martes, 9 de febrero de 2010

UNA POLITICA EXTERIOR DE SANGRE FRIA‏

By FOUAD AJAMI
Con el año uno llegando a un cierre, la verdad de la presidencia Obama esta crudamente expuesta: reduccion en el exterior, y redistribucion y el estado regulatorio intrusivo en casa. Este es el genuino pedido de Barack Obama, y de los "progresistas" haciendolo responsable. La falsa dicotomia se ha asido- sea que nosotros cuidemos por nuestra cuenta, o que vayamos al exterior en busqueda de monstruos para destruir o de naciones quebradas para construir. La decision de retirar la defensa antimisiles para Polonia y la Republica Checa fue una parte de esa retirada en el poder americano.
En ausencia de un compromiso nulificante para la defensa de la primacia americana en el mundo, la administracion Obama "embauca." No renunciara a la guerra en Afganistan pero no la adopta completamente como su causa. Prosigue la guerra pero con el apoyo republicano- los linea dura en rangos liberales y los aislacionistas no estan por vincularse con los afganos (el ultimo pronunciamiento importante de politica exterior de Harry Reid fue esta afirmacion, tres años atras, que la guerra en Irak estaba perdida.)
Mientras la revolucion fermenta en las calles de Iran, la voluntad fue convocada en la Casa Blanca para ofrecer condolencias por el fallecimiento del Gran Ayatollah Hussein Montazeri, una figura icono de la oposicion irani. Pero tambien fue dicha la palabra que la administracion estaba inclinada al proyecto de John Kerry de acercarse a Teheran. Nadie es engañado. En la epoca del "compromiso" de Barack Obama con los teocratas y matones de Iran se fragua la causa de la democracia irani.
En retrospectiva, esa patina de cosmopolitanismo en el contexto del Presidente Obama oculto el aislacionismo de la coalicion liberal que lo llevo al poder. La marea se habia dado vuelta en las elecciones congresionales de 2006. El liberalismo americano estaba hecho con sus propios antecedentes- el punto de vista de Woodrow Wilson y Franklin Delano Roosevelt y Harry Truman y John Kennedy. No era precisamente "Ven a Casa, America," pero anda cerca. Esta fue ahora la politica exterior de Harry Reid y Nancy Pelosi y Joe Biden. Hubo en la tierra un "orientalismo liberal", si tu quieres, una actitud desechante acerca de la capacidad de otras naciones para participar de la libertad. Habia comenzado por disminuir la aptitud de los iraquies para la libertad. Pero estaba implicita en el un ataque mas amplio a la misma idea de las posibilidades de libertad en lugares distantes. Oriente era Oriente, y Occidente era Occidente, y nunca los extremos se tocaran.
Nosotros estamos fatigados, sostiene el desilusionado liberalismo, y estamos quebrados, y estan aquellos millones de americanos dolidos por el sistema de salud y vida economica. Nosotros no podemos cuidar tanto por Ohio como por Anbar, Peoria y Peshawar. Es o aquella gente combatida en Iran o un paquete de rescate para Chrysler.
La broma es sobre las fascinadas multitudes en Cairo, Ankara, Berlin y Oslo. En su entusiasmo por el Sr. Obama, y su disposicion para proclamarse como los que tenian el significado postracial de su eleccion, ellos habian olvidado su actitud distante de las luchas genuinas en el mundo extranjero.
Fue facil, ese delirio con el Sr. Obama: no hacia demandas morales a aquellos dispuestos a participar de el. Fue tambien falso, en muchas tierras.
Asi los turcos que odiaron a los kurdos en medio de ellos, quienes les negaron el derecho a su propio recuerdo e idioma, podian identificarse, o asi decian, con el triunfo del Sr. Obama y su historia personal. Nadie cuestiono la sinceridad con la cual los egipcios y otros arabes saludaron al Sr. Obama mientras ellos rechazaban ser conmovidos por la matanza en Darfur, y mientras ellos dieron una carta blanca al descarado racismo y crueldad de Kartum.
Seguramente hubo algo mal en Paris y Berlin- las vastas multitudes salieron por Obama, pero habia millones de musulmanes en Francia y Alemania, y las puertas no se han abierto para ellos, ellos no habian sido absorbidos en la corriente principal de la vida europea. El postradicalismo, bastante como la caridad, debio haber comenzado en casa, uno pensaria.
En todas partes hay evidencia expuesta de los delincuentes tomando la medida de la administracion Obama, y de los aliados vulnerables de America buscando cobertura. Quince dias atras, el joven primer ministro de Libano, llego de Beirut a Damasco: Saad Hariri habia llegado para rendir tributo al gobernante sirio.
Casi cinco años antes, Saad Hariri habia insistido sobre la verdad acerca de la identidad de los asesinos de su padre. Habia sido una epoca tumultuosa. Rafik Hariri, un magnate y ex primer ministro atrapado en un desafio a la hegemonia de Siria en Libano, habia sido asesinado por una bomba masiva en Beirut. Es obvio, no lo es, proclamaron los dolientes, la pista llevaba a Damasco.
En el periodo posterior de ese descarado asesinato politico, una tirania siria en Libano que habia hecho todo menos borrar la frontera entre los dos paises fue llevada a un rapido final con lo que seria conocido como la Revolucion de los Cedros. La Pax Americana que habia destruido el despotismo de Saddam Hussein asusto a los gobernantes sirios, y dejo flotando la perspectiva que un destino similar podria aun caer sobre ellos.
Hoy nosotros estamos a varios mundos de ese momento en la historia. El hombre que demolio la tirania iraqui, George. W. Bush, ya no esta mas en el poder, y un sentimiento diferente maneja la conducta exterior de America. Saad Hariri no tuvo mas opcion que hacer la paz con los enemigos declarados de su padre- ese corto viaje que el hizo a Damasco fue su ajustamiento a la retirada del poder americano.
En otros momentos, el Sr. Hariri y los lideres de la Revolucion de los Cedros habian sido animados por la proteccion americana. No era solo el poderio militar americano que les habia dado corazon.
Estaba esa "diplomacia de libertad", la proclamacion que la Pax Americana habia estado ocupada con las autocracias y los delincuentes del Gran Medio Oriente. De no ser por la gracia de Di-s seriamos nosotros, se susurraban los autocratas mientras ponderaban la caida del despota iraqui. Sin duda, hubo caos en el nuevo Irak- los gobernantes arabes e irani, y los jihadistas a quienes ellos guiñaron el ojo y asistieron, se aseguraron de eso. Pero estaba la promesa de libertad, elecciones significativas, una nueva dignidad para los hombres y mujeres afirmando su nuevo pais.
Que diferencia hacen tres o cuatro años. Los despotas han esperado fuera de esa rafaga de poder y optimismo americanos. Ningun despota teme al Sr. Obama, y ningun blogger en Cairo o Damasco o Teheran, ningun manifestante en aquellas crueles calles iranies, espera que el Sr. Obama cabalgue a su rescate. Para estar seguros, en el pasado se entendio que nosotros no podemos cargar todas las cargas en el exterior, o salir a la defensa de todos los que desafian a la tirania. Pero estaba siempre la afirmacion americana que cuando las cosas estan en la balanza nosotros siempre estariamos en el lado de la libertad.
Nosotros no hemos cabalgado al rescate de Ruanda y Burundi en los años 90, pero hemos salvado a los bosnios y los kosovares. Nosotros no hemos tenido el poder de deshacer al coloso de la tirania china cuando los tanques se desplegaron en la Plaza Tiananmen, pero los bravos disidentes sabian que estabamos de su lado, que nosotros estabamos abatidos por la crueldad del poder oficial.
Es diferente hoy dia, hay una sangre fria para la politica exterior americana. "La ideologia es tan ayer," proclamo la Secretaria de Estado Hillary Clinton hace no tanto, dando voz el nuevo sentimiento.
La Historia y sus furias tienen su logica, y no se inclinan ante la voluntad del Sr. Obama. El habia declarado un fin unilateral a la "guerra contra el terror", pero los jihadistas y sus mentores aun deben pedir que su guerra pare. Desde Yemen a Fort Hood y Detroit, el terror continua.
Pero a juzgar por los pronunciamientos de la administracion Obama y sus partidarios, uno hubiese pensado que nuestros enemigos eran Dick Cheney y Donald Rumsfeld, no los predicadores y cabecillas del terror. El presidente y sus lugartenientes pasan mas tiempo denigrando la "rendicion" y el Acta Patriotica que lo que hicieron rastreando la pista del terror y el ultimo frente que este habia abierto en el sur de la Peninsula Arabiga en el Yemen. Nuestros propios lideres hablaron pobremente de nuestras prerrogativas y caminos, y ellos fueron escuchados en todo el mundo.
Bajo la administracion del Sr. Obama, nosotros nos hemos retirado del mundo exterior. Nosotros somos mas pequeños por aceptar esa falsa opcion entre cargas en casa y cargas en el exterior, y el mundo mas alla de nuestras costas es mas riesgoso y cinico por nuestra reduccion y nuestra auto-flagelacion.

El Sr. Ajami, profesor en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins y un miembro senior en la Institucion Hoover de la Universidad de Stanford, es el autor de "El regalo del extranjero" (Free Press, 2007).
Fuente: The Wall Street Journal

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