viernes, 24 de diciembre de 2010

Actriz de Harry Potter, casi víctima de un crimen de honor

Actriz de Harry Potter, casi víctima de un crimen de honor

Un episodio, publicado por el Daily Mail, pudo haber culminado en un “crimen de honor” en Gran Bretaña. Afshan Azad, de 22 años, la bella actriz inglesa de religión musulmana cuyos padres provienen de Bangladesh, que actuó en la última película de la saga de Harry Potter “Las Reliquias de la Muerte”,- en el rol de Padma Patil, una bruja que cursaba el mismo año que Harry Potter, interpretado por Daniel Radcliffe, en la Escuela Hogwarts de Magia y Hechicería 28 años- fue golpeada, llamada prostituta, escoria, y amenazada de muerte por sus propios familiares, cuando se enteraron que tenía un novio hindú.
La agredida Azad, presa del pánico se había escapado por la ventana de su dormitorio y tuvo que dejar su casa y huir de Manchester a Londres. La policía detuvo al padre de Afshan, Abul Azad de 53 años y a su hermano Ashraf de 28, al primero por amenazar asesinarla y al segundo por asalto y agresión. La damnificada debía testificar el 20 de diciembre en la Corte de Manchester Crown, pero no compareció ante los magistrados, razón por la cual, sus parientes cercanos no pudieron ser llevados a juicio. En virtud de ello, los fiscales decidieron aceptar una declaración de culpabilidad por asalto del hermano, quien junto a su padre fueron formalmente declarados inocentes del cargo de amenazas de muerte.
Un pequeño extracto de un capítulo del libro “Tras el Velo”, La mujer en el Islam, que escribió el autor de este artículo, explica y patentiza una práctica cada vez más generalizada.
“A pesar de no tener sustento en la doctrina del Islam, en países musulmanes u otros donde estos habitan, cada año son asesinadas aproximadamente 5.000 mujeres y niñas por crímenes de “honor”, cometidos la mayoría de las veces por los propios familiares, que pretenden con esos espeluznantes homicidios, restaurar el honor de la familia perdido o mancillado por el comportamiento de ellas. Esos verdaderos ajusticiamientos perpetrados para recuperar la honra, se originan en las exigencias de la comunidad o familia musulmanas "para que las niñas, adolescentes o mujeres, conserven su castidad sexual y virginidad”. Los "crímenes de honor" constituyen una forma reconocida de violencia contra las mujeres en la legislación internacional de derechos humanos, puesto que violan los derechos de la mujer a la vida y a su seguridad personal; a no ser torturadas ni recibir un trato inhumano o degradante, y a su igualdad ante la ley además de a una protección legal igualitaria.

Los "crímenes de honor" violan además los derechos garantizados a las mujeres por parte de la Convención de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) como la libre elección del cónyuge y el derecho a la igualdad en el matrimonio. La Recomendación General número 19 de la CEDAW define la violencia de género como una forma de discriminación contra la mujer y hace referencia explícita a los "crímenes de honor". CEDAW obliga a los Estados a proteger a las mujeres contra la violencia de género, incluyendo aquella cometida por miembros de su misma familia y a prevenir, investigar y castigar los actos de violencia contra las mujeres. La Convención requiere además a los Estados que descalifiquen el "honor" como una defensa legal por actos de violencia contra las mujeres. La Declaración de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se hace eco de estas obligaciones y afirma que, "Los Estados deben condenar la violencia contra la mujer y no invocar ninguna costumbre, tradición o consideración religiosa para eludir su obligación de procurar eliminarla", para que las niñas, adolescentes o mujeres, conserven su castidad sexual y virginidad”.

Existen dos tipos diferenciados de crímenes de honor: Sharaf e Ird. Ambos son códigos de honor de los beduinos anteriores al Islam, que están cayendo en desuso, por la aceptación de éstos de la Sharia, o los códigos penales como medio de administrar justicia. Con sharaf se designa tanto el honor de una unidad social, como la tribu o la familia, como el de los individuos, y está sujeto a fluctuación positiva o negativa. El fracaso de un individuo en seguir lo que se define como conducta moral adecuada debilita el estatus social de la familia o de la unidad tribal. Por otro lado, el sharaf de la familia puede ser realzado por comportamientos modélicos tales como la hospitalidad, la generosidad, el valor en el combate, etc. En resumen, sharaf se corresponde aproximadamente al concepto occidental de dignidad. Por el contrario, ird no designa más que el honor de las mujeres, y su valor no puede más que degradarse. Se relaciona más o menos con el concepto occidental de “castidad” y de “pureza”. De la misma manera que ocurre con estas nociones, un comportamiento moral ejemplar no puede reforzar el ird de una mujer, pero la conducta contraria puede acarrear daños irreparables. Además, ird prevalece sobre sharaf: el honor de la familia árabe o de la tribu, el respeto que se le reconoce, puede verse gravemente afectado cuando la castidad de una de sus mujeres es violada o cuando su reputación es manchada”.

Las víctimas de esta abominable práctica de crímenes de honor, no son en la mayoría de los casos, famosas como la actriz de Harry Potter, Afshan Azad, pero merecen igual protección y cuidado que ésta.

Rubén Kaplan.
http://www.rkpress.com.ar/

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