miércoles, 15 de agosto de 2012


Donde se habla de impuestos y otras calamidades

Del 16% al 17 %
Del 16% al 17 %
Es artículo sin discusión en la ciencia económica que todos los impuestos al consumo son regresivos. ¿Qué quiere decir esto? Son impuestos al consumo aquellos cuyo monto se suma al precio del producto vendido, integrando su costo final (ya sea al consumidor, en el mayor número de casos, o al intermediario en cada una de la varias etapas de comercialización). El último de la cadena es el que se queda con la cachetada, pues se trata del consumidor final. El consumidor final – el niño que compra un chocolate o un helado, la madre que compra la leche para la familia- no están protegidos por ningún mecanismo de alivio en la carga impositiva. Bueno, hasta ahora no vimos en que consiste la mencionada regresividad presentada en el primer renglón. Regresividad significa que el pago del impuesto al consumo grava mas severamente a las personas de bajos recursos que a los de altos ingresos. Fácil de demostrar: el porcentaje del impuesto come mas, por así decirlo, las moneditas del chico que se compra el helado, el bajo ingreso de la madre que compra la leche, que al potentado cuando compra el mismo chocolate, helado o litro de leche. En términos porcentuales, es mas gravoso para el pobre que para el rico, para decirlo en términos simples. Por ejemplo, si mi ingreso mensual es de 10.000 unidades monetarias de cualquier naturaleza y debo pagar como impuesto el 17% de un chocolate de 10 unidades, estaré gravado con el 0,017%, mientras que si mi ingreso mensual es de 4.000 estaré gravado con el 0,425% o sea que el impuesto es 25 veces mas caro para el de bajos ingreso que para el otro del ejemplo.