Israeli retenido en prision libia liberado en acuerdo secreto

Complejas y secretas negociaciones entre el ministro del exterior Avigdor Lieberman y las autoridades libias llegaron a una dramatica conclusion el domingo cuando un israeli que desaparecio en marzo fue liberado de una prision libia. Haddad, que detenta doble pasaporte israeli y tunecino, debe llegar a Israel el lunes.
El calvario comenzo en marzo, cuando Haddad llego a Libia para fotografiar edificios que una vez pertenecieron a la comunidad judia. Mientras fotografiaba uno de los edificios, el fue arrestado por la policia local y posteriormente entregado a las autoridades de inteligencia libias, bajo sospechas de ser un espia.
Todo el asunto ha sido sometido a una pesada censura desde marzo.
De acuerdo a un importante funcionario gubernamental, en el momento de su arresto Hadad se las arreglo para telefonear a parientes en Tunes, donde el habia estado viviendo por muchos años despues de mudarse alli desde Israel. Los parientes contactaron al ministerio del exterior israeli, que abrio contactos con Libia a traves de varios canales secretos.
Israel se aproximo a muchos paises incluyendo los EEUU, Francia e Italia con un pedido para interceder con los libios, pidiendo a los intermediarios explicar que Hadad no era un espia sino un civil que habia mostrado un error de juicio.
La agencia de inteligencia de Italia tuvo un papel central en los primeros intentos por liberar a Hadad despues que el Primer Ministro
Benjamin Netanyahu hizo un llamado personal a su contraparte, Silvio Berlusconi. Grupos americanos judios tambien se cree que estuvieron involucrados en las negociaciones.
Pero las representaciones a traves de canales oficiales fracasaron y dos meses atras, el Ministro del Exterior Avigdor Lieberman decidio usar contactos privados cercanos al regimen libio para presionar por un acuerdo. Lieberman se aproximo a una cantidad de conocidos europeos, incluyendo el empresario austriaco Martin Schlaff, amigo de Saif al-Islam Gadhafi, hijo del lider libio.

Fuente: Haaretz.