Prohíben la misa de Navidad en Indonesia

La República de Indonesia, el país insular ubicado entre el Sureste Asiático y Oceanía, y el cuarto más populoso del mundo, con una población de casi 240 millones de habitantes, de los cuales el 90% son musulmanes, es considerada un régimen “moderado” por Occidente. Desmintiendo ese concepto, la agencia Fides en Yakarta ha publicado el lunes 20 de diciembre de 2010 que las autoridades indonesias de Bogo (Java Occidental) han prohibido celebrar la Misa de Navidad y todas las actividades públicas y actos inherentes a la festividad, en Saint John, La Iglesia Baptista en Parung, Tulang Kuning, y Bogor Regency.
La prohibición oficial fue emitida en una carta que reiteró las razones de costumbre, a saber: la falta de un permiso de construcción para un lugar de culto (Izin Mendirikan Bangunan en indonesio). Sin ella, incluso rezar en la tierra propiedad de la Iglesia está prohibido. En Indonesia, los permisos son necesarios para cualquier tipo de edificio, pero cuando se trata de lugares de culto cristiano, éstos se emiten sólo después que 60 residentes que vivan cerca del lugar en que se erigiría la iglesia, hayan acordado por escrito el proyecto y el Grupo de Diálogo Inter- Fe local haya dado su aprobación, posibilidad altamente improbable. Corroborando la manifiesta intolerancia emanada de la Sharia, la ley coránica, los musulmanes más radicalizados están bregando y consiguiendo que los católicos,- calculados en dieciséis millones, cerca de 25 si se incluyen a los cristianos protestantes - y otras minorías religiosas, no puedan practicar sus cultos con libertad. Algunos feligreses católicos, quienes no suministraron sus nombres por razones de seguridad, dijeron a Asia News que la prohibición fue precedida por repetidas amenazas de los musulmanes locales, que se empeñan en impedir cualquier ceremonia cristiana en lugares públicos, y aún en las iglesias. Paradójicamente, muchos países europeos responden, como Francia, Gran Bretaña, Rusia y España entre otros, contrariando disposiciones y ordenanzas municipales, tolerando y permitiendo los rezos islámicos en la vía pública. La situación es particularmente preocupante debido a episodios de violencia ocurridos anteriormente. Algunos feligreses cristianos, que no quisieron dar sus nombres por motivos de seguridad, dijeron a la agencia de noticias que la prohibición fue precedida por repetidas amenazas de los musulmanes del lugar, que se empeñan en impedir cualquier ceremonia cristiana en lugares públicos, inclusive en las iglesias.
Los católicos temen que los islamistas puedan cometer actos violentos como ha acontecido en el pasado.
En 2005 grupos de musulmanes interrumpieron las celebraciones de Pascua en locales de cristianos. Más problemas surgieron en 2008, cuando cientos de musulmanes bloquearon el acceso a la tierra propiedad de la iglesia. En esa ocasión también, las celebraciones de Pascua fueron interrumpidas.
Creyendo equivocadamente que unos edificios que estaban siendo construidos en Cibeureum, Java occidental, iban a ser para una Iglesia cristiana, una turba de musulmanes los quemó el 27 de abril de 2010, además de la choza del velador y dos vehículos. Las construcciones pertenecían a la Fundación Penabur de educación cristiana e iban a ser un centro de conferencias o para recibir huéspedes. La institución mantiene unas 60 escuelas en el país. Aunque la policía empezó una investigación, por supuesto no encontraron a los culpables.
Los católicos son amenazados y sus iglesias son atacadas. Miles de cristianos han sido forzados a convertirse al Islam.
Estos y otros muchos casos son paradigmáticos de lo que sucede en Indonesia. Los miembros de otras confesiones son víctimas de una ola de intolerancia alimentada por los radicales islamistas. Las agresiones son cada vez más virulentas porque las autoridades locales no están interesadas en tomar medidas drásticas para detenerlas y por el contrario, con su proceder estimulan la persecución.

Rubén Kaplan
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