lunes, 20 de diciembre de 2010

DIPLOMACIA VACIA

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17/12/2010

Diplomacia vacía







Por George Chaya

El reconocimiento oficial brindado por Brasil y Argentina al Estado Palestino es un hecho sin precedentes que puede ser calificado en los registros modernos de las relaciones internacionales como “diplomacia de la retórica”. La medida tomada por Argentina no es sorpresiva y va en consonancia con el apoyo brindado por la administración Kirchner en el pasado al informe Goldstone tanto en Ginebra como en New York donde ya había demostrado que no entiende la problemática del Oriente Medio ni la vulnerabilidad de Israel frente a las organizaciones terroristas que también son enemigas de facto del presidente de la autoridad nacional palestina (ANP) Mahmud Abbas. Este desconocimiento sobre el conflicto del Oriente Medio también había quedado evidenciado cuando la presidenta argentina exhortó a Israel a devolver las Alturas del Golán durante la visita del presidente sirio Bachar Al- Assad a Buenos Aires en el transcurso del presente año.
La propia incapacidad del voluntarioso presidente palestino Mahmud Abbas para ejercer su soberanía ha generado desde hace tiempo no pocas preguntas en la comunidad internacional, preguntas éstas que tanto Itamarati como el Palacio San Martín deberían haberse efectuado. Por caso ¿Como asegurará el presidente Abbas que será él y la ANP quienes tomaran el control total de los territorios bajo su mando y no el Hamas y las fuerzas yihadistas como ya sucedió en Gaza en 2005? ¿Como garantizará que ningún misil será lanzado desde Ramallah o Nablus hacia Jerusalém o al aeropuerto de Tel Aviv? En definitiva, deberían haber evaluado hasta donde la medida del reconocimiento que se ha tomado podrá evitar situaciones como la ocurrida en Gaza en 2009 con la operación Plomo Fundido y como prevenir las causas que la generaron. Pareciera que nada de esto fue considerado.
Parece que Argentina no quiere o no puede comprender la complejidad del Oriente Medio, cuando lo que se debe tener claro es que esta materia no se agota simplemente en un conflicto entre árabes y judíos sino que hay muchas energías y fuerzas hegemónicas que están jugando su baza en esa área del mundo como lo hace Irán, Hezbolá o Hamas y a ello debe sumarse elementos insidiosos para la consecución de la paz y la creación de un estado palestino en consonancia con las normas del derecho internacional como son la negación del derecho de Israel a existir como hogar nacional judío, el avance del islamismo radical militante, el anti-occidentalismo, la persecución y los crímenes sobre comunidades cristianas y la problemática del avance nuclear en regimenes represivos y controversiales.
¿Cómo puede entonces Argentina o cualquier país adelantarse en el reconocimiento a un estado en un salto hacia delante y sin red sin antes resolverse un problema tan delicado y crucial como el tema de los refugiados? Este aspecto es de vital importancia, más aun cuando el presidente Abbas exige el retorno de ellos sin negociaciones previas a ciudades como Haifa y Beersheba entre otras, lo que equivale a decir dentro del propio estado de Israel y no al futuro estado Palestino, lo que significa un rechazo subyacente al reconocimiento del estado de Israel ¿Habrán tomado en cuenta realmente este punto el canciller Timerman y la presidente Kirchner?
Lo concreto es que la decisión del gobierno argentino no es la resultante de una autodeclaración por parte de la dirigencia política Palestina de un estado independiente y soberano; tampoco se funda en un reconocimiento oficial de Naciones Unidas como señalo acertadamente días pasados a la prensa internacional el Profesor de la Universidad de Tel Aviv, Yoav Tenembaum: “La Argentina reconoció a un Estado que no existe ni fue proclamado por ningún ente oficial, sea palestino o internacional” sostuvo el Profesor Tenembaum. Y si consideramos que los reconocimientos de Estados son el resultado de una autodeclaración de ese Estado o de un reconocimiento oficial por parte de las Naciones Unidas o como parte integral de un acuerdo internacional cuya consecuencia es el establecimiento de tal Estado; entonces, Argentina ha tomado una medida propia de la retórica diplomática que abreva en el desconocimiento mas profundo del controversial del Oriente Medio y que se encuentra fuera de cualquier normativa jurídica indicada por el derecho internacional.
La decisión de Argentina y lo mismo para Brasil ha sido reconocer la soberanía de un ente político que no aplica ninguno de los requisitos de un estado soberano. Bajo Estos parámetros ¿Qué sucedería entonces y cuál sería la reacción del gobierno argentino si en éste marco diplomático retórico un país o un grupo de países reconocieran la soberanía británica en las islas Malvinas y el Atlántico Sur alegando el derecho a la autodeterminación de los pueblos, dado que en estos momentos no existe ningún acuerdo entre Argentina y Gran Bretaña? Hasta éste extremo Argentina ha quedado innecesariamente expuesta con su decisión de reconocimiento del estado Palestino.
En otras palabras, un estado Palestino soberano debe formarse y es de esperar que la propia dirigencia palestina destrabe la problemática en curso que lleva suficientes años demorada pero que tiene mucho mas que ver con su propia incapacidad que con la intransigencia israelí para la creación de tal estado y ello solo habrá de tener éxito y será sustentable si se fundamenta en un acuerdo bilateral entre la ANP e Israel. Argentina puede ofrecer apoyo y ayuda al pueblo palestino y ello esta muy bien. Pero lo que Argentina no puede hacer es quitar entidad al maltrecho proceso de paz en la región exacerbando diferencias con medidas que poco colaboran y nada aportan a la creación de un estado Palestino soberano y a la verdadera consecución de la paz.DIARIO DE AMERICA

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