viernes, 7 de enero de 2011

Visiones de la vida, crecimiento personal y Torah.


BUEN DIA! Estuviste alguna vez atrapado en tu propia angustia al punto que no pudiste ver el cuadro mayor?
Yo quisiera compartir contigo una de mis historias verdaderas favoritas: Un joven rabino de Israel estaba viajando con el tren D desde Brooklyn a Manhattan en camino a una reunion. Mientras el subterraneo se dirige a su destino, el se sienta calladamente a leer la Historia de la Guerra Submarina en el Pacifico Sur en la IIª Guerra Mundial. Ingresan al tren dos hombres jovenes con cicatrices de batalla muy altos con chaquetas de pandilleros con un equipo de reproduccion de sonido enorme tocando a todo volumen.

Cerca del rabino hay una pequeña anciana de unas 80 libras y alcanzando su altura total a casi cinco pies. A la pequeña anciana no le gusta la musica "gruñendo" a todo volumen y comienza a chillar. "Quien va a hacerlos apagarlo?" Todos siguen mas interesados en lo que estan leyendo- incluido el rabino.

Uno de los jovenes duros sonrie ironicamente y dice a la mujer, "Dama, si usted quiere apagarlo, puede apagarlo." Ella camina a traves del coche del subterraneo con su mano al frente de ella, su dedo indice dispuesto a apagar el boton de apagado. Y ella lo apaga! El joven duro coloca abajo el equipo reproductor y se lanza para derribarla. Se pone de pie de un salto el rabino y con un movimiento de freno con su antebrazo, bloquea el duro golpe del joven.

El joven duro esta confundido y mira hacia abajo al rabino y dice, "Que quieres muchacho?" El rabino contesta con una gran sonrisa. "Solo no golpees a la dama", y regresa a su asiento para continuar leyendo su libro. La dama se balancea a de regreso a traves del coche. Y el joven duro enciende nuevamente el equipo reproductor para llenar el coche con toda la fuerza, de las penetrantes ondas de sonido.

La pequeña anciana chilla, "Quien va a hacer que lo apaguen?" Todos releen su oracion previa con incrementada concentracion. El joven duro sonrie y la invita. Una vez mas, la pequeña anciana se encamina, el dedo indice extendido y apaga el equipo. El joven duro entonces se lanza para golpearla y el rabino salta para bloquearlo. El joven duro mira confundido y dice, "Ahora me estas sacando de mis casillas." El rabino sonrie y dice, "Perdon. Solo no golpees a la dama" y regresa a su asiento. La pequeña anciana se mueve hacia el asiento del rabino y permanece con su espalda hacia el. Y... ambos jovenes duros gracias a Di-s se bajan en la siguiente estacion!

Mientras el rabino esta de regreso en su lectura, el mira hacia arriba a la espalda de la pequeña anciana al lado de el y piensa, "Caramba, yo recien arriesgue mi vida no una vez, sino dos para protegerla... y ella ni siquiera me agradecio!" Y despues de dos minutos de indignacion correcta, el rabino recala en su camino mental en darse cuenta de algo increible - "El Todopoderoso recien llevo a cabo no un milagro, sino dos para salvar mi vida... y yo pare a agradecerle a El?"

Hay probablemente muchas lecciones para aprender de esta historia - no andes por los subterraneos de New York, ten cuidado de las pequeñas ancianas que pueden hacer que te maten, aprende a amar la musica a todo volumen, el poder de una sonrisa incongruente... Sin embargo, yo pienso que la leccion mas poderosa es recordar: Cuando apuntes con el dedo a alguien, tres dedos te apuntan a ti... y asegurate de agradecer al Todopoderoso!





CITA DE LA SEMANA:

Si tienes miedo de morir,
no podras vivir.
-- James Baldwin




Shabbat Shalom,

Rabbi Kalman Packouz

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