ANIZACIÓN SIONISTA MUNDIAL
Relevamiento en Sudamérica para acercar Israel a la Diáspora
20.12.2010 14:07 |
El rabino Yerajmiel Barylka ha estado unos días en Buenos Aires, enviado por el presidente de la Organización Sionista Mundial (OSM), Abraham Duvdevani, a fin de realizar un relevamiento en las comunidades de Brasil, Uruguay, Argentina y Chile de cara a un programa especial que ha de implementar en estos países con la finalidad de acercar al Estado de Israel a las familias judías diaspóricas e incentivar las actividades de los movimientos sionistas locales.
Durante su gira visitó las comunidades de Río de Janeiro, San Pablo y Porto Alegre, en Brasil; Montevideo, Uruguay, Santiago de Chile y finalmente Córdoba, Buenos Aires, Rosario y Santa Fe, en la Argentina.
Barylka explicó en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN) que “Duvdevani, quien asumió en junio, decidió como prioridad estimular el renacimiento sionista y la identificación israelí en Latinoamérica”.
El titular de la OSM “descubrió hace muy pocas semanas la existencia de una partida presupuestaria de la Secretaría del Ministerio de Educación de Israel y de la Knéset y logró obtenerla, peleando muy fuertemente”, relató el rabino.
Ella “posibilita que 20 familias israelíes se instalen en kehilot latinoamericanas y por lo menos uno de sus miembros no haga actividades curriculares, sino israelíes y sionistas en educación no formal con la comunidad escolar y, desde ésta, con la kehilá”.
“Dado que la partida presupuestaria se perdía si el proyecto no se iniciaba antes de fin de año y que las clases comienzan en marzo, era imprescindible contactarse con las comunidades y ver las posibilidades reales de enviar a la gente y adónde mandarlas” porque “hay un orden de prioridades: las kehilot de provincias alejadas, que no tienen presencia israelí, están antes que otras”, informó Barylka.
“Mi misión -especificó- es hacer un relevamiento, de las instituciones y escuelas, entrevistar a los dirigentes y directores y llevarme una impresión personal para establecer lo que se hará, junto con los equipos departamentales del Movimiento Sionista.”
“No formo parte de la estructura de la Organización Sionista; es decir que no cobro salario, sino que me contactaron específicamente, aprovechando dos cosas: mi disponibilidad de tiempo para viajar y mi conocimiento de la región y las personas”, aclaró el rabino oriundo de la Argentina, quien hasta el momento de concretar su aliá se había dedicado a la educación formal y no formal por más de 30 años, dirigiendo escuelas y centros comunitarios en Buenos Aires y México D. F., donde también estuvo al frente del seminario de capacitación docente.
“Luego de estas visitas estoy muy contento y muy triste a la vez”, resumió.
“Encontré una extraordinaria apertura de parte de las organizaciones sionistas, las escuelas y las kehilot -excepto una, por razones comprensibles- de querer ser socios y aceptar el modelo, lo cual nos coloca en un problema, pues pensábamos que 20 familias iban a sobrar y el cupo ya está pedido”, afirmó Barylka, quien en Israel se desempeñó, hasta su jubilación, en cargos directivos en el área educativa del Keren Kayemet Leisrael.
“Si tendríamos más presupuesto, lo ideal sería que en una ciudad que tiene varias escuelas de distinta corriente, cada una de ellas tuviera una persona dedicada full time; pero eso no va a poder ser”, se lamentó.
“Por otra parte -prosiguió- hay escuelas que tienen presencia israelí y no queremos competir con shlijim de tnuot (enviados de movimientos juveniles).”
El religioso destacó que “este programa no choca con ninguno de los existentes”; por el contrario, admitió que “hay una realidad: el presupuesto de la Agencia Judía se achicó y seguirá achicándose, y la Organización Sionista tampoco tiene fondos inagotables”.
En este contexto, la nueva propuesta “es una primera experiencia entre la Organización Sionista Mundial y el gobierno de Israel”.
Por otra parte, Barylka también señaló que “percibo en muchas kehilot algunos problemas muy serios y preocupantes”, como “la renuncia, a priori, a mantener el matrimonio endogámico”; es decir, que “los hijos del Pueblo de Israel formen familias exclusivamente entre judíos”.
“En estas giras -amplió- particularmente veo escuelas y comunidades que no preguntan (a los nuevos integrantes) si están convertidos por conservadores, reformistas u ortodoxos o no lo están, les da exactamente lo mismo y me parece que es un punto importante que hay que marcar.”
Además, “me preocupa la reducción drástica de horas de enseñanza de materias judaicas en las escuelas, con el pretexto de aumentar la del inglés o el pretexto de que no hay maestros”.
El rabino también lamentó “la pérdida de rumbo del judaísmo secular, que no se presenta siquiera como una opción judía, pues no existen más los movimientos seculares que contribuyeron, en gran parte, a la cultura judía en general”.
De todos modos, “no todo está perdido y es negativo: hay interesantes fenómenos de cómo pequeñas comunidades luchan, a veces con muy pocos medios, por sobrevivir, y veo el surgimiento de jardines de infantes fuera de los marcos conocidos y de sucursales de Jabad, que cada día va ocupando lugares más importantes que dejaron los seculares”.
Aun así, retomó Barylka, “lo más preocupante para mí es el surgimiento de una intelectualidad judía que no está a favor o en contra de lo que decide el gobierno israelí de turno, sino que pone en duda la legitimidad de la existencia del Estado de Israel”.
Se trata de “un fenómeno que se dio en Europa -particularmente en Inglaterra, donde quienes encabezan los boicots a las universidades israelíes son judíos e israelíes que residen en Gran Bretaña-, se ve en los campus de Estados Unidos y empiezo a percibir que lentamente está llegando aquí porque el espacio militante pro israelí no ocupa todos los vacíos”.
“Con este programa tratamos de dar una respuesta y de aumentar la presencia israelí en las comunidades, quizá como un contrapeso de lo que irremediablemente va a venir en los próximos años también en los países latinoamericanos y que puede ser mucho peor que la crisis que se vive hoy en día”, concluyó el rabino Barylka.
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