El Gobierno y el Sionismo

ARTICULO PUBLICADO EL 13 DE MAYO 2009, SECCION OP., PAGINA 15, DIARIO LA NACION DE COSTA RICA





El Gobierno y el sionismo
Nuestro Gobierno le debe al pueblo de Costa Rica una explicación
Abogado Eric Scharf





¿Conocerá nuestro Gobierno que Israel es la única democracia del Medio Oriente? ¿Sabrá que Israel les otorga iguales derechos, libertades y protecciones a todos sus ciudadanos, incluyendo a los 1, 3 millones de árabes-israelíes que conforman casi el 20% de la población israelí? ¿Estarán conscientes nuestros dirigentes de que Israel reconoce 15 religiones, incluyendo el islam, las cuales tienen libertad para profesar su fe? ¿Sabrán que la democracia israelí es la única en el Medio Oriente con leyes proteccionistas de las minorías?

Quizás algunas autoridades de Costa Rica no saben que todas las minorías no judías en Israel, incluyendo los árabes-israelíes , tiene derecho a voto y que siempre han estado representados en el Congreso israelí (" Knesset "). Puede ser que desconozcan que muchos árabes-israelíes han ocupado cargos de alto nivel en Israel como ministro, miembros de la Corte Suprema de Justicia, embajadores y comandantes de la Policía.

Valores universales. ¿Acaso algunos funcionarios de nuestra política exterior desconocen que todos esos valores están contenidos en la Declaración de Independencia de Israel, que establece que "Israel... está basada en los principios de libertad , justicia y paz... garantiza absoluta igualdad política y social... independientemente de su religión , raza o sexo... y garantiza las libertades de religión , de creencias , de expresión , de educación y cultura"?

También podría ser que nuestro Gobierno no comprenda que Israel, con esa base de principios, se originó del sionismo, movimiento político dirigido a dotar de un Estado al pueblo judío , para protegerse de la persecución y discriminación de la que era objeto en muchos países. Quien no solo conoce esta realidad, sino que comparte plenamente esos valores contenidos en el sionismo, no permitiría que nadie los ataque. Levantaría su voz y reaccionaría ante cualquier intento por burlarse de ellos.

Quien crea firmemente en la libertad y la igualdad rehusaría, como lo hicieron 9 países, participar en una conferencia de la ONU en la que se preveía claramente el ataque a esos principios. De haber participado en la conferencia, se hubiera levantado del recinto en señal de protesta ante cualquier insulto contra tales principios, como lo hicieron otros 23 países durante el aberrante discurso del presidente iraní. En el peor de los casos, al menos hubiera condenado el hecho posteriormente, tal y como lo hicieron múltiples Gobiernos y organizaciones no gubernamentales.

¿Otra posición? Históricamente, Costa Rica sí había demostrado compartir los valores del sionismo, al votar ante la ONU en contra de las propuestas que equiparaban el sionismo al racismo. Sin embargo, nuestro actual Gobierno parece tener otra posición.

Si Costa Rica es un país que cree en la protección de los derechos humanos, ¿cómo puede participar en una conferencia de la ONU cuyo comité preparativo estaba compuesto por los principales violadores de los derechos humanos como Libia, Cuba e Irán y que se inauguraría con un discurso del máximo negador del Holocausto y de quien persistentemente sugiere la destrucción de Israel?

Si Costa Rica es un país que aboga por la igualdad y la libertad, ¿cómo puede ser que quien nos representó en la conferencia no se retiró ante los descarriados comentarios del presidente iraní contrariando esos valores?

Si Costa Rica es un país que defiende la paz y el derecho de autodeterminación de los pueblos , ¿cómo puede ser que no se haya manifestado de forma clara y contundente en contra de la aberrante comparación entre sionismo y racismo?

Recordemos que la tragedia del holocausto se derivó de una combinación de dos males: el odio ciego de quienes lo perpetraron y la peligrosa ignorancia e indiferencia de los demás que callaron y no actuaron. Costa Rica no puede mantenerse apática e insensible ante hechos como los acontecidos en Durban II. Nuestro Gobierno le debe al pueblo de Costa Rica una explicación.



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