EL CAMINO A LA IIª GUERRA MUNDIAL (Parte 7 de 10)‏

Parte 7: 'Yo se que Inglaterra Permanecera Neutral'


Los historiadores se han dado cuenta desde entonces que la situacion militar para los aliados occidentales estaba lejos de ser desesperada. Hitler habia expuesto la Alemania occidental movilizando tropas hacia el este para la invasion de Checoslovaquia. Ademas, las reservas petroleras de Alemania eran a duras penas suficientes para una campaña militar de cuatro meses. En forma significativa, altos funcionarios militares alemanes temian una guerra mundial. Un pequeño grupo, que incluia a Beck y Weizsäcker, hasta planearon montar un golpe en el evento que estallara la guerra.
Pero mientras Hitler descartaba las advertencias de sus generales-- "Yo se que Inglaterra permanecera neutral", decia-- el peor de los escenarios siendo pintado por expertos britanicos y franceses jugaba en las manos de aquellos politicos que querian evitar la guerra a toda costa.
El occidente en esa epoca, estaba tan desconcertado con la personalidad de Hitler y sus objetivos como lo esta hoy sobre los motivos y planes del presidente irani Mahmoud Ahmadinejad. Podria un enfoque determinado disuadir a Hitler y asi preservar la paz? O la resolucion occidental simplemente alentaria a los partidarios fanaticos de Hitler a concentrarse tras el, haciendo mas dificil para el hacer compromisos?
A principios de septiembre, mientras los signos de un ataque aleman crecian, Chamberlain decidio reunirse con Hitler en persona, aparentemente en la creencia que el, y solo el, podria desarrollar una relacion razonable basada en la confianza.
El premier se reunio con el Führer dos veces, primero el 15 de septiembre de 1938, en el retiro de montaña de Hitler cerca de Berchtesgaden, y una semana despues en el Hotel Dreesen en Bad Godesberg, cerca de Bonn. El no estaba abiertamente impresionado por su anfitrion; en una carta a su hermana, Chamberlain escribio que Hitler parecia "completamente mediocre" y no resaltaria en una multitud.

Serio Error de Calculo
Para asombro de Hitler, Chamberlain, un democrata al que el despreciaba, probo ser intransigente. Es cierto que el premier britanico acordo, junto con el frances, en presionar a checos y eslovacos a entregar los Sudetes. Pero Chamberlain no estaba dispuesto a entregar el resto de Checoslovaquia, y el le dejo en claro a Hitler que si Checoslovaquia era atacada, Gran Bretaña y Francia se pondrian del lado de Praga. Hitler podria tener todo-- solo que no con violencia. Los dos hombres bifurcaron sus caminos sin haber alcanzado un acuerdo concluyente.
Para ese punto, Chamberlain debio haber repensado su estrategia, ya que la posicion de Hitler debe haber planteado la cuestion de por que el arriesgaria un conflicto militar si el simplemente estaba interesado en los Sudetes, una concesion que Occidente ha habia hecho. Pero luego de su primer reunion con Hitler, el premier destaco: "Aqui hay un hombre en el que se podria confiar cuando el ha dado su palabra." Las intenciones del canciller del Reich eran "limitadas", dijo Chamberlain. Raramente un estadista hubiese tenido tan serio error de calculo.
Por supuesto, el analisis de Hitler de la situacion estaba tambien fuera de la marca. El deliro, amenazo y establecio ultimatums-- la actuacion usual. En la noche del 26 de septiembre, el monto a 20000 de sus partidarios en el estadio del Palacio de Deportes de Berlin. En respuesta, la multitud cantaba: "Führer, comandanos! Nosotros te seguiremos!"
Por primera vez, sin embargo, la gente probo estar impresionada por tales actuaciones. El anuncio de Hitler que habria guerra para la semana siguiente si el britanico mantenia su posicion estaba en riesgo de dispararse sobre el.
El dictador estaba presionado de todos lados-- por asesores, ministros y oficiales militares-- no para arriesgar el salto en la oscuridad. Aun los punteros nazis como Göring podian no entender por que Alemania debia ir a la guerra por algo que podria no tener nada.

'Yo no puedo llevar a cabo una guerra con esta gente"
Para impresionar a los diplomaticos extranjeros, Hitler ordeno a una division llevar a cabo un desfile en Berlin en la tarde del 27 de septiembre. El Führer esperaba una inundacion de entusiasmo publico, similar a la respuesta en 1914. En cambio, el fue forzado a observar como los peatones se escabullian en las entradas o miraban fijamente a los soldados en helado silencio.
Fue la mas "sorprendente demostracion contra la guerra que yo jamas hara visto", escribio el periodista americano radicado en Berlin, William L. Shirer. Hitler salio de alli y dijo: "Yo no puedo llevar a cabo una guerra con esta gente aun."
Cuando Mussolini, bajo presion de Chamberlain, argumento por una solucion pacifica la siguiente mañana, el dictador se quejo. "No tenemos un punto de inicio para la guerra", destaco un desilusionado Goebbels, uno de los pocos halcoles en el liderazgo nazi.
Veinticuatro horas despues, los aliados se reunieron en Munich con Hitler y Mussolini, quien penso posicionarse como negociador de la paz europeo, para firmar un acuerdo. De acuerdo al plan, Checoslovaquia iba a devolver los Sudetes al Tercer Reich. Unos pocos dias mas tarde la junta polaca ataco a la indefensa Praga con lo que Churchill llamo "la furia de una hiena" y anexo una region disputada. A cambio de los Sudetes, el Führer prometio renunciar a todo uso de violencia.
En Londres, los residentes de la capital britanica saludaron a su Primer Ministro con ovaciones, llamandolo "el buen viejo Neville" y cantando "Porque es un buen compañero."

Fuente: Der Spiegel
Foto: El canciller aleman Adolf Hitler saluda a unidades del ejercito aleman el 5 de octubre de 1939 en Varsovia.