viernes, 31 de diciembre de 2010

Mensaje XXXVIII - Rab Isaac Ruben Yacar

24 de Tebet de 5771

31 de Diciembre de 2010

Encendido de las Nerot de Shabat: 20:00hs.
Shabat Finaliza: 20:50hs.

Perashá Vaerá.



Estas son las diez plagas:

La historia de la salida de Egipto es conocida por todos, en forma general. Los detalles de cómo ha sido el principio de la esclavitud, los años que han transcurrido cuando estuvieron subyugados bajo el dominio egipcio con trabajo forzosos están relatados y narrados en nuestra Torá, explicados en la Hagadá de Pesaj y en todos los libros de nuestros exegetas. La Torá nos relata que Hashem dijo a Moshé que era el elegido para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud. El plan consistía en diez plagas diferentes una de las otras.

Una de las noches más importantes del calendario judío es la noche de Pesaj, la cual las generaciones mayores transmiten la fe y relatan lo sucedido en Egipto. Como dice el versículo, “Vehigadtá Levinjá” (Le relatarás a tu hijo).

En uno de los Seder, el gran Rabino, Menajem Shaj ZZ¨L, fue consultado por uno de sus nietos para saber cuál es el motivo que fue necesario diez plagas para castigarlos. ¿A caso no hubiera sido suficiente una sola?

El abuelo le respondió: “Formulaste una excelente pregunta, ya que los sabios de la Mishná cuestionaron un interrogatorio similar sobre la creación del mundo: “El mundo fue creado por diez dicciones. ¿Y qué nos enseña esto? ¿Acaso no podía haber sido creado con una sola declaración?

Sino, esto fue dicho para que rindan cuenta los malvados, que destruyen el mundo creado mediante diez declaraciones, y remunerar con gran recompensa a los virtuosos, que conservan el mundo creado por diez declaraciones.” (Pirké Avot 5:1) También esta pregunta es buena cuestionarla sobre las plagas. Hashem podría haber continuado con la misma plaga hasta convencer a Paró y obtener la redención de Israel, y la pregunta es: ¿Por qué cesaba una plaga y continuaba otra?

Los participantes del Seder respondieron que estas plagas no vinieron solo para convencer a Paró para sacar al pueblo de Israel de Mitzraim. Con una plaga sola, les bastaba y sobraba. Las plagas vinieron para difundir la Emuná en los Iehudim, como está dicho: “Y para que tú le cuentes a tu hijo y a tu nieto…. las maravillas que hice dentro de ellos, a fin de que Ustedes sepan que Yo soy Hashem”.

Las diez plagas fueron diferentes una de las otras. ¿Cuál era el común denominador entre ellas? El Saba Mikelem comenta: Si queremos saber la esencia de un libro, queremos saber su esencia, abriremos su primera página, que escribe sobre “tal” tema, pero podría ser que en el desarrollo del libro, el autor relate temas variados y diferentes entre sí. ¿Cómo podríamos saber esto? Pasaríamos a la última hoja, si está escrita de la misma manera que en la primera, debe haber un hilo en común en todo el libro. Así dice la Guemará en Masejet Sotá 14:2: “La Torá comienza con Guemilut Jasadim, y concluye con Guemilut Jasadim” Quiere decir que “Guemilut Jasadim” es el hilo conductor de toda la Torá. El Jafetz Jaim investigo en toda la Torá y encontró una enseñanza de Jesed (bondad) en cada una de ellas.

Regresando al tema de las plagas, si reflexionamos sobre la primera y la última, las dos tienen un común denominador. De esta forma el resto están enmarcadas en el mismo hilo. En la primera plaga, Hashem le dijo a Moshé: “Toma tu vara y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre el Nilo, y las aguas se convertirán en sangre” (Shemot 7:9).

En la creencia de los egipcios

El Nilo estaba representado por el D-os Hapy, que era el desbordador del mismo, es decir que D-os le mandaba abundancia y fertilidad al mismo, por tanto al convertirse en sangre en el momento de la plaga, significaba la muerte de ese D-os.

Una vez convertido en sangre, los peces murieron. El Nilo era la fuente de vida de Egipto, ya que utilizaban las aguas para beber y regar. Los pescados eran su alimento, ya que el ganado lo consideraban como D-os, pero lo principal era que el orgullo de Egipto era el rio Nilo que desbordaba agua sin problemas. Su fuente de seguridad más grande se convirtió en sangre y los dejó perplejos.

También podemos observar en la última plaga, que en todos los hogares hubo hogares hubo muerto. Los primogénitos eran el orgullo del hogar, el apoyo de los padres y hermanos. En esta plaga golpeo al orgullo de ellos. Con esto Hashem le demostró quien es el que dirige y maneja el mundo y que todo está en sus manos.

Las plagas del 2 al 9:

El propósito de Hashem en estas plagas es quitarles todos elementos confiables.

El hogar es la seguridad del hombre donde se refugia , y los sapos la usurparon entrando a sus camas y llegando hasta los hornos y la masa. El cuerpo también lo era, y los piojos y la sarna se ocuparon de hacerles daño.

El hombre buscó la seguridad en las calles, y fueron atacados por los animales feroces.

Cuidaban sus rebaños y bandadas con mucha precaución y el granizo los destruyo. El granizo los mato y las langosta se ocuparon de destruirlo todo.

En el orden del día y la noche, se oscureció todo completamente. En resumen, estas diez plagas sirvieron de reflexión. El tiempo de suspensión entre una plaga y otra era de tres semanas. Esto se debía a que tenían que recapacitar y darse cuenta que la seguridad se encuentra en uno solo, y ese es Hashem.

Es por eso que cada una de las cosas que más apreciaban o creían que eran sus dioses fueron destruidas como en un abrir y cerrar de ojos.

Y por esto, Hashem demostró su fuerza en el agua, la tierra seca, en el aire, en el cuerpo, alma, como dicen las palabras de nuestros sabios comentaristas.



La vara de Moshé:

Hashem le pide a Moshé que se presente a hablar con Paró. Moshé no quería debido a su humildad y a su tartamudez. En ese momento Hashem se enojo. Al mismo tiempo le pidió que se presente con la vara de Itró, la cual había encontrado en su jardín.

“Toma en tu mando este bastón, con el que harás los milagros” (Shemot 4:17)

D-os le dijo a Moshé que llevara la vara milagrosa con él que había encontrado en el jardín de Itró. Esa vara estaba hecha de puro zafiro, y pesaba 40 Seá, es decir, 240 Okas (672 libras o 305 kg.)

“Habrás advertido lo pesada que es la vara”, dijo D-os. “Pero puedes sostenerla fácilmente con la mano. Eso deberá ser suficiente prueba de que podrás realizar milagros con ella”.

La vara era uno de los diez objetos que fueron creados apenas antes del primer Shabat, en el crepúsculo de la Creación. En la vara estaba inscrito uno de los nombres místicos de D-os, así como también una abreviación de las Diez Plagas con que D-os habría de atacar a Egipto:

DeTZaJ

ADaSH

BeAJaB

Estos tres acrósticos son abreviaciones de las plagas:

Sangre, ranas, piojos: Dam, Tzefardea, Kinim

Animales salvajes, plaga, sarna: Arov, Dever, Shjin

Granizo, langostas, oscuridad, primogénitos: Barad, Arbé, Jóshej, Makat Bejorot.

Esto será analizado en detalle en el sitio correspondiente.

Además, en la vara estaban inscritos los nombres de los Patriarcas:

Abraham, Itzjak y Iaacob, así como también los nombres de las seis Matriarcas: Sara, Rivka, Rajel, Lea, Bilá y Zilpá. También aparecían los nombres de los doce hijos de Iaacob: Reuben, Shimón, Leví, Iehuda, Isasjar, Zebulún, Dan, Naftalí, Gad, Asher, Iosef y Biniamin.

PENSAMIENTO ALUSIVO:

D-os no es naturaleza, pero la naturaleza es divina.

Este Dibré Torá es para Refue Shelemá Le:

- MEIR BEN LETICIA

-JAIM ISASJAR BEN LEA

-JOAQUIN BEN RAJEL

-RENA BAT ADEL

-BEILE FEIGUE BAT ESTHER

-HARAB DAVID ITZJAK BEN MIRIAM

-ITZJAK BEN ADELA

-ABRAHAM BEN ALBA



SHABAT SHALOM!!

Rab Isaac Ruben Yacar.

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