ALEMANIA Y LA MEZQUITA REAL DEL 11/S‏

By JOSEF JOFFE
Hamburgo
'Por que alli?" pregunta una progapanda en los autobuses de la ciudad de New York acerca de la mezquita a ser construida cerca del Ground Zero. "Por que tan altos?" quisieron saber los suizos, quienes prohibieron los minaretes este año. "Por que tan grande?" se quejaron los ciudadanos de Munich en 2008, vetando una mezquita gigante en su medio. Y "por que aqui?" pregunto la policia alemana esta semana mientras ellos cerraban la Mezquita Taiba en el centro de Hamburgo.
Las mezquitas estan irritando el alma del Occidente. En Hamburgo, la historia no trata de turf sino de terror. La mezquita Taiba era previamente conocida como la Mezquita al-Quds. Aqui es donde Mohamed Atta, el cabecilla del 11/S, se guarecia con otros co-conspiradores. Aqui es donde el Iman Muhammad al-Fazazi solia predicar veneno y asesinato durante los años 1990s, opinando que "Cristianos y judios deben tener sus gargantas cortadas." En 2003, un tribunal español dio a este piadoso clerigo 30 años por planear ataques a instituciones judias en Marruecos.
Entonces la mezquita no era solo un centro de oracion. Pero la policia de Hamburgo solo mantuvo las tablas en el lugar, no tocandola- ni siquiera despues del 11/S. Por que no? Dado el pasado nazi del pais, un vocero del gobierno esta semana invoco la proteccion especial que las instituciones religiosas disfrutan en Alemania. Tu no puedes simplemente cerrarlas. Tu necesitas "trabajo de inteligencia, y eso puede llevar tiempo." Nueve años, resulto.
Mientras tanto, un sirio naturalizado aleman, Mamoun Darkanzanli, habia tomado el pulpito. Los investigadores llaman a Darkanzanli el "anciano estadista de la jihad" y tienen un gordo expediente sobre el. Ellos piensan que el es el hombre de bin Laden en Alemania, y que el ha tambien ayudado a los atacantes del tren de Madrid en 2004. Cuando España pidio su extradicion, la Corte Constitucional alemana dijo "nein". Eso violaria sus derechos como ciudadano aleman.
Darkanzanli continua viviendo en Hamburgo—sin ser molestado y en bienestar. Y el conoce sus derechos, envolviendose en la constitucion mientras predica que Allah matara a los infieles. El no esta incitando a la violencia, solo difundiendo la palabra de Di-s. Este es un problema que golpea a los oficiales de contraterrorismo alrededor del mundo occidental.
El diario local, el Abendblatt, llama a la mezquita un "Lugar de Peregrinaje para Jihadistas". Por que asi? Manfred Murck, el vice jefe de la agencia de seguridad interna, explica: Debido a que tiene el aura de los asesinos del 11/S." Devotos de los asesinos del 11/S han llegado de todos lados en una gira de jihadismo que comienza en Hamburgo, luego sigue a Madrid, luego a Londres, donde docenas fueron asesinados en el metro en 2005. "Hey, yo rece donde lo hizo Mohamed Atta . . ."
Otros, de acuerdo a los detectives, utilizaban la mezquita como un campo de batalla para "personas de la ex Yugoslavia, de Chechenia y el Medio Oriente." Ellos se reunirian en la mezquita y luego partirian en una mision de Di-s.
Pero para las autoridades, habia aun que vigilar y reunir informacion. Por que el operativo ahora? Aqui es donde el centro de Hamburgo se ajusta en un cuadro mas grande que ahora se extiende a traves del Atlantico. Llamenlo "terrorismo nacido en casa", alimentado no solo por inmigrantes, sino tambien por convertidos. Ellos hablan y se ven como los locales. Esta es una nueva generacion de jihadistas- en los EEUU tanto como en Europa.
Repentinamente, los chicos malos eran los nuestros, un alarmante giro en la historia. De acuerdo a informes de inteligencia, 11 jovenes hombres, la mayoria con pasaportes alemanes, partieron a un campo de entrenamiento terrorista en marzo del año pasado. El supuesto lider fue arrestado en junio en la frontera afgano-pakistani. Los otros estan yendo en general, quizas tras las tropas alemanas en Afganistan.
Entonces el predicamente estuvo tocando un nervio vivo, y este verano la ley cambio. Es ahora un crimen adquirir habilidades terroristas en un campamento miliciano extranjero. La mezquita fue clausurada debido a que "jovenes hombres fueron convertidos en fanaticos religiosos alli", de acuerdo al ministro del interior de Hamburgo, Christoph Ahlhaus. Tienen pruebas las autoridades? Veamos.
El fanatismo mismo no es un crimen, ni lo es discursear sobre la voluntad de Allah. Como en los EEUU, una ideologia de odio no es un boleto para la prision. Los autoritarios no tienen escrupulos en igualar la ideologia y la intencion. Pero la democracia liberal occidental obedece al debido proceso y al concepto de "inocente hasta que se compruebe lo contrario." Las palabras, como Oliver Wendell Holmes famosamente escribio para la Corte Suprema en 1919, tienen que "crear un peligro claro y actual" para ser criminales. A ese respecto, los alemanes pueden haberse convertido en mas americanos que los americanos.
Entonces observemos la proxima instalacion de este drama, cuando la junta de la mezquita podria llevar a la ciudad ante los tribunales. La apuesta es que nosotros oiremos un dialogo como este. Juez: "Muestrenme las evidencias." Testigo del gobierno: "Perdon, Señor, no podemos comprometer a nuestras fuentes." Sombras de Guantanamo. Caso descartado.
Hubiese sido mas astuto mantener la mezquita abierta precisamente debido a que ha sido tan conveniente fuente de informacion, con aquellos turistas terroristas llegando, hablando y yendose. Como dijo el vocero: "El trabajo de inteligencia lleva tiempo." Realmente, nunca para, y la buena inteligencia ha probado ser la mejor arma de Occidente en la guerra contra el terror.
Para empezar, estas personas conocen sus derechos. Cuando la policia exigio entrar, el cuidador literalmente les mostro el dedo del medio. En vez de romper la fuerza y esposar al bruto, la policia llamo un cerrajero. La policia de Hamburgo se llevo las computadoras. Hubiese sido mas eficiente hackearlas.

El Sr. Joffe, editor de Die Zeit (el diario, en aleman), es un becario senior del Instituto para Estudios Internacionales y becario en la Institucion Hoover en Stanford
Fuente: The Wall Street Journal