miércoles, 22 de diciembre de 2010
Gracias o Afliccion
Por BM Weitzman
7/12/10
LA RECIENTE FIESTA MUSULMANA ID AL-ADHA, la Fiesta del Sacrificio, y la fiesta americana de Acción de Gracias son generalmente ocasiones familiares alegres. Pero las celebraciones de este año fueron templadas por la ansiedad y agitación. En el mundo árabe, el cuadro a traves de la región está, en el mejor de los casos, cargado de incertidumbre, y marcado por una cantidad de potenciales puntos de inflamación. Y las continuas depresiones economicas y guerras en el extranjero de América hacen que la euforia de la elección del Presidente Barack Obama dos años atrás parezca como historia antigua.
En primer lugar, la tarifa más "normal." Los temas de sucesión de liderazgo en Egipto y Arabia Saudita preocupan a las élites del país. La mano dura de las autoridades egipcias con los políticos de la oposición no muestra signos de ceder, dejando a la población cínica y alienada. La pregunta principal es si o no el presidente Hosni Mubarak de 82 años de edad, se presentará de nuevo para otro mandato el próximo año. Si no, va a tratar de ungir a su hijo Gamal? Cuál será la posición de la institución militar-burocrática, y en particular del Jefe de Inteligencia de 74 años de edad, Omar Suleiman?
Mientras tanto, el rey Abdallah de Arabia Saudita de 87 años de edad ha sido hospitalizado en los EE.UU. por lo que se dice ser una hernia de disco, mientras que su suplente, el príncipe Sultán, de 82 años, ha sido tratado por cáncer. Es sólo cuestión de tiempo antes que la "generación de los nietos" (descendientes del fundador del reino, Abd al-Aziz Ibn Saud) ascienda al poder, y maniobras a menudo oscuras en la familia real saudí de 3000 príncipes ya han comenzado. Jordania, por su parte, logró sin problemas su sucesión hace una década. Pero las recientes elecciones parlamentarias estuvieron marcadas por la participación de votantes pobres, el boicot del Frente de Acción Islámica, y una serie de episodios violentos. En el Golfo, el estallido de la burbuja económica de Dubai y la larga sombra de un Iran potencialmente armado nuclearmente es especialmente sombría.
Por el contrario, los países del Magreb están marcados por la estabilidad política y el relativo progreso económico. Sin embargo, la integración económica regional se mantiene fuera de su alcance, debido a las diferencias argelino-marroquíes sobre los 35 años de conflicto sin resolver por la región del Sahara occidental. La aparición del sombrío al Qaeda del Magreb Islámico también plantea un desafío para las fuerzas de seguridad del Estado.
Más problemático aún son los "estados fallidos" de la Liga Árabe: Irak, Líbano, Yemen y Sudán, cada uno de ellos posee el potencial como para desencadenar una crisis regional mayor. El Irak posterior a Saddam se ha convertido en el Líbano con mayúsculas: un país cuya élite rebelde sólo ahora, después de nueve meses de negociaciones, acordó frágiles acuerdos de compartir el poder, donde las lealtades políticas son principalmente sectarias, y donde las potencias regionales - Irán, Arabia Saudita y Turquía - tratan de influir en los acontecimientos y obtener una ventaja relativa, mientras que EE.UU. trata de salvar algo de la suya propia.
Yemen, una vez remoto y quitado en gran medida de los acontecimientos regionales más amplios, se ha convertido en "el Salvaje Sur": la base para al-Qaeda de la Peninsula Arábiga; una rebelión houthi chiita en el norte, adyacente a Arabia Saudita, planteando preocupaciones sobre supuesta penetración iraní: y una rebelión en la región sureña, la cuál fue independiente entre 1967-1990 y luchó una amarga y no exitosa guerra de secesión en 1994.
Sudán, escenario del mayor y más largo sufrimiento humano continuo de cualquier estado árabe de la liga desde su independencia en 1956, está al borde de una ruptura. Pronto, el 9 de enero, su región sur, que abarca 640.000 kilometros cuadrados (250.000 millas cuadradas, o poco más del 25% de la masa total de tierra del país), y aproximadamente el 20-22 % de la población (en algún lugar entre 7,5 y 10 millones de personas), votará según todos los relatos la secesión del país y establecerá un estado independiente, un derecho que les confiere un acuerdo de 2005, que puso fin a la guerra civil de Sudán de larga duración. La mayoría de los observadores creen que el potencial de amplio derramamiento de sangre en las postrimerías del referéndum es alto, dentro de la región sur, entre el norte y el sur (en particular por el control de los yacimientos de petróleo), e incluso posiblemente arrastrando a los países vecinos de África. El valle del Nilo ha sido siempre la línea de vida estratégica de Egipto, y Egipto a regañadientes renunció a su demanda a Sudán en 1954. El Cairo prefiere que el referéndum sea aplazado, y estará observando el desarrollo de los acontecimientos con inquietud.
En cuanto a Líbano, informes que el tribunal internacional especial que investiga el asesinato en 2005 del primer ministro Rafiq al-Hariri acusará a una serie de agentes de Hezbollah de haber cometido el crimen ha colocado al sistema político libanés, en estado de crisis. Los líderes de Hezbolá han dejado en claro que cualquier intento de hacer a la organización responsable del asesinato será resistido, levantando el espectro que el país volverá a ser sumergido en una guerra civil. Estos temores, y la posible extensión del conflicto en la esfera israelí-árabe, han enviado a los líderes arabes, turcoe e iraníes corriendo a tratar de limitar las consecuencias (las conclusiones del tribunal se espera que se hagan públicas a principios de 2011). El primer ministro turco Erdogan Por su parte, aprovechó la ocasión de su reciente visita al Líbano para advertir a Israel contra cualquier posible intromisión en los asuntos libaneses.
Todo esto no quiere decir que los asuntos israelí-árabes han caído fuera de la agenda. De hecho, dado el alcance de los problemas y puntos de inflamación alrededor de la región, los gobiernos árabes están más agudos que nunca para un avance diplomático, y buscan a Washington y la UE por ayuda. El hecho que Jerusalem se esté convirtiendo en un foco potencial de violencia entre judios y árabes hace su deseo mucho más agudo.
Dado este nivel de incertidumbre, así como las perspectivas difíciles de empleo para los jóvenes árabes y el sistema político general esclerótico en que viven, no es de extrañar que el último índice de Silatech (www.silatech.com), una amplia encuesta de Gallup, de jovenes de 15 a 29 años de edad en países de la Liga Árabe, muestre que el 30% de ellos desea emigrar en busca de una vida mejor, la mitad a los estados árabes ricos en petróleo del Golfo y la otra mitad a la Unión Europea o Norteamerica.
El autor es becario senior del Marcia Israel en el Centro Moshe Dayan de Estudios de Oriente Medio y África, Universidad de Tel Aviv.
Fuente: The Jerusalem Post- Este articulo fue traducido especialmente para el blog de OSA Filial Córdoba.
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