viernes, 10 de diciembre de 2010

Parasha Vaigash‏

Horario (Bs As) Encendido Velas de Shabat 10/Dic/10 19:44 Hs.

SÍNTESIS DE LA PERASHÁ DE LA SEMANA

Los hijos de Iaacob llegaron al imperio egipcio para aprovisionarse, y se dirigieron al virrey de ese entonces. Al principio, no sabían que se encontraban tratando con el hermano que habían vendido como esclavo años atrás. Al cabo de diferentes peripecias, Yosef, que de él se trataba, no pudo soportar más la situación, y decidió revelarles su identidad. Hizo salir a todos los súbditos del recinto, y le dijo a sus hermanos: "¡Yo soy Yosef, aquél que vendieron como esclavo y luego fue enviado a Egipto! Pero no se preocupen. Yo estoy aquí para alimentar y sustentar a toda mi familia. No fueron ustedes los que me enviaron aquí, sino que HaShem así lo hizo para el bien de todos nosotros. Y ahora, apúrense. Vayan con mi padre y díganle que HaShem me puso como dueño y señor de todo Egipto".

BUENAS NOTICIAS DEL HIJO AUSENTE

El Pasuk reproduce las palabras de Yosef a sus hermanos: "¡Apúrense! se! Vayan con mi padre y avísenle que así dijo Yosef: '¡Me puso D-os como dueño y señor sobre todo Egipto!'" (Bereshit XLV 9).
¿Qué fue lo que le quiso decir Yosef a su padre? ¿Qué buena noticia recibirá Iaacob cuando escuche ese mensaje de boca de sus hijos? ¿Acaso Iaacob le otorgaría tanta importancia al hecho de que un hijo suyo sea el gobernador de Egipto? ¡Si es sabido que Nuestro Patriarca le enseñó a toda su familia a huir de los honores y la ostentación!
El Admu"r MiRuyin explica que de la expresión "Me puso D-os... sobre todo Egipto". Iaacob entendió que Yosef inculcó, en todos los nativos egipcios (todos idólatras). el concepto de que HaShem es el Amo del Universo. Y ésa, verdaderamente, es una buena noticia.
¡Qué actitud tan loable la de Yosef! Por lo general, cualquiera que haya sido llamado a ocupar un cargo importante, y mucho más cuando se trata de la función de jefe de gobierno, lo primero que hará será mencionar al superior (rey, presidente) que decidió su nombramiento. Sin embargo. Yosef no dijo: "El faraón me nombró virrey porque le caí en gracia" sino que todo lo atribuyó a la Voluntad del Eterno. Él tenía Fe completa y seguridad absoluta, que sólo porque HaShem lo dispuso, se encontraba en esa posición, y la noticia de que Yosef así pensaba, le produjo a su padre Iaacob una profunda alegría. Porque ya habían transcurrido trece años desde que Yosef se desvinculó físicamente de su hogar, y después de haber soportado una tempestad de sufrimientos, la luz del éxito le sonreía. ¡Y Yosef seguía tan Tzadik como si hubiese permanecido todo el tiempo al lado de su padre, y nada ni nadie g hizo cambiar!
Eso era lo mejor de todo lo que se enteró Iaacob acerca de su hijo; no pudo haber tenido una alegría más grande que ésa. Pues vio que, aun cuando Yosef podría haber argumentado que todos los honores que recibió fueron el resultado de su inteligencia y sabiduría, que por otra parte no faltaban; con todo, no lo hizo así. Ya desde el instante en que el faraón felicitó por haber descifrado su sueño, Yosef afirmó: "¡No soy yo! Es HaShem el que me infundió la inteligencia, ¡y con eso el faraón obtuvo la interpretación de su sueño!"

(Darké Musar – Vayigas)



TODO ESTÁ DECRETADO "DESDE ARRIBA"

Yosef les dijo a sus hermanos: "...porque para alimentar (a todos) envió HaShem aquí antes que ustedes. No fueron ustedes los que me enviar•- aquí, sino que HaShem así lo decidió". (Bereshit XLV 5-8)

Si nos ponemos a pensar, en la época del Éxodo, la nación egipcia no tenía que haber recibido un castigo tan duro como las diez plagas. Porque sabemos que ya estaba decretado de antemano que el Pueblo Hebreo iba a vivir "en una tierra extraña, y sometidos estarán cuatrocientos años...", según se lo había adelantado HaShem a Nuestro Patriarca Abraham. Y esa esclavitud fue simplemente la "obediencia a la Palabra Divina" por parte de los egipcios. ¿Por qué, entonces, tenían que purgar por ello?
Rabenu Moshé bar Najmán (El Rambá"n) y Rabenu Moshé bar Maimón (El Ramba"m) coinciden en que los egipcios fueron castigados "con su misma moneda". Pues una cosa es someter a los Hijos de Israel que es a lo que estaban destinados, y otra cosa es buscar el exterminio de toda una nación, que es lo que buscaban las huestes del faraón. Si bien Egipto fue el encargado de "darle su merecido" al Am Israel, también es cierto que se tomó muy en serio su papel de verdugo, y por eso fue duramente reprimido.

El libro "Dá-at Torá" apunta que este concepto no sólo se aplica colectivamente, sino también en el aspecto individual: en cada persona y persona: El infractor no tiene derecho a presentar excusas o a enojarse con quien está aplicando la Ley en su contra. Del mismo modo, el enviado o el instrumento de HaShem es como el enviado de un juez, y carece totalmente de lógica que alguien se ensañe con él, pues sólo está cumpliendo su misión. Cuando David Hamélej (El Rey de Israel) recibió de Shim-í ben Guerá una maldición, dijo: "¿Acaso no fue HaShem el que le dijo (a Shim-í) que maldiga a David? ¡Y quién le va a reclamar por qué lo hizo...!" Por este motivo, no permitió David Hamélej que tomen venganza castigando a Shim-í.
Y esto fue lo que le dijo Yosef a sus hermanos: "No se preocupen. Porque para alimentarlos me envió HaShem antes que ustedes". No es como se nos ocurre pensar, que las palabras de Yosef tenían por objeto consolar y calmar a sus demás hermanos diciéndoles: "No se preocupen. Lo que pasó no fue tan grave. Al fin y al cabo yo salí ganando..." ¡No y no! ¡No es éste el espíritu de la Torá! ¡Y seguramente no fue ésa la intención de Yosef!
El significado exacto de las palabras de Yosef no se apartan de su !literalidad: que todo esto no fue sino obra de la Providencia. "HaShem me envió antes que ustedes..." De acuerdo a esto, los hermanos no tuvieron nada que ver en el suceso. Todo lo que ocurrió no fue por intermedio de ellos; de ninguna manera...
De aquí aprendimos que cuando la persona se siente afectada por algo o alguien, no tiene por qué enojarse o tomar represalias en contra de quien la perjudicó. Todo lo que le pasa, es simplemente porque así lo determinaron desde el Cielo. ¿Y qué sentido tiene enfadarse con el emisario de HaShem? ¿Acaso una piedra arrojada tiene algo de culpabilidad?
El Libro "Dá-at Torá" concluye su análisis con los siguientes términos: "Esta ideología es el verdadero espíritu de la Torá. ¡Y que se te quede bien grabado!"

(Yalkut Lékaj Tob - Vayigash)



NO AVERGONZARÉ A MI PRÓJIMO,
AUNQUE ME CUESTE LA VIDA

"Y no pudo Yosef aguantarse frente a todos los que estaban allí: ordenó: '¡Quiten a todo hombre de encima mío!' Y no había nadie parad 1 lado de él cuando se descubrió Yosef a sus hermanos' (Bereshit XLV 1).
Rash"í interpreta las palabras del Pasuk "Y no pudo Yosef aguantarse", que él no podía tolerar que todos los egipcios que se encontraban alrededor presencien la vergüenza que iban a pasar sus hermanos cuando les revele su identidad. Y el Midrash comenta que Yosef obró imprudentemente, pues si uno de los hermanos se enfurecía con él podía llegar a matarlo, porque como se encontraba sin sus súbditos alrededor, no había quien lo proteja ni lo defienda.
Y esto nos deja una enseñanza muy profunda, porque según el Midrash. Yosef prefirió exponerse a un peligro mortal, con tal de no avergonzar a sus hermanos frente a los egipcios.
El Midrash Tanjumá agrega al respecto: "Yosef se expuso a un grave riesgo. Porque si sus hermanos lo mataban, nadie se daba cuenta, dado que en aquel momento se encontraba solo con ellos. Entonces. ¿cuál fue la causa de que dijo: '¡Quiten a todo hombre de encima mío!'? Porque dijo Yosef: 'Mejor que me maten antes de avergonzar a mis hermanos frente a los egipcios'.
Ahora pongámonos a pensar: Yosef Hatzadik (El Justo), ansiando desesperadamente ver a su padre, y que éste, a su vez, sepa qué su hijo está vivo, se encuentra frente al gran examen de su vida: Por un lado, tiene que revelar su identidad, para que éstos, mediante la aflicción provocada cada, expíen el pecado que cometieron contra él (de haber sido tan estrictos y duros). Y Yosef no sabía precisamente cuándo debía descubrirse; sólo cuando escuchó que su hermano Yehudá le informó que su padre Iaacob estaba padeciendo grandes sufrimientos a causa de su hijo ausente, decidió hacerlo, a expensas de la posibilidad de que aún no haya llegado el momento.
Por el otro lado, al dar la orden: "¡Quiten a todo hombre de encima mío!", se exponía a que sus hermanos, o alguno de ellos, en un arrebato de furia o de cualquier otro sentimiento, le dé muerte.
¿Cuáles serían las consecuencias de ese hipotético crimen?
Ahora, lo que provocarán los hijos de Iaacob sería acabar con la vida de Yosef, y eso no tendría ninguna posibilidad de arreglo, como ocurrió cuando lo vendieron como esclavo. Yosef se encuentra en la cumbre de su historial y en la flor de su vida, y ese crimen borraría todo en un instante...: Además, la existencia de su padre también llegaría a su fin. Pues al no estar seguro de la muerte de su hijo predilecto aún abrigaba en su interior la esperanza de verlo vivo algún día. Pero ahora, que se confirmará su deceso; experimentará en vida ese infierno tan temido. Del resto de los hermanos tampoco quedaría vestigio, pues HaShem no permitirá que una Nación se fundamente en personas que han cometido semejante tragedia. La descendencia de Iaacob se perdería para siempre...; Todo el sacrificio de Abraham Itzjak y Yaacob; aquello que tanto anhelaban y por lo que entregaron su vidas, quedaría reducido a cenizas!
Yosef sabía todo esto. Estaba consciente de que este horrible fin era factible. Pero lo más extraordinario del caso, es que prefirió a que esto suceda, i y no avergonzar a sus hermanos frente a los egipcios...!

(Or Yahel II - Vayigash)



EL RESPETO AL PRÓJIMO
EN SU MÁXIMA EXPRESIÓN

El Gran Rabino de Brisk, Mahari"l Diskin, se cuidaba extremadamente de no ofender a ninguna persona, y mucho más de no despreciarla en público. La siguiente anécdota lo pinta de cuerpo entero en ese aspecto. Sus alumnos solían reunirse, cada Motzaé Shabat (sábado en la noche) en la casa del Rab, para escuchar sus comentarios sobre la Perashá de la Semana. El Shamash (asistente del Rab y del Bet Hakenéset) serví una humeante taza de té a cada uno, para hacer más amena la plática. Como cualquier ser humano, el Shamash se equivocó y en la primera taza que sirvió, confundió el azúcar con la sal. Esa tasa estaba destinada al Mahari"l Diskin, quien acostumbraba a tomar sus infusiones demasiado dulces. El Shamash seguía echando sal, pensando que era azúcar, con la intención del satisfacer el gusto de su Rab. Sólo el Rab se dio cuenta que el Shamash se había confundido, pues comenzó a sorber de su tasa normalmente, sin dar muestras de estar bebiendo algo tan desagradable.
Cuando el Shamash regresó a la cocina en busca de más té, la Rabanit (esposa del Rab) vio que las manos de aquél tomaban el frasco equivocado: Inmediatamente la Rabanit se percató de lo que pudo haber sucedido, y se dirigió a la mesa de estudios.
Las otras tazas de té estaban frente a cada uno de los alumnos, y la Rabanit, oportunamente, les advirtió a todos que no tomaran, pues en lugar de azúcar contenía sal. Las miradas se orientaron hacia el Rab, que ya iba por la mitad de su tasa, y descubrieron que, entre otras virtudes, el Mahari"l poseía una gran fuerza para sobreponerse a situaciones tan contrarias a su voluntad.
Cuando la Rabanit le preguntó a su marido por qué tomó una actitud que podía llegar a afectar su salud, el Mahari"l Diskin respondió: "Está escrito que es mejor que la persona se introduzca en un horno y se quemes antes que avergüence a su compañero. No pasaba nada si, por beber algo un poco salado, evitaba la ofensa de mi apreciado Shamash..."

(Amud Esh 84)

Extraido de "HAMAOR" de MEXICO

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