martes, 16 de febrero de 2010
Israel listo para la paz. Lo estarán sus vecinos
Israel listo para la paz. ¿Lo estarán sus vecinos?El congelamiento de asentamientos muestra que Israel es serio. Pero la paz no será una realidad sin un regreso inmediato y formal a la mesa de negociaciones.Por Nadav Tamir15 de diciembre, 2009Boston El tiempo, para la paz en Medio Oriente, es ahora. Este fue el mensaje tanto de las administraciones de Netanyahu como de Obama. Y es tiempo de tomar ventaja del hecho que tenemos un gobierno estable en Israel, capaz de realizar movimientos hacia la paz; un gobierno estadounidense que hizo, de la política exterior, una prioridad; hasta hora nuestro mejor socio negociador de la Autoridad Palestina, el Presidente Mahmoud Abbas, y una mayoría de población y gobierno -de ambas partes- que desean la solución de dos Estados.Con pesar, los reiterados pedidos de Israel de renovadas negociaciones sin precondiciones no produjeron, hasta ahora, resultados. Sin embargo, para el Primer Ministro Benjamin Netanyahu no fue obstáculo para anunciar un histórico congelamiento de asentamientos (de 10 meses) sin precedentes.Para entender su significado se debe entender la política doméstica que el Premier debió superar y, las consecuencias, que trae para miles de colonos que viven en la Margen Occidental.La acción unilateral más reciente de Israel (retirada de Gaza, 2005) fue un desastre absoluto. Desde 2000, los civiles israelíes fueron erosionados, desde Gaza, con miles de ataques con misiles. Pero, luego de la retirada de Israel, Hamas convirtió a Gaza en una base terrorista imprescindible, intensificando el porcentaje de ataques con misiles hasta que, el gobierno israelí, no tuvo más opción que responder- durante el último invierno- militarmente. De manera que sería lógico, sin ningún gesto de buena voluntad correspondiente por parte de los Estados árabes circundantes, que el pueblo israelí pudiera estar un tanto inseguro de apoyar los esfuerzos unilaterales. Más aun, el Primer Ministro está, básicamente, diciendo a las familias israelíes que viven en Judea y Samaria (cuna bíblica del pueblo judío) que tendrán que sacrificar su derecho de continuar construyendo en ese lugar. Hay que agregar el hecho que, ningún gobierno israelí anterior, instruyó tal política como precursora de negociaciones, y está claro que Netanyahu está teniendo un gran gesto hacia el avance del proceso de paz. Así los israelíes –y el gobierno de Israel- desean comprometerse cuando la paz es posible.Las críticas dicen que, debido a que el congelamiento no incluye a Jerusalén, es un movimiento vacío. Sin embargo, es vital que Jerusalén permanezca en una cuestión de negociaciones de status final debido a la sensibilidad sobre el tema por ambas partes. Actualmente, hay numerosas razones de optimismo, donde las condiciones para la paz están más maduras que lo que estuvo en décadas. La economía en la Margen Occidental, con la predicción del Fondo Monetario de un crecimiento del 8% en los próximos años, está prosperando. Nablus, Ramallah y Hebron están plenas de actividad gracias a las políticas instituidas por el Primer Ministro de la Autoridad Palestina, Salam Fayyad, y la eliminación ( por parte de Israel) de los controles de carreteras que se hicieron posibles gracias a las mejoradas fuerzas de seguridad palestinas. Ya están en marcha ambiciosos planes para la nueva ciudad de Rawabi, y partes de esos proyectos incluyen los esfuerzos de colaboración entre planificadores urbanos israelíes y palestinos, para construir parques y otros servicios públicos alrededor de la ciudad. Otros bríos incluyen campos de frutillas en Qalqilyah, donde los expertos agricultores israelíes enseñan sus mejores prácticas a los palestinos, que tienen como objetivo vender su lucrativa cosecha al mercado europeo. Mejor aun, las futuras colaboraciones podrían involucrar la participación en iniciativas israelíes relacionadas con energía renovable. La perspectiva de trabajo con nuestros vecinos para crear un oasis verde en Medio Oriente es tentadora. Pero, está y muchas otras posibilidades, no se harán realidad sin un inmediato y serio retorno a la mesa de negociaciones. Y, a no equivocarse: el reciente congelamiento de asentamientos apunta a lograr exactamente eso. Es tiempo de sentarse y renovar el trabajo de lograr una resolución durable y sustentable al conflicto. Nadav Tamir es Cónsul General en el Consulado General de Israel en New England.
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