jueves, 7 de enero de 2010

URSS destruyó cadáver de Hitler pero guardó fragmentos de cráneo y mandíbula

Moscú, 7 dic (EFE).- Los restos del dictador nazi Adolf Hitler fueron destruidos por orden de los dirigentes soviéticos, pero en los archivos se conservan fragmentos de su cráneo y mandíbula, aseguró hoy el Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB, ex KGB).

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El jefe del Archivo del FSB, Yuri Jristofórov, precisó que el 13 de marzo de 1970, el entonces presidente del KGB, Yuri Andrópov, pidió al Politburó comunista autorizar la destrucción de los restos de Hitler y de varias personas más enterradas el 21 de febrero de 1946 en un lugar secreto en una base militar del sector soviético de Alemania.


En ese lugar, en el número 36 la calle Westendstrasse de la ciudad de Magdeburgo, se encontraban entonces enterrados los restos de Hitler, su esposa Eva Braun, así como el ministro de Propaganda nazi Joseph Goebbels y la familia de éste, que se habían suicidado y ordenado quemar sus cadáveres.


Previamente, tras ser hallados por las tropas soviéticas en mayo de 1945 y estudiados por los servicios secretos, los restos de Hitler, Braun y los Goebbels habían permanecido provisionalmente enterrados desde junio de aquel año en un bosque cerca de la ciudad germana de Rathenow.


El plan de Andrópov preveía "exhumar y destruir físicamente los restos de los criminales de guerra" enterrados en Magdeburgo para evitar que esa fosa común, en caso de conocerse su localización, se convirtiera en lugar de peregrinación de los fanáticos de Hitler.


La exhumación y destrucción de los restos las llevó a cabo el 4 de abril de 1970 un equipo operativo del departamento del KGB del Grupo de Tropas Soviéticas emplazadas entonces en Alemania del Este, relató el general Jristofórov a la agencia Interfax.


"La destrucción de los restos se realizó mediante su incineración en una fogata en un descampado cerca de la ciudad de Schönebeck, a 11 kilómetros de Magdeburgo. Los restos quemados junto con el carbón fueron desmenuzados hasta el estado de cenizas, que fueron recogidas y arrojadas al río Biederitz", reza el correspondiente acto oficial.


Por otra parte, el general ruso confirmó que en el Archivo del FSB se guarda una parte de la mandíbula de Hitler, mientras que en el Archivo estatal de Rusia permanecen algunos fragmentos del cráneo del "führer".


"Aparte de estos materiales, recogidos en mayo de 1945, no existen otros fragmentos del cuerpo de Hitler; al menos no hay ninguna información al respecto. Todo lo que quedaba de Hitler fue quemado en 1970", subrayó el historiador.


Según Jristofórov, "estos materiales son únicos en su genero y no tienen parangón. Son los únicos testimonios documentales de la muerte de Hitler, y por eso se guardan en el Archivo central del FSB como muestras de especial importancia".


Preguntado por su reacción a las informaciones de que científicos estadounidenses de la Universidad de Connecticut cuestionan la autenticidad de los restos rusos de Hitler, el historiador recalcó que aquellos jamás habían pedido investigar las muestras del FSB.


"Investigadores norteamericanos no han presentado ninguna solicitud al respecto al Archivo central del FSB. Y aunque les permitiéramos tomar muestras de ADN, nos preguntamos con qué compararían esos datos", manifestó.


Agregó que a finales de 2002 el FSB sí dejó filmar los documentos sobre la muerte de Hitler a la compañía de televisión norteamericana Hoggard Films para el rodaje de un documental.


Con el mismo fin, añadió, el FSB permitió investigar el material óseo a un médico forense estadounidense, quien llegó a la conclusión de que los fragmentos de la mandíbula guardados en Moscú realmente pertenecieron a Hitler.


Los presuntos cadáveres quemados de Hitler y de Eva Braun fueron encontrados por agentes del contraespionaje soviético el 5 de mayo de 1945 cerca de la Cancillería del Tercer Reich en Berlín, donde se encontraba el búnker del "führer".


Los documentos que certificaban la muerte de Hitler y los actos de identificación de sus restos y respectivos testimonios de los testigos fueron presentados al dictador soviético Iosif Stalin el 16 de junio de 1945, si bien el Gobierno de la URSS nunca los hizo públicos.


En 1948, los fragmentos de la mandíbula y los dientes por los que se identificaron los cadáveres de Hitler, Eva Braun y los Goebbels fueron enviados a Moscú al entonces Ministerio de Seguridad de Estado de la URSS, precursor del KGB, y en 1954 pasaron a su archivo. EFE

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