Escritor italiano superviviente de Auschwitz, donde trabajó en las cámaras de gas, Shlomo Venezia tiene 86 años. Habla ladino o judeoespañol, la lengua que hablan los sefardíes expulsados de España. Es el último sonderkommando que queda con vida. Los Sonderkommandos eran grupos de presos judíos obligados por los nazis a transportar los cadáveres de sus compañeros muertos desde las cámaras de gas hasta los hornos crematorios. Eran los únicos conscientes de lo que realmente pasaba. Vivía en Salónica cuando Grecia fue invadida por los alemanes. Tenía 19 años. Lo llevaron a Atenas y desde allí a Polonia, a Auschwitz. No pudo despedirse de su madre. Los separaron al llegar al campo de concentración. Como hablaba un poco alemán lo seleccionaron para un sonderkommando. Roberto Begnini lo llamó para preparar ‘La vida es bella’.Shlomo Venezia ha relatado cómo llegó al campo de Birkenau y no volvió a ver a su familia (su madre, tres hermanas y un hermano) Venezia recibió dos golpes en la cabeza al bajar del tren y fue separado de sus familiares. A partir de ese momento fue reclutado como sonderkommando. Cuenta que por la mañana les daban una copa de agua sucia “que no se sabía lo que era, sólo que estaba caliente“, después les daban una sopa de piel de patata y al acabar la jornada, a las 6 y media de la tarde les daban “80 gramos de pan y 5 gramos de margarina“.”El hambre es una cosa muy muy mala“, dice Shlomo Venezia, que nos ha contado cómo después de 7 días de prisión en Grecia y 11 de viaje en tren “no sabíamos cómo estar en pie“. Los que trabajaban en ese lugar, nos ha dicho, no tenían “nada de esperanza“ de salir de allí con vida, porque “allá no tenía que quedar ninguno“, pero cree Shlomo Venezia que “nosotros fuimos ayudados; Dios quiso salvarnos para que se hable al mundo de lo que paso en ese lugar“. Venezia estuvo trabajando en los crematorios durante 8 meses, “aunque tenía que estar sólo 3 meses, después de 3 meses nos mataban. Tuvimos fortuna“, ha contado a La Mañana de la COPE.
Fuente: Cope- Publicado en e-Sefarad

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