lunes, 5 de octubre de 2009

Barack Obama acepta sentarse a negociar con Irán sin condiciones‏

La administración Obama se ha mostrado dispuesta a participar de forma directa en las negociaciones con Irán sobre su programa nuclear que desarrolla el llamado grupo 5 + 1, y que incluye a las principales potencias mundiales. La decisión rompe con la política de George Bush de condicionar una reunión con Teherán a la suspensión de su programa de enriquecimiento de uranio, y abre las puertas a la primera ronda de negociaciones importantes entre ambos países después de más de tres décadas.
El movimiento de Washington llega después de que el pasado miércoles Irán ofreciera a las grandes potencias mundiales a través de una carta abrir "negociaciones constructivas e integrales", si bien no mencionaba su programa nuclear.
El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, reconoció que la propuesta de Teherán "no aborda nuestras preocupaciones nucleares", pero aseguró que EEUU está dispuesto a aceptar la oferta. Aunque Irán ha asegurado siempre que su programa nuclear es pacífico, tanto los países europeos como Washington sospechan que su verdadero propósito es militar.
"Buscaremos una reunión pronto e intentaremos comprobar la voluntad de Irán de negociar", señaló Crowley. "Si tenemos una reunión, vamos a poner sobre la mesa la cuestión nuclear, y ya veremos como Irán responde a eso".
La reacción de las autoridades iraníes no se ha hecho esperar. Pocas horas después del anuncio de la Casa Blanca, el ministro de Exteriores iraní, Manuchehr Mottaki se ha felicitado por la reacción positiva de EEUU, y ha añadido que "si las condiciones están maduras, existe la posibilidad de que se hable de la cuestión nuclear". La actitud de Mottaki contrasta con el tono desafiante del presidente Mahmud Ahmadineyad, que en reiteradas ocasiones ha calificado el programa muclear iraní de "innegociable".
Según ha explicado en declaraciones a elmundo.es Cristina Gallach, la portavoz de Javier Solana, el grupo 5 + 1 va a convocar una reunión lo más pronto posible con Irán: "Ayer (por el viernes) hubo una reunión multilateral, y quedamos en que Javier Solana solicitaría una reunión inmediata a los iraníes. Ya lo hemos hecho, pero aún no nos han respondido".
Una conversaciones de éxito dudoso
Según los expertos, el éxito de las negociaciones sobre el programa iraní presenta un futuro incierto. En el Departamento de Estado teme que Irán esté interesado en ganar tiempo con su oferta de negociación más que en realmente llegar a un compromiso aceptable para la comunidad internacional. En todo caso, se considera que la disposición de dar un paso más en busca del diálogo puede ser útil a Washington ya que le permitirá reclamar con más fuerza nuevas sanciones si el régimen iraní no muestra una actitud positiva en la mesa de negociaciones.
De hecho, la decisión de Washington responde tanto al talante político de Obama, que prometió durante la campaña electoral abrir negociaciones con Teherán, como a la negativa de Rusia a endurecer el régimen de sanciones contra el país asiático, lo que hace imposible que se pueda aprobar tal medida en el Consejo de Seguridad.
Tanto el ministro de Exteriores ruso Sergei Lavrov, como el primer ministro, Vladimir Putin, se han mostrado estos últimos días contrarios a la idea de imponer un embargo petrolífero a Irán, y han calificado la oferta iraní como una buena base para una negociación fructífera.
Gracias a su asiento en el Consejo de Seguridad, y a sus buenas relaciones con el régimen de los 'mulás', Rusia se ha convertido en un actor clave en el conflicto entre Occidente e Irán sobre su programa nuclear. De ahí que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, hiciera esta semana una infructuosa visita secreta a Moscú con la finalidad de convencer al Kremlin de la necesidad de aplicar nuevas sanciones.
La oferta iraní ha coincidido con el reconocimiento público por parte de EEUU de que Teherán podría ya haber enriquecido suficiente cantidad de uranio para fabricar una cabeza nuclear. La declaración llegó el pasado miércoles de la mano Glyn Davies, embajador ante la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA). Según Davies, las agencias de inteligencia del país han concluido que Irán sólo necesitaría resolver algunas cuestiones de tipo técnico para poder instalar una cabeza nuclear en uno de sus misiles. No obstante, no existe una evaluación exacta del tiempo que requeriría esta tarea para los científicos iraníes.
De lo que no hay duda es que el dossier nuclear iraní será uno de los principales retos que deberá afrontar Obama en los próximos meses, ya que Israel está perdiendo la paciencia, y amenaza con lanzar un ataque unilateral contra las instalaciones nucleares iraníes.
Fuente: El Mundo-España

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.