jueves, 19 de julio de 2012

El horizonte de paz se aleja, pero vendrán tiempos mejores

En la Universidad de Tel Aviv se presentó el libro del Prof. Itamar Rabinovich, "El Horizonte que se aleja – Israel, los Árabes y el Medio Oriente 1948-2012", que resume los intentos desplegados en 64 años para solucionar el conflicto árabe-israelí. El evento congregó un importante público atraído por el reconocido prestigio académico del autor, su experiencia como Embajador de Israel en Washington, y por haber abierto el cerrojo sirio para la diplomacia israelí al ser designado por ItzjakRabin jefe de la delegación israelí a las tratativas de paz con Siria (1992-1995). Es decir, fue partícipe directo en muchos de los escenarios que el libro describe (editorial Dvir, 415 páginas). Prof. UziRabi El Prof. UziRabi, Director del Centro Dayan para Medio Oriente y África, moderando con maestría, destacó las particularidades del libro, que sin duda será libro de texto en las universidades, expresión de la capacidad del Prof. Rabinovich: exhaustivo, sistemático, inteligente, bien documentado. Observó que el título "El horizonte que se aleja" ya de por sí denota una perspectiva pesimista de los acontecimientos regionales, complicados por cambios regionales: Irán, el retorno del islamismo estatal en Turquía, la inconsistencia de la política americana en la zona, la "primavera árabe". Todo ello hace que las perspectivas sean difíciles, pero a pesar de ello el autor hace un llamado a la creatividad en la confianza que aún no está todo perdido. LOS PALESTINOS NO QUIEREN LA PAZ El parlamentario Dr. Benny Beguin, analizó las relaciones de Israel con el Movimiento de Liberación Palestino PLO. Señaló que, generalmente, un análisis serio de los acontecimientos requiere esbozar teorías, que deberán ser refrendadas por hechos y pruebas. El basarse en teorías incorrectas puede llevar a resultados inesperados. Hubo momentos que se decía que "PLO no es el problema sino la solución, y por lo tanto hay que entablar diálogo con esa organización". Esta teoría fue errónea, y para demostrarlo podemos referirnos a los fracasados experimentos de Oslo, Camp David y Annápolis. Todos ellos exigieron precios muy elevados, pero su análisis nos permitirá ubicarnos en el tiempo y en el espacio. ACUERDOS DE OSLO, 1993 – DOBLE LENGUAJE – Arafat no estaba muy convencido que era el camino adecuado, pero no quiso un enfrentamiento directo con los factores involucrados: los países anfitriones, los americanos, los líderes israelíes. Fue el proceso más ambicioso y prolongado que se hizo por solucionar el conflicto árabe-israelí. Pero la constante conducta de Arafat, con declaraciones ambiguas e imprecisas destinadas por un lado a intentar convencer a la ciudadanía israelí que es un hombre de paz que abandonó las armas y por el otro conservar el apoyo palestino a sus reclamaciones inapelables, llevaron al fracaso, al recrudecimiento del terror, a la decepción de la opinión pública y de los líderes israelíes. TRATATIVAS DE CAMP DAVID, 2000 – EXIGENCIAS INSACIABLES – No podemos negar que Arafat actuó con cualidades de líder que no renuncia a sus lemas y principios. Esta experiencia reveló a una Israel indecisa, débil, fácil de presionar – "si los israelíes ya aceptaron renuncias del 60%, se pueden presentar más demandas y alcanzar 100% de logros". Los palestinos no tenían por qué complicarse en aceptar algo y renunciar a seguir exigiendo. También esa teoría, de poder obtener acuerdos a cambio de renuncias, resultó errónea: no estaban dispuestos a ninguna concesión, se desembocó nuevamente a atentados y derramamiento de sangre – la segunda Intifada. Los palestinos resultaron insaciables. CONFERENCIA DE ANNAPOLIS, 2007 – NEGATIVA TÁCTICA – Las renuncias acordadas por el entonces Primer Ministro EhudOlmert, según la versión palestina, incluían: • Aceptación israelí al retorno de los refugiados palestinos; • Devolución del 98% del territorio, y el intercambio del 2% restante; • Tránsito libre y seguro entre Gaza y el área de Judea y Samaria; • Renuncia israelí a los lugares santos en Jerusalén: el Monte del Templo, la Ciudad de David y el Monte de los Olivos; • Constitución de un consorcio israelí-palestino para el desarrollo regional. Se interpretó que no fue que Abu Mazen rechazó la propuesta, "solo" no contestó a ella. Algunos vieron en esto una especie de "señal alentadora", se dijo que "se puede continuar...". Nuevamente grave error. "Al no contestar, Abu Mazen rotundamente rechazó la oferta", enfatizó Benny Beguin. En julio 2009 Olmert publicó un artículo en el "Washington Post" en el que señalaba su asombro que los palestinos no habían querido aceptar su dadivosa propuesta. También Condoleezza Rice, en sus memorias, califica a la situación de "oportunidad desaprovechada", y recalca que si hubiera habido en esos momentos un liderazgo palestino dispuesto a un arreglo, se podría haber seguido adelante. Incluso el Presidente Bush, en conversación privada con Abu Mazen en el despacho oval de la Casa Blanca, no obtuvo ninguna respuesta positiva. Pareciera que el mejor resumen de lo que sucede es la expresión del parlamentario árabe MK Ahmed Tibbi, que señaló que "el máximo que los israelíes podrían ofrecer no llegan al mínimo de los que los palestinos podrían aceptar" Si resumimos, desde 1988 cuando se habló que "el PLO es la solución del conflicto", se fue de error en error, de decepción en decepción, y citando al entonces canciller israelí Shlomo Ben Amí, se entendió que "los palestinos no estarán de acuerdo con ninguna propuesta de solución pues jamás podrán ni aceptar ni reconocer la existencia de un estado judío y democrático en el Medio Oriente". Sigue siendo así. Abu Mazen señaló que "quien le reclama reconocer al estado judío como tal, le está exigiendo "firmar una ficha de afiliación al Movimiento Sionista, y aceptar con esto la idea que la religión puede ser la razón nacional de un estado legítimo". Así vemos que no importa lo que Israel proponga: sus posiciones no se habrán de tomar en cuenta. El quid de la cuestión está en la absoluta deslegitimación de la presencia de un estado judío en alguna parte del territorio de Palestina. Y mientras esto no cambie, no hay esperanzas. Tampoco las alternativas, como un acuerdo parcial – que será rechazado por los árabes - o soluciones unilaterales – que serán rechazadas por la ciudadanía israelí -, resultan factibles. Por lo tanto lo que resta es reforzar nuestra determinación hasta que lleguen tiempos mejores, concluyó el Dr. Benny Beguin. LA PAZ: PRIMORDIAL INTERÉS ISRAELÍ Según el Gral. ® AmnonLipkinShajak, Comandante en Jefe del Ejército de Israel, 1995-1998 (partícipe de las conversaciones de Oslo) y ministro en 1999-2001, la problemática no surge por las posiciones del PLO, sino por las características intrínsecas del pueblo palestino. El liderazgo palestino, en especial Arafat, se convirtió en problemático tanto para nosotros como para los mismos palestinos. Siempre prefirieron solamente aparentar que sus aspiraciones son acordes a los deseos de los americanos. Cuando Shlomó Ben Amí elevó por primera vez el tema de Jerusalén, en Camp David, todos confiaban que esto agilizaría las conversaciones, pues la propuesta era muy generosa. Arafat pidió tiempo para "consultar a todos los líderes árabes pues aún no habían concertado cual sería la posición común..." Pero hubo ciertos cambios. El proceso de Oslo le dio legitimidad al Estado de Israel, el anular a la administración militar en los territorios ayudó a mejorar nuestra imagen internacional. Los jóvenes palestinos menores de 20 años de edad no conocen Israel: años atrás, inmediatamente después de la Guerra de 1967, se circulaba libremente por toda la región. El terror, el asesinato, los asaltos, condujeron a acentuar la separación entre las dos poblaciones, y la separación física acentuó las dificultades de entendimiento. ¿Serán capaces los palestinos de seguir administrando las zonas "A" (administración y seguridad de plena responsabilidad palestina)? ¿Nos veremos obligados a volver a administrar militarmente a esa población? ¿Seremos capaces de hacerlo? La solución del conflicto es de primordial interés israelí, pues quisiéramos delinear adecuadamente el futuro que heredamos a nuestros hijos. Corresponde a Israel continuar ofreciendo iniciativas para que las tratativas de paz no cesen, sin desesperar – permanentemente debemos seguir intentando. DAR EL TONO PARA SEGUIR LAS TRATATIVAS DE PAZ Resumió la actividad el Gral. ® Amos Yadlin, Director del INSS – Instituto para Estudios de la Seguridad Nacional, ex Jefe de los Servicios de Inteligencia de Israel, destacando que los panelistas han expuesto interrogantes de importancia primordial. Se habló de líderes y sucesos políticos de los que pretendemos que cambien el desarrollo de la historia. Pero las definiciones circunstanciales pueden variar: si se entiende el proceso de paz como una acción adelantada por las dos partes, la perspectiva del Dr. Beguin es la adecuada. Siempre, en todas las oportunidades y bajo todas las circunstancias, los palestinos demostraron no estar dispuestos a concertar entendimientos. Israel ya aceptó la solución de dos estados para los dos pueblos, la división de Jerusalén, renunciar al sueño de la Patria judía a ambas márgenes del Jordán. Pero los palestinos no estuvieron dispuestos a comprometerse a la finalización del conflicto, a la seguridad regional, a renunciar a sus reclamaciones de retorno de los refugiados. Y no lo hacen, interpretan todo acuerdo como un "reconocimiento a la ideología sionista". Israel debe fijar definitivamente sus fronteras, pues todos los países las tienen. Israel podría tomar el camino de la unilateralidad, apoyada por los sectores que nos dan legitimidad. Pero las actuales temáticas complican la situación: Irán, la "primavera árabe" y el proceso de paz. Israel no debe encabezar la campaña contra Irán nuclear, eso podría conducir a errores históricos: que se ocupen de ello los saudíes, o los europeos, o los americanos – ellos están tanto o más amenazados que nosotros. En el caso de la "primavera árabe", debemos tener confianza que el despertar de las capas jóvenes ofrecerá perspectivas promisorias. Pero en cuanto al conflicto con los palestinos, a pesar que el libro del Prof. Rabinovich es un poco pesimista, sí debemos presentar iniciativas, ser creativos, dar el tono. MENSAJE PARA RECAPACITAR Con evidente emoción, el Prof. Rabinovich expresó su agradecimiento a los organizadores, a los panelistas y al numeroso público asistente, y refiriéndose a los conceptos vertidos observó que los palestinos no están solos en el escenario, también del lado israelí hay actitudes problemáticas, por ejemplo la conducta de los residentes de los asentamientos. Pero es cierto que Arafat fracasó como líder nacional: fue una figura mitológica que flotaba en el espacio. Israel debe continuar sus esfuerzos por integrarse a la zona. Israel debe llegar a algún lenguaje común con Rusia y a cierto entendimiento con Turquía, sabiendo que la posibilidad de llegar a algún acuerdo con los palestinos es en estos momentos improbable. En cuanto al lema palestino del "Derecho al Retorno", debe cambiarse el título, pues no existe tal derecho, sí existe el reclamo. En la historia de los pueblos, en particular en el siglo XX, hubo traslados de millones de personas en muchos lugares (India-Pakistán, Alemania-Polonia, Rumania-Rusia, etc.), y debemos seguir ese modelo. Es cierto que es una tragedia, y si bien no somos culpables de ella, debemos procurar que se encuentren soluciones. Lic. Samuel Leillen –