jueves, 9 de diciembre de 2010

LA MUERTE DE UNA RANA

By MARTIN SHERMAN
11/29/2010

"... Si usted pone [una rana] ... en una olla con agua tibia ..., flotará allí muy plácidamente. Mientras el agua se calienta gradualmente, la rana se hundira en un tranquilo sopor ... y en poco tiempo, con una sonrisa en su cara, sin resistencia se dejara hervir hasta la muerte. " - Daniel Quinn, La Historia de B

Para cualquier persona preocupada por el destino de la nación-estado de los judios, hay una advertencia grave en esta cita de un escritor estadounidense conocido. Se trata de una advertencia que será ignorada sólo en gran peligro, y que se está volviendo cada vez más pertinente - especialmente a la luz de las señales cada vez más perceptibles de la predisposición del Primer Ministro Binyamin Netanyahu a adoptar las medidas que prometió evitar (por ejemplo, un renovado congelamiento de la construcción), y la creciente fricción entre él y los ministros en su gobierno (por ejemplo, Moshe Ya'alon y Silvan Shalom), que insisten en que honre de hecho las promesas que hizo.
En los últimos años, Israel ha dado marcha atrás en varias ocasiones sobre las posiciones que ha adoptado, "adaptandose" continuamente a las situaciones que la exponen a riesgos de seguridad cada vez mayores y consintiendo con circunstancias que habrían parecido inconcebibles en el pasado no muy lejano.
Un punto de partida adecuado para ilustrar la gravedad de este fenómeno perturbador, y para medir qué tan drásticamente Israel ha permitido que sus posiciones sean erosionadas con el paso del tiempo, es el último discurso de Yitzhak Rabin en la Knesset. El 5 de octubre de 1995, exactamente un mes antes de su asesinato, Rabin solicitó la ratificación por parte de la Knesset de los acuerdos de Oslo II (o para dar su nombre completo, "el Acuerdo Interino sobre la Ribera Occidental y la Franja de Gaza") que fueron firmados dos semanas antes.
Restaurar la conciencia pública de esta erosión - y la comprensión de su significado - es crucial, sobre todo ya que la edad media de la población israelí está justo por sobre 28. Esto significa que aproximadamente la mitad de los israelíes no estaban todavía en su adolescencia en el "período de Oslo" y por lo tanto no tienen ningún recuerdo personal real de los acontecimientos que tuvieron lugar durante esos días aciagos - aparte de lo que fue proporcionado por la cobertura engañosa y distorsionada de una prensa tendenciosa, tanto en casa como en el extranjero.
DEBE SER recordado que las posiciones que Rabin presentó en ese momento fueron consideradas por muchos como extremadamente - incluso demasiado - concesivas. De hecho generaron controversia tan enconada que dividió a la opinión pública israelí en dos facciones amargamente rivales. Una gran parte de la población - aproximadamente la mitad - las vió como una capitulación total ante las presiones árabes, como el abandono y venta al por mayor de los principios del sionismo y todo lo que este defendía.
Muchos advirtieron que eran una receta peligrosa que podría poner en peligro la seguridad de Israel, de hecho, incluso su propia supervivencia. Es asi muy significativo que Rabin, quien un año antes fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz, rechazó la formula de "dos estados", desestimó la posibilidad de un retorno a las fronteras de 1967 y apoyó la preservación - de hecho la ampliación - de "los asentamientos."
Esto se reflejó claramente en las siguientes citas de su discurso de 1995: la visión de Rabin de la solución permanente excluye explícitamente el establecimiento de un estado palestino soberano. Según su opinión, el status final de una entidad palestina debe "ser una entidad que sea menos que un estado [sic] y la cual manejará de forma independiente la vida de los palestinos bajo su autoridad."
En cuanto a las fronteras finales del país, fue inequívoco: "Las fronteras del Estado de Israel, durante el acuerdo final, estarán más allá de la línea que existía antes de la Guerra de los Seis Días. No vamos a volver a las lineas del 4 junio de 1967."
En cuanto a lo que iba a ser incluido en las fronteras permanentes, el prescribió que - como mínimo - cuatro elementos deben ser asegurados: (A) una Jerusalem unida bajo soberanía israelí como la capital de la nación (b) el valle del Jordán como frontera de seguridad de Israel (c) la incorporación de los asentamientos existentes a través de la "línea verde" de 1967 en el territorio soberano de Israel y (d) el establecimiento de nuevos bloques de asentamientos a través de la Línea Verde como aquellos luego destruidos por la desconexión de Gaza.
Rabin estableció los cambios permanentes en las líneas de 1967 que el preveía de la siguiente manera: "Y estos son los principales cambios, no todos ellos, los que imaginamos y queremos en la solución definitiva: En primer lugar, Jerusalem unida, la cual incluirá tanto Ma'aleh Adumim como Givat Ze'ev - como la capital de Israel, bajo soberanía israelí ... La frontera de seguridad del Estado de Israel se encuentra en el valle del Jordán, en el sentido más amplio del término.
Los cambios que incluirán la adición de [los asentamientos] Gush Etzion, Efrat, Beitar y otras comunidades, la mayoría de las cuales se encuentran en la zona este de lo que fue la 'Línea Verde' antes de la Guerra de los Seis Días.
El establecimiento de los bloques de asentamientos en Judea y Samaria, como el de Gush Katif [sic]."
NO MENOS DIGNO de destacar- especialmente a la luz del actual furor por el "congelamiento de la construcción" - fue la posición de Rabin sobre la cuestión de la construcción en los asentamientos trans-Línea Verde. Ante la Knesset y el público, declaró: "... nos comprometemos a nosotros mismos ... ante la Knéset, a no arrancar de raíz un sólo asentamiento en el marco del acuerdo provisional, y a no obstaculizar la construcción para el crecimiento natural".
Este entonces fue el discurso parlamentario final de Rabin ante la nación, es así como el percibía la importancia de los Acuerdos de Oslo y la forma en que fueron presentados ante la opinión pública israelí.
Sin embargo, hoy si Israel fuese a adherir meticulosamente a la prescripción de Rabin - una receta por la cual, cabe recordar, fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz - sería desestimada como extremismo irrazonable e irrealista.
Ademas, a pesar de la drástica erosión de sus exigencias, Israel sigue siendo acusada- no solo por sus adversarios sino también por aquellos profesando amistad- de excesiva intransigencia, y una falta de disposicion al compromiso, que supuestamente mina cualquier posibilidad de llegar a una resolución del conflicto. Aun sigue siendo presionada para acceder a mas y mas concesiones, cada vez de mayor alcance que las anteriores, no para llegar a un acuerdo permanente, sino simplemente para coaccionar a los palestinos a regresar a la mesa de negociacion.
ENTONCES DE REGRESO a nuestra parabola del desafortunado anfibio que se relajó cuando las aguas estaban tibias, se adaptó cuando ellas se volvieron más calientes, y murió cuando comenzaron a hervir.
Dado el desgaste actual en las posiciones israelíes durante la última década y media, su continua aquiesencia a exponerse a riesgos siempre en aumento, y la cadena de acumulación de conceciones acordadas, la pregunta incisiva que debe plantearse es: Cuando será alcanzado el punto de ebullición letal.

El autor es director académico de la Cumbre de Jerusalem y da clases en estudios de seguridad en la Universidad de Tel Aviv.
Fuente: The Jerusalem Post- Este articulo fue traducido especialmente para el blog de OSA Filial Cordoba

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