El Comité Ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) extendió ayer el mandato de Mahmud Abbas al frente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). De tal modo, con sus debilidades internas pero también con su garantía de moderación, el presidente palestino seguirá manejando los destinos del trabajoso proceso de paz con Israel.
El voto de la OLP que prorrogó las funciones presidenciales de Abbas se daba por descontado después de haberse confirmado la postergación de las elecciones, inicialmente programadas para el 24 de enero, ante el enfrentamiento entre los sectores internos más moderados y el grupo fundamentalista Hamas, rechazado tanto por Israel como por Estados Unidos.
Aunque el presidente había insistido en no ser nuevamente candidato, por ahora seguirá sin fecha de vencimiento y se habla del 28 junio de 2010 como fecha límite, a la espera de una "reconciliación nacional" con Hamas, en el poder en la Franja de Gaza.
La cúpula de la OLP aprobó también un documento de adhesión a la línea que subordina la reanudación de las negociaciones con Israel a un congelamiento pleno de los asentamientos de colonos judíos en Cisjordania y Jerusalén este, pero no sin reiterar el repudio al "retorno a la violencia" como arma de lucha política.
En una entrevista publicada ayer por el diario israelí Haaretz, Abbas cree que este objetivo podría ser punto de un acuerdo en el término de seis meses con la condición de que Israel acepte de inmediato "un congelamiento verdadero" de los asentamientos, como el presidente palestino sugirió hace poco al ministro de Defensa, Ehud Barak, en un coloquio secreto.
"De congelarse totalmente la construcción en la Cisjordania y Jerusalén Oriental, podremos llegar a un acuerdo de paz en 6 meses", declaró el líder palestino. Fue una promesa que sirvió incluso como título de la edición israelí del diario. La entrevista fue efectuada en árabe.
Las elecciones que llevaron al poder en Israel a una coalición de derecha truncaron las tratativas entre el ex premier Ehud Olmert y Abbas. Pero el presidente palestino, aparentemente reforzado tras una gira por Latinoamérica y el mundo árabe, intenta convencer al público israelí de que la paz es posible. En la entrevista, Abbas explica por qué le es imposible retornar a las negociaciones sin un compromiso israelí de congelar totalmente la construcción en la Cijosrdania y Jerusalén Oriental, una condición que no había impuesto durante las tratativas con Olmert. "No se trata de una condición palestina. Se trata de una de las etapas de la 'hoja de ruta' que propuso George Bush y que palestinos e israelíes aceptamos".
Abas reveló que había transmitido personalmente al ministro de Defensa, Ehud Barak, la propuesta. "Hablé dos veces en las últimas semanas con el ministro (israelí) de Defensa, Ehud Barak. Hace tres semanas le sugerí que Israel parase toda construcción en los asentamientos durante seis meses, incluido Jerusalén Este. Durante ese período podemos volver a la mesa (de negociaciones) e incluso completar las conversaciones sobre un acuerdo de estatus final. Aún tengo que recibir una respuesta", dijo el mandatario, con tono de resignación.
Mahmud Abbas afirmó finalmente que, aun cuando no había llegado a la meta de un acuerdo de paz durante el gobierno de Olmert, hubo adelantos en las tratativas. "Olmert entendió cómo eran las cosas", comentó.
Fuente: Diario Clarin
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