martes, 23 de febrero de 2010

EFECTOS EXTRAÑOS- EL DERECHO DE ISRAEL A LA DEFENSA PROPIA‏

Harry Reicher

Hay algo acerca del conflicto arabe-israeli que hace las cosas extrañas para la gente. Incluso personalidades de otra manera distinguidas, que en cualquier otro contexto son racionales, pensadores sensibles, se vuelven irreconocibles. El Derecho Internacional de defensa propia es un ejemplo.
Es trillado decir que el primer y mas basico instinto humano es aquel de la auto-preservacion. El articulo 51 del Estatuto de Naciones Unidas, que consagra el "derecho inherente" a la defensa propia, emana de esto. La ocurrencia de un "ataque armado" dispara el derecho. En el contexto de la incursion de Israel en Gaza el año pasado en respuesta a muchos miles de cohetes que habian sido disparados desde alli a Israel en un periodo de años, aparecio una carta en The Times of London, exactamente un año atras hoy, firmada por 31 abogados. La firma lider era de Sir Ian Brownlie, profesor emerito de Derecho Internacional Publico en la Universidad de Oxford, indudablemente uno de las autoridades mundiales distinguidas en derecho internacional. La carta afirmaba, en tantas palabras, la asombrosa proposicion que los miles de cohetes que aterrizaron en Israel (y estaban destinados a poblaciones civiles y centros de poblacion) "no suman, en terminos de escala y efecto, un ataque armado dando derecho a Israel para apoyarse en la defensa propia." UNO ESTA tentado de preguntar lo que el Primer Ministro Gordon Brown diria de la nocion que miles de misiles caidos sobre Inglaterra, en si mismos no constituyen un ataque armado. A esto, uno debe agregar a la Corte Internacional de Justicia que en su opinion de 2003 tratando la construccion del muro de seguridad de Israel, concluyo por una votacion de 14-1, que los atacantes suicidas creando estragos en el pais no justificaban el ejercicio del derecho a la defensa propia, debido a que no eran "ataques armados por un estado contra otro estado." Para llegar a este resultado, la corte (a) escribio en el Articulo 51 palabras que simplemente no existen, requiriendo que el ataque venga de otro estado; y (b), en cualquier caso, paso por alto el hecho que los atacantes suicidas son reclutados, adoctrinados, entrenados, financiados y enviados desde fuera de Israel. Y entonces esta Richard Falk, profesor emerito de Derecho Internacional en la Universidad Princeton, quien publico una declaracion durante la guerra de Gaza contra el trasfondo de Hamas vergonzosamente, monstruosamente y a sangre fria insertando personal militar, armas, municiones y otro equipamiento militar en el centro de las poblaciones civiles (lo que el derecho internacional proscribe expresamente). A pesar del hecho que esto hizo bastante imposible distinguir entre objetivos civiles y militares, Falk declaro que incluso en estas circunstancias, "lanzar un ataque es inherentemente ilegal y pareceria constituir un crimen de guerra de la mayor magnitud de acuerdo al derecho internacional." O sea, dicho simplemente, no habia absolutamente nada que Israel pudiera hacer para protegerse. AL REFLEXIONAR sobre estos ejemplos, es importante no perder de vista algo fundamental. La cuestion no es si una proposicion particular, aunque bizarra, puede ser apoyada por la autoridad. Como un importante consejero de la reina me dijo en mi primer año en la escuela de derecho, mientras nosotros nos sentamos en su camara de libros alineados: "Usted ve estos libros? En estos libros, usted puede encontrar autoridad para cualquier proposicion que quiera poner."
En una situacion adversa, eso tiene perfecto sentido. Es, despues de todo, el rol del consejero de promover forzosamente los intereses de su cliente: Ustedes denme la conclusion, yo les dare el argumento!

La sabiduria y el juicio objetivo razonable, por otra parte, requieren una linea completamente diferente de investigacion. Involucra retroceder y preguntar objetivamente: Tiene sentido esto? Es realista? En el presente contexto, tiene sentido, y es realista, esperar que un pais- cualquier pais- se siente pasivamente y no responda mientras miles de misiles llueven sobre el o mientras atacantes suicidas inflingen su macabro horror? Y tiene sentido dar a las organizaciones terroristas carta blanca para utilizar a las poblaciones civiles como escudos humanos con impunidad, seguras en el conocimiento que eso es suficiente para evitar una respuesta militar? Y es todo esto concordante con el mas basico instinto humano de la auto-preservacion?

Articular estas preguntas es suficiente. Ellas realmente se contestan solas. Lamentablemente, sin embargo, el conflicto arabe-israeli continua entrelaza su hechizo.



El autor, un abogado australiano, vive en los EEUU, donde enseña Derechos Humanos Internacionales en la Escuela de Derecho de la Universidad de Pennsylvania y es profesor residente del Centro de Derecho Touro.

Fuente: The Jerusalem Post

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