a muestra ‘Fuego en mi Corazon’ revela su valentia y sus vividos escritos.
Martes, 21 de diciembre de 2010
Eric Herschthal
No hay razon para pensar que una chica rica en Europa, registrada en una fina escuela privada, rendiria todo para vivir en un calido y fetido desierto. Pero esto era Hungria en 1939. Los nazis estaban sentados en su frontera, y esa chica privilegiada era judia. Mas importante, ella era Hannah Senesh, una adolescente precoz cuya asombrosa facilidad para las palabras fue empatada solo por su profunda valentia moral.
En “Fuego en mi Corazon: La Historia de Hannah Senesh,” una conmovedora exhibicion ahora en vista en el Museo del Legado Judio, nosotros vemos como la ominosa amenaza de antisemitismo obligo a Senesh a emigrar a Palestina y ayudar a construir una nueva nacion alli.
Senesh habia dejado a su madre y hermano detras; su padre, un destacado dramaturgo, murio mucho antes. Pero cuando la vida en Palestina comprobo ser menos idilica que lo que ella esperaba — el sexismo en su kibbutz significaba que ella podia aspirar a no mas que una gerente de cocina, y ella pasaba mas tiempo matando moscas que construyendo escuelas o plantando arboles — ella se unio a la campaña de guerra.
En 1943, el ejercito britanico enrolo a 30 judios en Palestina para una mision para rescatar soldados atrapados detras de las lineas enemigas en Europa. La brigada judia tenia un objetivo mas personal tambien; salvar a miembros de la familia aun atrapados en Europa. Tres de los voluntarios eran mujeres, una de ellas era Senesh.
“Mi querida madre,” escribio Senesh en una carta a su madre, Kato, aun viviendo en Budapest. La nota original esta en exhibicion, junto con docenas de pertenencias de Senesh — poemas manuscritos, un pesticida que ella usaba en Palestina, su maquina de escribir — muchos vistos por primera vez. "En unos pocos dias estare tan cerca tuyo — y tan lejos. Perdoname, madre, e intenta entenderme. Un millon de abrazos, Anny.”
La carta esta enviada desde Italia, datada el 13 de marzo de 1944, lo que significa que fue escrita seis dias antes que ella ingresara a Yugoslavia, en ruta a Budapest.
Senesh llego a la frontera hungara tres meses mas tarde, pero fue inmediatamente capturada. Los funcionarios hungaros la interrogaron, esperando obtener secretos acerca del ejercito britanico, pero ella no se moveria. Ellos arrestaron a su madre poco despues, permitiendo que las dos se reunieran solo brevemente. Despues que Senesh aun se rehuso a revelar nada, se le permitio a su madre salir. Pero para el fin del año, Senesh estaba aun en prision y finalmente fue condenada por traicion.
“La muerte, yo siento, esta muy cerca,” ella escribio en su poema, “Uno, Dos, Tres,” desde junio de 1944, mientras estaba en prision. El poema manuscrito, en hungaro, tambien esta en exhibicion, y concluye con estas lineas finales: “Yo podria haber tenido / veintitres en julio proximo. / Yo aposte que importaba mas. / El dado fue arrojado. Yo perdi.”
Fue el ultimo poema que ella escribio. Senesh llego a los 23, pero fue ejecutada por el peloton de fusilamiento no mucho despues, el 7 de noviembre de 1944. Los materiales que hicieron posible la exhibicion vinieron de los sobrinos de Senesh, Eitan y David Senesh, pero ellos han estado en posesion de la familia desde noviembre de 1944.
Una de las ultimas cosas que Senesh hizo antes de dirigirse a su mision de rescate fue recoger sus pertenencias en una maleta, la cual fue dada a su madre y hermano en caso que algo saliera mal.
Tanto su madre como su hermano, Giora, solo un año mas grande, sobrevivieron. Y es en parte debido a ellos que la historia de Hannah es conocida. Muchos de sus poemas y diarios estaban en esa valija, y para 1945, todos los judios en Palestina habian escuchado su historia. Cuando el Holocausto entro en su hora mas oscura, la vida de Senesh dio esperanza a los cientos de miles de judios viviendo en Palestina, que pronto se volveria Israel. Algunos de sus poemas hoy, como “Eli, Eli,” casi funcionan como el himno nacional de Israel.
Las entradas al diario de Senesh proveen mucha de la narrativa de la muestra, muchas de sus entradas reimpresas como muros.
Senesh comenzo a escribir poemas cuando tenia 7 años. Pero es cuando comenzo a escribir en un diario, a los 13, que vemos la profundidad emocional y la seriedad intelectual que mas tarde definiria su estilo.
En 1938, no mucho despues que su hermano parte a Paris, ella decide que la ventana se esta cerrando para sus propias posibilidades de partir. Y en Octubre, ella escribe lo que se convierte en la premisa para su escape: "Yo no se si ya lo he mencionado que me he convertido en sionista", escribe. "Para mi eso significa, en resumen, que ahora siento conciente y firmemente que soy judia y estoy orgullosa de ello. Mi objetivo es ir a Palestina."
Leer estas palabras hoy es ser recordado de la poderosa influencia que una vez tuvo el sionismo sobre los jovenes judios idealistas.
Fuente: extractado de The Jewish Week
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