Irán/Brasil. Fuerte crítica de la comunidad judía de Brasil al presidente Lula da Silva

“Imagínense, por ejemplo, lo que sentiría un sobreviviente del Holocausto que encontró refugio en Brasil al ver esa imagen. Piensen en nosotros, los hijos y nietos de las víctimas de la máquina mortífera del nazismo, que nos esforzamos tanto en las últimas décadas en mantener viva la memoria de aquellos hombres, mujeres y niños masacrados en la Segunda Guerra Mundial,” expresó el presidente de la Conib.
En relación a la relación de Brasil con Irán, Lottenberg destacó que “evocar intereses de Estado, como lo hace el gobierno brasilero, para buscar un acercamiento con Ahmadinejad me deja perplejo… Pensar que se podría ver al presidente Lula estrechando la mano con alguien como el general Augusto Pinochet en nombre de los intereses de Estado…”
En este sentido, agregó que “imaginemos que un régimen militar llega a Brasil con la estrategia de liderar el subcontinente latinoamericano y que reconozca razones de Estado para justificar un eventual acercamiento con el pinochetismo”.
“En el caso iraní, imagino también lo que deben haber sentido integrantes de las minorías sexuales o religiosas perseguidas sistemáticamente por Ahmadinejad y lo que ahora sentimos los que estamos bajo el liderazgo de una reconocida envergadura internacional del presidente Lula, cuya carrera está íntimamente relacionada con la lucha por las libertades civiles y con la pelea por la democratización del país”.
Por lo tanto, para el líder de la Conib, “el presidente Lula, que se destaca cada vez más por su influencia que trasciende los límites de su país, desperdició una valiosa oportunidad de condenar, con el debido peso y énfasis, un fenómeno que niega el Holocausto y un violador sistemático de los derechos humanos”.
“Pero felizmente, vivimos en un país democrático y al contrario de los iraníes, podemos mantener un diálogo fluido y libre con nuestro Gobierno”.
Para concluir, Claudio Lottenberg aseguró que “soy inflexible en el respeto a la memoria de nuestros antepasados. Ahmadinejad encarna la total falta de respeto a la historia. Pero también representa una ofensa para la democracia, las libertades civiles y la estabilidad mundial”.