viernes, 16 de octubre de 2009

Perasha Admur de kaalov Bereshit‏

Horario Encendido Velas de Shabat 16/10/09 18:49 hs. - Motzaei Shabat 17/10/09 19:55 hs.
El hombre: La corona de la Creación.
El Rab Elazar Menajem Man Shaj z» dice en su libro Hadraja Leben Ieshiba: No hay nada más simple que la Verdad, pues ella no tiene necesidad de ser explicada ya que se explica por sí misma. La Verdad existe y es eterna, en cambio la mentira resulta transitoria y falsa. De todas maneras, la mentira tiene un brillo externo que atrae y encandila, impidiéndonos ver claramente la Verdad. Debemos saber que la mentira es solo un encubrimiento de lo real, y allí se oculta la Verdad. Es necesario quitar el envoltorio para poder descubrirla. Aún así, tenemos que tener en cuenta que a pesar de que la mentira nos extravía de la Verdad, no la puede rechazar porque la mentira no es «autoexistente», o sea no existe en sí misma. Se requiere mirar todo con el enfoque correcto y adoptar una forma profunda de observar la realidad para dejar de lado la visión superficial.
¿Cómo ve la Torá al ser humano?. Veamos qué ubicación le da ella y qué ubicación le da la gente. La base fundamental de la Torá es:«Toda la Creación fue realizada para el hombre»Como dice el Tana (Sanhedrin 37 A) «Está obligada la persona a decir: por mí fue creado el Mundo». El Midrash Cohelet Rabá dice: «En el momento en que D»s creó al hombre, lo tomó y lo llevó por todos los árboles del Gan Eden y le dijo: 'Mira cuán lindas son mis obras y cuán elogiables son. Presta atención de no arruinar y no destruir mi Mundo. Todo lo que creé, por tí lo creé». Esto es una base Importante, siempre debemos decir: «Por mí fue creado el Mundo».La Guemará Berajot (58 A) relata, respecto a Ben Zomá, que estaba parado sobre los escalones del Har Habaitm. Vio a la población de Israel, que eran seiscientas mil personas, y pronunció una bendición: «Bendito D"s que creó a todos éstos para que me sirvan». Aparentemente suena como si fuera una expresión de orgullo ¿Cuál es la explicación? ¿Fueron todos ellos creados para servir a Ben Zomá? No es tan así. En realidad, no sólo Ben. Zomá debe pensar así, cada uno de nosotros debe pensar de este modo. Reuben fue creado para servir a Shimón, Shimón fue creado para servir a Reuben y yo fui creado para servirlos. Esta es la interrelación que debe existir. No solamente las personas fueron creadas para que se sirvan entre sí, sino que todo el mundo fue hecho con este objetivo. No sólo los animales y el mundo inerte fueron creados para servir al hombre, sino que también «los ángeles» fueron creados con este fin.Todos los viernes por la noche, cuando volvemos del Bet Hakneset, decimos «La Paz sea con vosotros, ángeles servidores».Prestemos atención. Un simple iehudíllega a su casa y bendice de este modo a los ángeles que lo acompañan. Esta es la explicación de la expresión «Todos éstvs fueron creados para servirme».Se dice que existen cuatro niveles en los que se puede dividir la Creación: inerte, vegetal, animal y parlante. El hombre entra por supuesto en la cuarta categoría . Podemos llegar a pensar: Así como los animales tienen distintas características que los diferencian entre sí (por ejemplo el león es de la clase valiente y la gacela de la rápida), también el hombre tiene una característica distintiva, la de hablar. El zorro es él más astuto de los animales; el hombre es del tipo sagaz que sabe hablar.Esta no es la visión de la Torá. Para ella el hombre resulta completamente distinto. Según su perspectiva, la persona tiene un objetivo totalmente diferente al resto de la creación animal. El hombre ostenta en sí mismo un valor muy superior.No existen jerarquías entre las distintas clases de animales, sólo se diferencian unos de otros por sus características que les son propias. Ellos no fueron creados para servirse entre sí, están sometidos ala creación más importante que es el hombre. Respecto a esa creación, sobre la cual fue dicho «Insufló en sus narices un alma viva», nuestros sabios explicaron: «Quien insufló (D»s), de lo de El insufló». Es decir, D»s puso un hálito divino dentro del hombre. Por tal motivo toda la Creación está en segundo plano frente a él.Vamos a ilustrar lo expuesto con un suceso real. Un profesor viajaba cierta vez con su hijo atravesando en tren un trayecto muy extenso. En otro asiento, estaba un Rab muy importante, el Rab Iaacob Kaminetzky Z"I , quien casualmente también viajaba con su hijo. Podía notarse una gran diferencia de relación entre el profesor y su hijo y entre el Rab y su hijo. El hijo del profesor demandaba constante y caprichosamente la atención de su padre, quien se empeñaba en complacerlo. Lo opuesto sucedía con el hijo del Rab, quién permanentemente servía a su papá. Al finalizar el trayecto el profesor se acercó al Rab y le dijo: "¿Por qué yo debo servir todo el tiempo a mi hijo y en tu caso es tu hijo quien constantemente te sirve?" El Rab le respondió: Esto ocurre porque nuestros principios son distintos. Tú, a tu hijo le enseñas que el hombre desciende del mono y entonces él se siente superior a ti porque entre los dos es el «menos mono». Yo, en cambio, le enseño a mi hijo que él es una creación divina. El primer hombre fue la realización directa de las manos del Creador. A medida que vamos naciendo, estamos más lejos de la primera Creación. Nuestros antepasados estuvieron más cerca de D»s, por ende, merecen más respeto.Cuando vemos las cosas con una óptica correcta, según la visión de la Tora y nuestros sabios, vamos a concluir en que el hombre es realmente la corona de la Creación.
Extraído de el libro “La llevaras a tu corazón “

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